domingo, 23 de diciembre de 2018

[ENTREVISTA] Pedro Trigo: “El principal problema de las CEBs es que muchos sacerdotes se sienten dueños de la parroquia”

Pedro Trigo: “El principal problema de las comunidades de base es que muchos sacerdotes se sienten dueños de la parroquia”



14 de diciembre de 2018
Angel Alberto Morillo

Pedro Trigo es un sacerdote jesuita, de origen español, radicado en Venezuela desde 1959, país donde ha desarrollado su ministerio y aportes a la teología de la liberación especialmente acompañando a las comunidades eclesiales de base. Su relación cercana con monseñor Leonidas Proaño y Gustavo Gutiérrez ha tenido una particular influencia en su pensamiento teológico, pero sin duda el Concilio Vaticano II (1962-1965) y la Conferencia de Medellín (1968) también han infundido renovados aires a su espíritu insurgente.

Es una de las voces que grita con los pobres desde hace muchos años, en su haber cuentan más más de cincuenta libros y artículos sobre teología latinoamericana, cristología, filosofía y literatura hispana, que encuentran tribuna en numerosos espacios internacionales.

Vida Nueva conversó con este reconocido teólogo abordandoimportantes temas de la actualidad de la Iglesia, especialmente los más controversiales como la homosexualidad, de la que considera “no condenar en absoluto, pero tampoco glorificar. La cosa es qué hago yo con eso, yo puedo ser un buen homosexual y muy mal heterosexual”. Sobre este asunto prevalece el tema de la dignidad al ser humano y el respeto.


Si soy cristiano no puedo abortar


PREGUNTA.- En cuanto al tema de la legalización del aborto, ¿cuál es su posición?

RESPUESTA.- Hay dos cosas distintas. Una qué opino yo del aborto. Yo estoy en contra totalmente del aborto fuera de casos que sean necesarios, pero estoy totalmente en contra porque estoy en favor de la vida.

Ahora, si en una sociedad democrática a la mayoría le parece bien que eso se apruebe, yo no tendría ningún problema, es totalmente distinto qué voy a hacer yo si soy cristiano a que en una sociedad democrática se pueda aprobar, son dos cosas distintas, no tengo que mezclarlas. Si yo vivo en esa sociedad y soy cristiano no puedo abortar, pero que esté legalizado ese no es el problema, hay que distinguir las dos cosas.

P.- Pero hay sectores de la misma Iglesia que afirman que al legalizar ya estás asesinando

R.- Para mí el problema es mi conducta, yo no puedo juzgar la conducta del otro, pero para mí en lo particular el aborto no está bien y si alguien me pregunta diré que no está bien, y si alguien es no creyente, igualito que el creyente, porque la vida es la vida, es igual para todos. Que me parezca mal a que haya una ley, eso es distinto porque estamos en una sociedad democrática y yo no puedo imponer mi criterio aunque no esté de acuerdo.


El problema del clericalismo

P.- Respecto a las comunidades eclesiales de base, ¿actualmente cuáles son sus desafíos?

R.- Lo que dice Medellín sobre las comunidades de base sigue siendo totalmente medular, es la primera fuente de eclesialidad, es el primer nivel de Iglesia, es el nivel más básico. Ahora qué presupone eso, lo que dice el Vaticano II que la iglesia somos todo el pueblo de Dios. Si la mayor parte de los curas piensan lo que desechó el Vaticano II, que la Iglesia solo es la comunidad eclesiástica, entonces no puede haber comunidades de base.

El principal problema de las comunidades de base es que mucha gente del clero, por ejemplo párrocos, piensa que ellos son los dueños de la parroquia, cuando por ejemplo el concilio plenario venezolano dice que la parroquia no es el párroco, sino los parroquianos a los que el párroco sirve, eso no se lo creen muchísimos curas, ese es un grave problema.

Pero cuál es el problema más de fondo y al que hace frente la comunidad de base y trata de resolverlo, es el problema de la ‘sociedad líquida’, el individualismo desaforado. En este sentido lo más importante de una comunidad es la lectura orante del Evangelio que da consistencia humana a la gente y le ayuda a vivir como hermanos en Jesús de Nazaret y de esa manera pueden tener como autonomía de vuelo respecto de cómo está la sociedad, porque su autonomía nace de ellos.

P.- Con respecto a la carta al Pueblo de Dios suscrita por el Papa ante los abusos sexuales en especial, ¿qué le diría a Francisco?

R.– Estoy totalmente de acuerdo con el Papa, me siento muy bien expresado en esa carta y me siento muy contento de poder tener este Papa que podemos decir es lo mejor que la ha pasado a América Latina, pero eso es todavía poco. Él es un cristiano y vive de las relaciones primarias con Dios y con Jesús, me alegro muchísimo de que eso sea así.


Capaces de enriquecer con su pobreza


P.- Usted que ha estado tanto tiempo en Venezuela, ¿cómo ve el futuro de este país?

R.- Tengo una sensación agridulce en Venezuela. Primero, y lo más obvio, es que ninguno de los viejos de Venezuela pudiéramos haber pensado que íbamos a caer tan bajo, es decir, la situación es terrible y que además sea tan torpe y mal hecho, que se hayan destruido todas las fuentes de producción que como decimos en Venezuela el gobierno ‘ni lava ni presta la batea’, eso es tristísimo.

