sábado, 30 de octubre de 2021

Aporte de la Alianza de Redes Eclesiales para la Ecología Integral ante la COP26

 

Aporte de la Alianza de Redes Eclesiales para la Ecología Integral ante la COP26


* LA COP26 se celebrará del 1 al 12 de noviembre 2021 en Glasgow, Escocia

Mauricio López, actual coordinador de Programas y Redes de Acción Pastoral del Consejo Episcopal Latinoamericano – CELAM, habla para Vatican News sobre las contribuciones de la Iglesia en este evento internacional, concretamente a través del trabajo que realiza la Alianza de Redes Eclesiales para la Ecología Integral ante el desafío de "construir una comunidad planetaria que cuide de toda la vida en la Tierra".

Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano

En el marco de la COP26, es decir la 26° Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2021 que se celebra del 1 al 12 de noviembre en la ciudad de Glasgow, Escocia, Vatican News conversó con Mauricio López, actual coordinador de Programas y Redes de Acción Pastoral del Consejo Episcopal Latinoamericano – CELAM, sobre las contribuciones que puede aportar la Iglesia en este evento internacional, concretamente a través del trabajo que realiza la Alianza de Redes Eclesiales para la Ecología Integral (ENA por sus siglas en inglés).

"La ENA ha nacido de un proceso de articulación de redes territoriales asumiendo el mandato y el compromiso de la encíclica papal Laudato si' para el cuidado de la casa común, y en perspectiva de la articulación interinstitucional e intercongregacional buscando una dimensión territorial que vaya más allá de los propios países", explica Mauricio López.

Los efectos del cambio climático cruzan todas las fronteras

Asimismo, el coordinador de Redes de AcciónPastoral del CELAM hace hincapié en que los fenómenos sociales y ambientales cruzan todo tipo de fronteras, ya que las realidades desafiantes para los pueblos originarios y comunidades campesinas, se extienden sin respetar los límites geográficos. Por eso, el impacto del cambio climático está afectando la vida de todos, pero afecta de un modo más contundente a los pobres y excluidos.

Líderes del mundo: ¡Despierten y enfrenten los desafíos!

A la luz de esta crisis ecológica y sistemática, la Alianza de Redes Eclesiales para la Ecología Integral lanza un llamamiento a los líderes mundiales "para que despierten y enfrenten con un espítiru de renovación", este desafío de construir una comunidad planetaria que cuide de toda la vida en la Tierra, porque en esta emergencia climática, no basta con aplicar los enfoques "de lo mismo de siempre"; sino que debemos hacer "que los gobiernos y los poderes empresariales rindan cuentas por el enorme papel que desempeñan en la generación de las toneladas de CO2 que han hecho insostenible esta crisis".

El trabajo de la ENA y el Vaticano

"En este sentido -añade Mauricio López- estamos trabajando de manera cercana y articulada con el Vaticano, específicamente con el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, y con el apoyo significativo del Instituto de Investigación Laudato si' en la universidad de Oxford, que llevan los jesuitas en el Campion Hall".

"Este posicionamiento que les presentamos de cara a la COP26 -concluye López- es un esfuerzo de dar rostros, voces y testimonios vivos, de hombres y mujeres que viven en el territorio panamazónico, para que además de los posicionamientos políticos, científicos, espirituales y eclesiales; ellos puedan revelar sus historias concretas. Y hay muchas instancias trabajando en ello, tanto de la sociedad civil como de la Iglesia con el fin de visibilizar la situación de crisis climática que estamos viviendo. Pensamos que nuestra contribución más importante es presentar estas historias".

Mauricio López y la labor de la ENA
29 octubre 2021


viernes, 29 de octubre de 2021

La Alianza de Redes Eclesiales para la Ecología Integral presenta documento de cara a la COP26 - 2021.oct

 

La Alianza de Redes Eclesiales para la Ecología Integral presenta documento de cara a la COP26


Bogotá D. C. 29 de octubre 2021

ADN Celam. La Iglesia de América Latina y el Caribe, a través de la ENA (por sus siglas en inglés Eclesial Network Ecology) o en español la Alianza de Redes Eclesiales para la Ecología Integral, tendrá una importante participación en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021–COP26–, que iniciará este 31 de octubre en Glasgow, Escocia.


Recibe por WhatsApp y Telegram las noticias de la Iglesia latinoamericana y caribeña https://bit.ly/3s8H18n
Descarga la Síntesis Narrativa de la Asamblea Eclesial: Las voces del Pueblo de Dios en su punto https://bit.ly/3uEVU4s


En esta red participa activamente el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), por ello Monseñor Miguel Cabrejos, presidente de este organismo colegiado, aseguró que junto con la ENA  presentarán ante la COP26 el documento “Construyamos una comunidad planetaria que cuide de toda la vida en la tierra”.

Con este documento las organizaciones eclesiales “fijan posición y hacen llamado ético a quienes tomarán decisiones reunidos en Glasgow”, por tanto “tenemos esperanza que las decisiones que se tomen en este magno evento puedan ayudar a ‘cambiar de rumbo’ y emprender una verdadera transición hacia un sistema de convivencia humana sostenible, fraterna y solidaria”.

Además la ENA está integrada por la REPAM (Red Eclesial Panamazónica), la red de la  Cuenca del Congo (REBAC), la región de Asia y Oceanía (RAOEN – Red Eclesial del Río sobre el Océano), Mesoamérica (REMAM), el Gran Chaco y el territorio del Acuífero Guaraní, así como las de Europa (ELSiA y CIDSE) y América del Norte (Canadá y Estados Unidos), con el apoyo del Instituto de Investigación Laudato Si´ (LSRI) y el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral del Vaticano.

Un trabajo en articulación

Por su parte, Mauricio López, director del Centro de Redes y Acción Pastoral del Celam, explicó que la ENA “ha nacido de un proceso de articulación de redes territoriales asumiendo el mandato y el compromiso de la encíclica papal Laudato Si’, para el cuidado de la casa común y en perspectiva de articulación interinstitucional, intercongregacional y de dimensión territorial más allá de los propios países”.

“Esta alianza se ha creado a partir de experiencias ya existentes, pero que se han suscitado sobre todo a la luz de la experiencia de la territorialidad Panamazónica, y donde el propio Sínodo especial para la Amazonía, pidió una perspectiva en clave de cuatro sueños: sueño social, sueño ecológico, sueño cultural y sueño eclesial”, acotó.

Por ello –asegura López–: “Estamos trabajando de manera cercana y articulada con el Vaticano, específicamente con el Dicasterio para el servicio y la promoción del desarrollo humano integral, y con el apoyo significativo también del Instituto de Investigación Laudato Si’, en