Además hay una imposición violenta de un modelo político, una impunidad total, que no exista Estado, todo ello es tristísimo, pero con todo eso, nunca ha habido en Venezuela personas tan consistentes como las hay hoy, eso que dice Jesús al tentador, ‘no solo del pan vive el hombre’ estoy seguro de ello, porque conozco a mucha gente que no teniendo pan, viven humanamente y son capaces de enriquecer con su pobreza, eso es algo grandioso. Me alegro muchísimo de tener venezolanos así, es lamentable que haya tenido que pasar esta situación para que eso sea, pero tener hermanos y hermanas a personas así a mí me da mucha vida.

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lunes, 19 de noviembre de 2018

Homilía del Papa Francisco en la misa de la Jornada Mundial de los Pobres (2018)

Homilía del Papa Francisco en la misa de la Jornada Mundial de los Pobres

18 de noviembre de 2018
Homilía del Papa Francisco en la misa de la Jornada Mundial de los Pobres, domingo 18 noviembre 2018
Veamos tres acciones que Jesús realiza en el Evangelio.
La primera. En pleno día, deja: deja a la multitud en el momento del éxito, cuando lo aclamaban por haber multiplicado los panes. Mientras los discípulos querían disfrutar de la gloria, los obliga rápidamente a irse y despide a la multitud (cf. Mt 14,22-23). Buscado por la gente, se va solo; cuando todo iba “cuesta abajo”, sube a la montaña para rezar. Luego, en mitad de la noche, desciende de la montaña y se acerca a los suyos caminando sobre las aguas sacudidas por el viento. En todo, Jesús va contracorriente: primero deja el éxito, luego la tranquilidad. Nos enseña el valor de dejar: dejar el éxito que hincha el corazón y la tranquilidad que adormece el alma.
¿Para ir a dónde? Hacia Dios, rezando, y hacia los necesitados, Homilía del Papa Francisco en la misa de la amando. Son los auténticos tesoros de la vida: Dios y el prójimo. Subir hacia Dios y bajar hacia los hermanos, aquí está la ruta que Jesús nos señala. Él nos aparta del recrearnos sin complicaciones en las cómodas llanuras de la vida, del ir tirando ociosamente en medio de las pequeñas satisfacciones cotidianas. Los discípulos de Jesús no están hechos para la predecible tranquilidad de una vida normal. Al igual que su Señor, viven en camino, ligeros, prontos para dejar la gloria del momento, vigilantes para no apegarse a los bienes que pasan.
El cristiano sabe que su patria está en otra parte, sabe que ya ahora es -como nos recuerda el apóstol Pablo en la segunda lectura- «conciudadano de los santos, y miembro de la familia de Dios» (cf. Ef 2,19). Es un ágil viajero de la existencia. No vivimos para acumular, nuestra gloria está en dejar lo que pasa para retener lo que queda. Pidamos a Dios que nos parezcamos a la Iglesia descrita en la primera lectura: siempre en movimiento, experta en el dejar y fiel en el servicio (cf. Hch 28,11-14). Despiértanos, Señor, de la calma ociosa, de la tranquila quietud de nuestros puertos seguros. Desátanos de los amarres de la autorreferencialidad que lastran la vida, libéranos de la búsqueda de nuestros éxitos. Enséñanos a saber dejar, para orientar nuestra vida en la misma dirección de la tuya: hacia Dios y hacia el prójimo.
La segunda acción: en plena noche Jesús alienta. Se dirige hacia los suyos, inmersos en la oscuridad, caminando «sobre el mar» (v. 25). En realidad se trataba de un lago, pero el mar, con la profundidad de su oscuridad subterránea, evocaba en aquel tiempo a las fuerzas del mal. Jesús, en otras palabras, va hacia los suyos pisoteando a los malignos enemigos del hombre. Aquí está el significado de este signo: no es una manifestación en la que se celebra el poder, sino la revelación para nosotros de la certeza tranquilizadora de que Jesús, solo Jesús, vence a nuestros grandes enemigos: el diablo, el pecado, la muerte, el miedo. También hoy nos dice a nosotros: «Ánimo, soy yo, no tengáis miedo» (v. 27).
La barca de nuestra vida a menudo se ve zarandeada por las olas y sacudida por el viento, y cuando las aguas están en calma, pronto vuelven a agitarse. Entonces la emprendemos con las tormentas del momento, que parecen ser nuestros únicos problemas. Pero el problema no es la tormenta del momento, sino cómo navegar en la vida. El secreto de navegar bien está en invitar a Jesús a bordo. Hay que darle a él el timón de la vida para que sea él quien lleve la ruta. Solo él da vida en la muerte y esperanza en el dolor; solo él sana el corazón con el perdón y libra del miedo con la confianza.
Invitemos hoy a Jesús a la barca de la vida. Igual que los discípulos, experimentaremos que con él a bordo los vientos se calman (cf. v. 32) y nunca naufragaremos. Y solo con Jesús seremos capaces también nosotros de alentar. Hay una gran necesidad de personas que sepan consolar, pero no con palabras vacías, sino con palabras de vida. En el nombre de Jesús, se da un auténtico consuelo. Solo la presencia de Jesús devuelve las fuerzas, no las palabras de ánimo formales y obligadas. Aliéntanos, Señor: confortados por ti, confortaremos verdaderamente a los demás.
Tercera acción: Jesús, en medio de la tormenta, extiende su mano (cf. v. 31). Agarra a Pedro que, temeroso, dudaba y, hundiéndose, gritaba: «Señor, sálvame» (v. 30). Podemos ponernos en la piel de Pedro: somos gente de poca fe y estamos aquí mendigando la salvación. Somos pobres de vida auténtica y necesitamos la mano extendida del Señor, que nos saque del mal. Este es el comienzo de la fe: vaciarnos de la orgullosa convicción de creernos buenos, capaces, autónomos y reconocer que necesitamos la salvación. La fe crece en este clima, un clima al que nos adaptamos estando con quienes no se suben al pedestal, sino que tienen necesidad y piden ayuda.
Por esta razón, vivir la fe en contacto con los necesitados es importante para todos nosotros. No es una opción sociológica, es una exigencia teológica. Ni es una moda de este pontificado. Es reconocerse como mendigos de la salvación, hermanos y hermanas de todos, pero especialmente de los pobres, predilectos del Señor. Así, tocamos el espíritu del Evangelio: «El espíritu de pobreza y de caridad -dice el Concilio- son gloria y testimonio de la Iglesia de Cristo» (Const. Gaudium et spes, 88).
Jesús escuchó el grito de Pedro. Pidamos la gracia de escuchar el grito de los que viven en aguas turbulentas. El grito de los pobres: es el grito ahogado de los niños que no pueden venir a la luz, de los pequeños que sufren hambre, de chicos acostumbrados al estruendo de las bombas en lugar del alegre alboroto de los juegos. Es el grito de los ancianos descartados y abandonados. Es el grito de quienes se enfrentan a las tormentas de la vida sin una presencia amiga.
Es el grito de quienes deben huir, dejando la casa y la tierra sin la certeza de un lugar de llegada. Es el grito de poblaciones enteras, privadas también de los enormes recursos naturales de que disponen. Es el grito de tantos Lázaros que lloran, mientras que unos pocos epulones banquetean con lo que en justicia corresponde a todos. La injusticia es la raíz perversa de la pobreza. El grito de los pobres es cada día más fuerte pero también menos escuchado, sofocado por el estruendo de unos pocos ricos, que son cada vez menos pero más ricos.
Ante la dignidad humana pisoteada, a menudo uno permanece con los brazos cruzados o con los brazos caídos, impotentes ante la fuerza oscura del mal. Pero el cristiano no puede estar con los brazos cruzados, indiferente, o con los brazos caídos, fatalista; no. El creyente extiende su mano, como lo hace Jesús con él. El grito de los pobres es escuchado por Dios, ¿pero, y nosotros? ¿Tenemos ojos para ver, oídos para escuchar, manos extendidas para ayudar? «Es el propio Cristo quien en los pobres levanta su voz para despertar la caridad de sus discípulos» (ibíd.). Nos pide que lo reconozcamos en el que tiene hambre y sed, en el extranjero y despojado de su dignidad, en el enfermo y el encarcelado (cf. Mt 25,35-36).
El Señor extiende su mano: es un gesto gratuito, no obligado. Así es como se hace. No estamos llamados a hacer el bien solo a los que nos aman. Corresponder es normal, pero Jesús pide ir más lejos (cf. Mt 5,46): dar a los que no tienen cómo devolver, es decir, amar gratuitamente (cf. Lc 6,32- 36). Miremos lo que sucede en cada una de nuestras jornadas: entre tantas cosas, ¿hacemos algo gratuito, alguna cosa para los que no tienen cómo corresponder? Esa será nuestra mano extendida, nuestra verdadera riqueza en el cielo.
Extiende tu mano hacia nosotros, Señor, y agárranos. Ayúdanos a amar como tú amas. Enséñanos a dejar lo que pasa, a alentar al que tenemos a nuestro lado, a dar gratuitamente a quien está necesitado. Amén.
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jueves, 14 de junio de 2018

En reconocimiento hacia las mujeres, el Papa decreta fiesta de María Magdalena

En reconocimiento hacia las mujeres, el Papa decreta fiesta de María Magdalena




La decisión fue consagrada en un decreto emanado con el "expreso deseo" de Francisco por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos del Vaticano. Aunque el documento está fechado el 3 de junio, fue difundido apenas este día.
10 Jun 2016 - Notimex


Foto: El Papa Francisco en el Vaticano / Reuters

En un gesto de reconocimiento hacia las mujeres en la Iglesia católica, el Papa Francisco decretó elevar al nivel de "fiesta" la celebración de santa María Magdalena y la equiparó con el resto de los apóstoles.

La decisión fue consagrada en un decreto emanado con el "expreso deseo" de Francisco por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos del Vaticano. Aunque el documento está fechado el 3 de junio, fue difundido apenas este día.

"El Papa tomó esta decisión en el contexto del Jubileo de la Misericordia para demostrar la relevancia de esta mujer que mostró un gran amor a Cristo y fue por Cristo muy amada", indicó Arthur Roche, secretario de esa congregación.

Insistió que la medida se inscribe en el actual contexto eclesial que "exige reflexionar más profundamente sobre la dignidad de la mujer".

María Magdalena es un personaje muy presente en los relatos sobre la vida de Jesús. Ella formó parte del grupo de los discípulos, los siguió incluso al pie de la cruz, allí donde Pedro y los demás desertaron, salvo la Virgen María y el joven Juan.

Ella fue la primer testigo de la resurrección porque encabezó el grupo de mujeres que, al tercer día, fueron a limpiar con aceites el cuerpo de Cristo y al llegar al sepulcro lo encontraron vacío.

Exactamente esta cualidad de "primera testigo que vio el resucitado y primera mensajera que anunció a los apóstoles la resurrección", fue lo que convenció al Papa Francisco de su importancia.

"Por eso es justo que la celebración litúrgica de esta mujer tenga el mismo grado de fiesta dado a la celebración de los otros discípulos en el Calendario Romano General y que resalte la especial misión de esta mujer, que es ejemplo y modelo para cada mujer en la Iglesia", añadió Roche.

"Esta importancia prosigue hoy en la Iglesia que quiere acoger, sin distinción alguna, hombres y mujeres de cualquier raza, pueblo, lengua y nación, para anunciar a ellos la buena noticia del evangelio de Jesucristo", apuntó.

Según explicó el portavoz vaticano, Federico Lombardi, existen tres niveles de ceremonias litúrgicas: la celebración ordinaria, la fiesta y la solemnidad.

Entre otras cosas, cuando es fiesta, los sacerdotes deben decir la misa del día, ya que se trata de un nivel superior de consideración atribuido a esa circunstancia o persona.

María Magdalena no es la primera mujer en tener una fiesta, otras cuentan con esa distinción como las protectoras de Europa, entre ellas Santa Catalina de Siena o Santa Brígida.
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jueves, 17 de mayo de 2018

Fwd: Proyecto-Global-de-Pastoral-2031-2033.


HACIA EL ENCUENTRO DE JESUCRISTO REDENTOR

Y BAJO LA MIRADA AMOROSA DE SANTA MARÍA DE GUADALUPE

Proyecto Global de Pastoral 2031+2033

 Descargar el documento completo


Los Obispos y el pueblo de México celebraremos en el año 2033 los hechos de la Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, en un ambiente de oración y reflexión para anunciar este acontecimiento de redención a todo creyente  y a todo hombre y mujer de buena voluntad.  Esta fecha  será de gran júbilo para todos, ya que, al contemplar el misterio pascual nos debemos llenar de vida y esperanza. Ésta es la alegría del Evangelio que deseamos experimentar y comunicar, para que todos tengamos vida para siempre.

La redención que Dios ha obrado por la Muerte y Resurrección de Cristo no ha perdido novedad con el paso del tiempo, ni su significado ha quedado anclado al pasado. Por el contrario, su valor es presente y eficazmente operante en la fe y por la fe. 

La tercera década del tercer milenio de la redención tiene providencialmente un peculiar significado para nuestra nación mexicana, pues apenas pocos años después de la llegada del Evangelio a estas tierras, en el año de 1531, santa María de Guadalupe hizo resonar en sus palabras, la bondad y novedad del anuncio cristiano. El acontecimiento guadalupano actualizó la buena noticia de la pacífica re-adquisición del único pueblo de Dios ya que mediante la muerte de Cristo fue derribado el muro de la enemistad que dividía a dos pueblos. 

Más aún, el hecho guadalupano encuentra su más elocuente síntesis en el mandato de construir una "casita", donde se manifieste el consuelo materno de Dios (cf. Is 49,15). El mandato guadalupano de "hacer una casita", evoca el oráculo mesiánico de la promesa divina, hecha a David, de "hacer para él una casa", es decir, una descendencia mesiánica, esto es una "familia de reyes", coherentes con su cometido de establecer la paz y la justicia; un pueblo sacerdotal, fiel a su misión de interceder por las necesidades ajenas. Pero además de este aspecto bíblico, para los pueblos mesoamericanos el templo era un signo elocuente de una nación, por tanto, la invitación a construir un templo evocaba la construcción de una nueva nación.

Creemos que la Iglesia en México necesita sentarse a los pies de la Virgen Madre para alentar la esperanza de ser un solo pueblo. La restauración de nuestra responsabilidad necesita de su corazón materno. Ella puede ayudarnos a sentirnos pueblo e identificarnos con el pueblo. Ella nos invita a contemplar, creer, vivir y anunciar el Misterio de la Redención realizado por Jesús.

Por tanto, la gracia de la obra redentora ilumina e interpela nuestra conciencia, además que nos anima a esperar confiadamente en el progreso del reinado de la justicia y la paz de Jesucristo, Hijo de la Madre del verdadero Dios por quien se vive. Por ello, con audacia profética y de modo crítico, con el presente Proyecto Global de Pastoral 2031+2033 que presentamos, los Obispos de México queremos ofrecer una luz que pueda ayudar a responder a la pregunta fundamental que nos interpela: qué significa celebrar en la fe, aquí en México, y ahora, después de dos milenios de la redención de Cristo y medio milenio del acontecimiento guadalupano, ser una comunidad de discípulos, testigos de la plenitud de vida y del consuelo que ofrece a todos, el Hijo de santa María de Guadalupe.

El Proyecto Global de Pastoral se propone como una forma eficaz de hacer operativas las estructuras e instancias eclesiales. 

El presente proyecto quiere ser una expresión de la unidad y la colegialidad entre nosotros los Obispos. Queremos vibrar siempre en los dos principios teológicos que lo han animado: la colegialidad y la comunión de las Iglesias al interno de la Conferencia Episcopal en el ánimo en que San Juan Pablo II lo pedía a la Iglesia.

Se trata de un proyecto en el que hemos querido involucrar plenamente, en todas las fases de la elaboración y ejecución, a los fieles laicos, a los consagrados y consagradas, a los diáconos y a todos los presbíteros de nuestra amada nación. No se pretende, en modo alguno, atropellar, suplantar o nulificar lo que cada diócesis hace; por el contrario, queremos proporcionar criterios que faciliten la eficacia de tales tareas, mediante un ejercicio pastoral más coordinado, es decir, más sinérgico, transversal, subsidiario y gradual. 

El Proyecto Global de Pastoral ha sido estructurado en tres grandes partes siguiendo una metodología propia del ejercicio pastoral latinoamericano.

En la primera parte miramos la realidad como pueblo redimido por Jesucristo y amado por Santa María de Guadalupe. Con nuestro corazón pleno de agradecimiento y teniendo presente lo que el Dios Padre Bueno ha realizado en nuestra Patria a lo largo de estos siglos, hemos querido, como discípulos misioneros de Jesucristo, mirar y hacer nuestra esta realidad del pueblo al que servimos: escuchando los clamores de nuestros hermanos, en la experiencia que nos da el trabajo de cada día como pastores, ayudados por la mirada del Magisterio de la Iglesia Universal y Latinoamericana así como el importante aporte de las ciencias humanas, para reflejar en ella la mirada misericordiosa del Señor de la Historia, que ve la realidad con los ojos y el corazón del Padre, desde su identidad de Hijo y su proyecto de vida digna, plena y eterna para todos sus hijos y hermanos nuestros.

 Y desde una mirada con la ternura, capaz de tejer, atenta y cercana, no adormecida, de conjunto y de unidad como lo hizo nuestra madre Santa María de Guadalupe.

Nuestra mirada a la realidad no ha sido la de los especialistas, sino la del pastor que quiere verla y aproximarse a ella con los ojos de Dios. Al acercarnos fuimos advirtiendo y poniendo de relieve los diversos y complejos fenómenos que se están asentando, así como las manifestaciones de estas profundas transformaciones que se observan en este cambio de época, y fuimos tratando de comprender cuáles podrían ser sus posibles causas, sus alcances, la manera como está modificando y afectando, o también fortaleciendo, la vida de las personas y de la sociedad, y que contradicen o fortalecen la dignidad de la persona y los valores del Evangelio.

En la segunda parte. Nos enfocamos a precisar y responder al núcleo problemático que aglutinó toda la realidad expresado en lo que denominamos el problema antropológico-cultural: 

"Los obispos que servimos a esta amada nación mexicana estamos convencidos de que la humanidad vive en este momento un verdadero y profundo cambio de época, un extraordinario giro histórico que se percibe en todos los campos de la vida humana, arrastrado por un desarrollo científico, innovaciones tecnológicas sorprendentes y sus veloces aplicaciones en distintos campos de la naturaleza y de la vida (cfr. EG 52) pero nos preocupa el arribo de esta nueva cultura que desdibuja y mutila la figura humana, y es aquí donde se encuentra el corazón de esta profunda transformación que se está dando y lo que nosotros identificamos como el núcleo cultural fundamental: ¡la negación de la primacía del ser humano¡ 

"…Por eso, con más fuerza y convicción creyente que nunca, queremos ahora afirmar, con corazón y mente de pastores, que para nosotros el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado. Porque Adán, el primer hombre, era figura del que había de venir, es decir, Cristo nuestro Señor. Cristo, el nuevo Adán, en la misma revelación del misterio del Padre y de su amor, manifiesta plenamente al hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocación (GS 22)… (PGP 87).

Terminamos describiendo, en la tercera parte, con lo que creemos que es el desafío fundamental: "… Dios nos está llamando a generar esperanza y a fortalecer y reconstruir una vida humana más plena para todos sus hijos, especialmente los descartados por estos nuevos fenómenos, una vida que refleje en cada persona a Cristo el hombre perfecto y se manifieste en condiciones dignas para cada uno. Una tarea que exige un profundo proceso de conversión, y nosotros, los Obispos, somos los primeros que debemos dar ejemplo de ella … Creemos que es aquí y ahora donde Obispos, presbíteros, diáconos, consagrados, consagradas y fieles laicos, valorando nuestra dignidad común, junto a otros hermanos que desde otras trincheras trabajan por este noble empeño, el buen Dios nos pide concretizar nuestras respuestas" (PGP 164).

En esta tercera parte hemos querido sentir y hacer sentir a toda la Iglesia en México la gravedad de hacer algunas opciones pastorales para acompañar y afrontar estos momentos cruciales de nuestro país y de la humanidad. Por ello, presentamos con humildad y docilidad al Espíritu de Dios, seis opciones y compromisos pastorales:

 

  • Opción por una Iglesia que anuncia y construye la dignidad humana; 
  • Opción por una Iglesia comprometida con la paz y las causas sociales; 
  • Opción por una Iglesia Pueblo; 
  • Opción por una Iglesia misionera y evangelizadora; 
  • Opción por una Iglesia compasiva y testigo de la Redención; 
  • Opción por una Iglesia que comparte con los adolescentes y jóvenes, la tarea de hacer un país lleno de esperanza, alegría y vida plena.

 

Encomendamos este Proyecto Global de Pastoral 2031+2033 a la acción amorosa del Padre Bueno, de Jesucristo Redentor y del Espíritu santificador, y bajo la mirada de ternura de Santa María de Guadalupe.

 

13 de mayo de 2018 

Fiesta de la Ascensión de Nuestro Señor Jesucristo.


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Claudia Vera Noriega
Servicio de Articulación Nacional
Oficina Nacional CEB-México

viernes, 16 de marzo de 2018

LAS MUJERES EN LA VIDA DE JESÚS Y SU COMPAÑERA MIRIAM DE MAGDALA - Lboff, 2018


LAS MUJERES EN LA VIDA DE JESÚS Y SU COMPAÑERA MIRIAM DE MAGDALA 

Leonardo Boff - 9 de marzo 2018


Jesús es judío, y no cristiano, pero rompió con el anti-feminismo de su tradición religiosa. Considerando su gesta y sus palabras se percibe que se mostraba sensible a todo lo que pertenece a la esfera de lo femenino, en contraposición a los valores de lo masculino cultural, centrado en la sumisión de la mujer. En él encontramos, con frescor originario, sensibilidad, capacidad de amar y perdonar, ternura con los niños, con los pobres y compasión con los sufridores de este mundo; apertura indiscriminada a todos, especialmente a Dios, al que llama Papá (Abba ). Vive rodeado de discípulos,(hombres y mujeres). Desde que inicia su peregrinación de predicador, ellas lo siguen (Lc 8,1-3; 23,49; 24,6-10).


En razón de la Utopía que predica –el Reino de Dios, que es la liberación de todo tipo de opresión–, rompe varios tabús que pesaban sobre las mujeres. Mantiene una profunda amistad con Marta y María (Lc 10,38). Contra el ethos del tiempo, conversa públicamente y a solas con una hereje samaritana, causando asombro a los discípulos (Jn 7,53-8,10). Se deja tocar y ungir los pies por una conocida prostituta, Magdalena (Lc 7,36-50). Son varias las mujeres que se beneficiaron de su cuidado: la suegra de Pedro (Lc 4,38-39); la madre del joven de Naín, resucitado por Jesús (Lc 7,11-17); la hijita muerta de Jairo, un jefe de la sinagoga (Mt 9,18-29); la mujer encorvada (Lc 13,10-17); la pagana sirofenicia, cuya hija psíquicamente enferma fue liberada (Mc 7,26); y la mujer que sufría de un flujo de sangre desde hacía doce años (Mt 9,20-22). Todas fueron curadas.

En sus parábolas aparecen muchas mujeres, especialmente mujeres pobres, como la que perdió la moneda (Lc 15,8-10), la viuda que echó dos centavos en el cofre del templo y era todo lo que tenía (Mc 12,41-44), la otra viuda, valiente, que se enfrentó al juez (Lc 18,1-8)... Nunca son presentadas como discriminadas, sino con toda su dignidad, a la altura de los varones. La crítica que hace de la práctica social del divorcio por los motivos más fútiles y la defensa del lazo indisoluble del amor (Mc 10,1-10) tienen su sentido ético de salvaguarda de la dignidad de la mujer.

Si admiramos la sensibilidad femenina de Jesús (la dimensión anima), su profundo sentido espiritual de la vida, hasta el punto de ver su acción providente en cada detalle de la vida como en los lirios del campo, entonces debemos también suponer que él profundizó esta dimensión a partir de su contacto con las mujeres con las que convivió. Jesús aprendió, no sólo enseñó. Las mujeres con su anima completaron su masculino, el animus.

En resumen, el mensaje y la práctica de Jesús significan una ruptura con la situación imperante y la introducción de un nuevo tipo de relación, fundado no en el orden patriarcal de la subordinación, sino en el amor como mutua donación que incluye la igualdad entre el hombre y la mujer. La mujer irrumpe como persona, hija de Dios, destinataria del sueño de Jesús y convidada a ser, junto con los varones, también discípulas y miembros de un nuevo tipo de humanidad.

Un dato de la investigación reciente viene a confirmar esta constatación. Dos textos, llamados evangelios apócrifos, el Evangelio de María (edición de Vozes 1998) y el Evangelio de Felipe (Vozes 2006) muestran una relación claramente afectiva de Jesús. Como varón él vivió profundamente esta dimensión.
Allí se dice que él mantenía una relación especial con María de Magdala, llamada “compañera” (koinónos ). En el evangelio de María, Pedro confiesa: “Hermana, nosotros sabemos que el Maestro te amó de modo diferente a las otras mujeres” (op. cit., p. 111) y Leví reconoce que “el Maestro la amó más que a nosotros”. Ella es presentada como su interlocutora principal, comunicándole enseñanzas no disponibles para los discípulos. De las 46 preguntas que los discípulos hacen a Jesús después de su resurrección, 39 son hechas por María de Magdala (cf. Traducción y comentario de J.Y. Leloup, Vozes 2006, p. 25-46).

El Evangelio de Felipe dice todavía: “Tres acompañaban siempre al Maestro, María su madre, la hermana de su madre y Miriam de Magdala, que es conocida como su compañera porque Miriam es para Él una hermana, una madre y una esposa” (koinónos: Evangelio de Felipe, Vozes 2006, p. 71). Más adelante particulariza afirmando: “El Señor amaba a María más que a todos los demás discípulos y la besaba frecuentemente en la boca. Los discípulos, al ver que la amaba, le preguntaban: ¿por qué la amas a ella más que a todos nosotros? El Redentor les respondió diciendo: ¿Y qué?, ¿no debo amarla a ella tanto como a vosotros?” (Evangelio de Felipe, op. cit., p. 89).

Aunque tales relatos puedan ser interpretados en el sentido espiritual de los gnósticos, pues esa es su matriz, no debemos –dicen reconocidos exégetas (cf. A. Piñero, El otro Jesús: la vida de Jesús en los apócrifos, Córdoba 1993, p. 113)–, excluir un fondo histórico verdadero, a saber, una relación concreta y carnal de Jesús con María de Magdala, base para el sentido espiritual. ¿Por qué no? ¿Hay algo más sagrado que el amor efectivo entre un hombre (el Hijo del Hombre, Jesús) y una mujer?

Un antiguo dicho de la teología afirma «todo aquello que no es asumido por Jesucristo no está redimido». Si la sexualidad no hubiese sido asumida por Jesús, no habría sido redimida. La dimensión sexuada de Jesús no quita nada de su dimensión divina. Antes bien, la hace concreta e histórica. Es su lado profundamente humano.

https://amerindiaenlared.org/contenido/12270/las-mujeres-en-la-vida-de-jesusy-su-companeramiriam-de-magdala/ 


domingo, 11 de marzo de 2018

15° ENC. REG. DE SALUD POPULAR CEBMx - 19 y 20 de mayo 2018 Cadereyta | Región 9 Noreste

Las CEBs de México, Región 9 Noreste, y la Parroquia Santuario Ntra. Sra. de Guadalupe en Cadereyta Jiménez NL, les invitamos al:

15° ENCUENTRO REGIONAL DE SALUD POPULAR 
los días 19 y 20 de Mayo de 2018 (Sáb y Dom)


LUGAR
Instituto Cadereyta, ubicado en Hidalgo y Fco. I. Madero, Centro de Cadereyta. 

TALLERES
1) ACUPUNTURA con Claudia Chávez
2) AURICULOTERAPIA con Ana María Pesci
3) BIOMAGNETISMO con Marisela Álvarez
4) CREMAS para LA BELLEZA con Silvia Puente
5) ENFERMEDADES DE LA MUJER con Marilú Rojas y Alba Fdz
6) FLORES DEL ALBA con J. Gerardo Camacho
7) HERBOLARIA en Microdosis con Juan Manuel Zepeda
8) HUERTOS ECOLÓGICOS FAMILIARES con
9) MAGNETOTERAPIA con Teresita Ríos
10) MASAJE TERAPÉUTICO con Mario Sánchez
11) MASAJE TRADICIONAL con Francisca Yáñez
12) OSTEOPATÍA con Yolanda T.
13) QUIROPRAXIS con Rodolfo Treviño
14) REFLEXOLOGÍA con María Concepción Morales
15) TEMAZCAL con Francis Alvizo

* Para ver un poco más sobre los talleres: https://sites.google.com/view/15ersp-cebmx-2018/talleres

INSCRIPCIÓN
Te puedes inscribir y pagar en la oficina parroquial, personalmente o llamando al (81) 828- 2843043.
pero también se puede por Internet (http://goo.gl/forms/DReJ9bFH7d), 
o escribiendo al email: parremedios@gmail.com 
o por WhatsApp al cel. 8123848712. 
Una vez pre-inscrito, el pago correspondiente se puede hacer incluso hasta el día del Encuentro.

APORTACIÓN
Pre-inscripción antes del encuentro:
- $400 para cinco promotores de salud popular por diócesis y que presenten carta de envío de su Animador Regional CEB y de su párroco.
- $500 para estudiantes y personas de 60 años en adelante. Presentar su credencial de estudiante o de elector, según. 
- $700 para el resto.
- $800 para todos los que se registran el mero día del evento o un día anterior.
Incluye un taller, y las comidas del sábado y domingo.

HORARIO
- Sábado: 8 am Inscripciones; 9 am Conferencia; 10:30 am Talleres hasta las 6:30 pm. 
- Domingo: 9 am: Talleres; 2:00 pm: Entrega de constancias en salones; 2:30 pm: Comida, durante la cual se hace la entrega de constancias y el sorteo de una cama portátil de masaje.

HOSPEDAJE
El hospedaje puede ser en casas de la comunidad (habrá límite) o en hotel, los cuales se publicarán por Internet: https://sites.google.com/view/15ersp-cebmx-2018/hoteles

INFORMES
Tel. Ofic. (01-828) 2843043 y Cel. 8123848712 por mensajes. Email: parremedios@gmail.com

* ¡Comparte esta invitación con tus amigos!

"Por la fe en Cristo Jesús todos ustedes son hijos de Dios. 
Ya no se distinguen judío y griego, esclavo y libre, hombre y mujer, 
porque todos ustedes son uno con Cristo Jesús."
(Gal 3, 26.28)


ME QUIERO, LUEGO ME CURO
La salud a tu alcance

sábado, 3 de marzo de 2018

[BoffSemanal] Las mujeres en la vida de Jesús y su compañera Miriam de Magdala

Las mujeres en la vida de Jesús
y su compañera Miriam de Magdala

2018-03-02



Jesús es judío, y no cristiano, pero rompió con el antifeminismo de su tradición religiosa. Considerando su gesta y sus palabras se percibe que se mostraba sensible a todo lo que pertenece a la esfera de lo femenino, en contraposición a los valores de lo masculino cultural, centrado en la sumisión de la mujer. En él encontramos, con frescor originario, sensibilidad, capacidad de amar y perdonar, ternura con los niños, con los pobres y compasión con los sufridores de este mundo; apertura indiscriminada a todos, especialmente a Dios, al que llama Papá (Abba ). Vive rodeado de discípulos, hombres y mujeres. Desde que inicia su peregrinación de predicador, ellas lo siguen (Lc 8,1-3; 23,49; 24,6-10; cf. E. Schlüsser-Fiorenza, Discipulado de iguales, 1995).

En razón de la Utopía que predica –el Reino de Dios, que es la liberación de todo tipo de opresión–, rompe varios tabús que pesaban sobre las mujeres. Mantiene una profunda amistad con Marta y María (Lc 10,38). Contra el ethos del tiempo, conversa públicamente y a solas con una hereje samaritana, causando asombro a los discípulos (Jn 7,53-8,10). Se deja tocar y ungir los pies por una conocida prostituta, Magdalena (Lc 7,36-50). Son varias las mujeres que se beneficiaron de su cuidado: la suegra de Pedro (Lc 4,38-39); la madre del joven de Naín, resucitado por Jesús (Lc 7,11-17); la hijita muerta de Jairo, un jefe de la sinagoga (Mt 9,18-29); la mujer encorvada (Lc 13,10-17); la pagana sirofenicia, cuya hija psíquicamente enferma fue liberada (Mc 7,26); y la mujer que sufría de un flujo de sangre desde hacía doce años (Mt 9,20-22). Todas fueron curadas.

En sus parábolas aparecen muchas mujeres, especialmente mujeres pobres, como la que perdió la moneda (Lc 15,8-10), la viuda que echó dos centavos en el cofre del templo y era todo lo que tenía (Mc 12,41-44), la otra viuda, valiente, que se enfrentó al juez (Lc 18,1-8)... Nunca son presentadas como discriminadas, sino con toda su dignidad, a la altura de los varones. La crítica que hace de la práctica social del divorcio por los motivos más fútiles y la defensa del lazo indisoluble del amor (Mc 10,1-10) tienen su sentido ético de salvaguarda de la dignidad de la mujer.

Si admiramos la sensibilidad femenina de Jesús (la dimensión anima), su profundo sentido espiritual de la vida, hasta el punto de ver su acción providente en cada detalle de la vida como en los lirios del campo, entonces debemos también suponer que él profundizó esta dimensión a partir de su contacto con las mujeres con las que convivió. Jesús aprendió, no sólo enseñó. Las mujeres con su anima completaron su masculino, el animus.

En resumen, el mensaje y la práctica de Jesús significan una ruptura con la situación imperante y la introducción de un nuevo tipo de relación, fundado no en el orden patriarcal de la subordinación, sino en el amor como mutua donación que incluye la igualdad entre el hombre y la mujer. La mujer irrumpe como persona, hija de Dios, destinataria del sueño de Jesús y convidada a ser, junto con los varones, también discípulas y miembros de un nuevo tipo de humanidad.

Un dato de la investigación reciente viene a confirmar esta constatación. Dos textos, llamados evangelios apócrifos, el Evangelio de María (edición de Vozes 1998) y el Evangelio de Felipe (Vozes 2006) muestran una relación claramente afectiva de Jesús. Como varón él vivió profundamente esta dimensión.

Allí se dice que él mantenía una relación especial con María de Magdala, llamada "compañera" (koinónos ). En el evangelio de María, Pedro confiesa: "Hermana, nosotros sabemos que el Maestro te amó de modo diferente a las otras mujeres" (op. cit., p. 111) y Leví reconoce que "el Maestro la amó más que a nosotros". Ella es presentada como su interlocutora principal, comunicándole enseñanzas no disponibles para los discípulos. De las 46 preguntas que los discípulos hacen a Jesús después de su resurrección, 39 son hechas por María de Magdala (cf. Traducción y comentario de J.Y. Leloup, Vozes 2006, p. 25-46).

El Evangelio de Felipe dice todavía: "Tres acompañaban siempre al Maestro, María su madre, la hermana de su madre y Miriam de Magdala, que es conocida como su compañera porque Miriam es para Él una hermana, una madre y una esposa" (koinónos: Evangelio de Felipe, Vozes 2006, p. 71). Más adelante particulariza afirmando: "El Señor amaba a María más que a todos los demás discípulos y la besaba frecuentemente en la boca. Los discípulos, al ver que la amaba, le preguntaban: ¿por qué la amas a ella más que a todos nosotros? El Redentor les respondió diciendo: ¿Y qué?, ¿no debo amarla a ella tanto como a vosotros?" (Evangelio de Felipe, op. cit., p. 89).

Aunque tales relatos puedan ser interpretados en el sentido espiritual de los gnósticos, pues esa es su matriz, no debemos –dicen reconocidos exégetas (cf. A. Piñero, El otro Jesús: la vida de Jesús en los apócrifos, Córdoba 1993, p. 113)–, excluir un fondo histórico verdadero, a saber, una relación concreta y carnal de Jesús con María de Magdala, base para el sentido espiritual. ¿Por qué no? ¿Hay algo más sagrado que el amor efectivo entre un hombre (el Hijo del Hombre, Jesús) y una mujer?

Un antiguo dicho de la teología afirma «todo aquello que no es asumido por Jesucristo no está redimido». Si la sexualidad no hubiese sido asumida por Jesús, no habría sido redimida. La dimensión sexuada de Jesús no quita nada de su dimensión divina. Antes bien, la hace concreta e histórica. Es su lado profundamente humano.


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para novedades
2 de marzo de 2018
Saludos, amigos/as. 

• El artículo semanal de BOFF; esta vez con alguna cuestión llamativa, sobre «Las mujeres en la vida de Jesús y su compañera Miriam de Magdala», en la Página de Boff en Koinonía

• Desafíos de la nueva cosmología a las religiones, de J.M. VIGIL, publicado en la revista Anatéllein, de Córdoba, Argentina, diciembre 2017. Artículo notablemente ampliado sobre una versión anterior aparecida en la RELaT 411 hace ya tiempo. 

• Están disponibles las varias ediciones digitales, en 4 diferentes idiomas, de la AGENDA LATINOAMERICANA'2018

• El nuevo portal de Pedro CASALDÁLIGA, a sus 18 días de estar en línea, sobrepasa las 18.000 visitas y los 300 seguidores. 

• Ya están disponibles en su archivo digital los materiales de la edición de este año de la AGENDA LATINOAMERICANA, en tres idiomas (portugués, castellano y catalán). O en la casilla inferior izquierda del portal de Koinonía

Saludos del Equipo Koinonía.

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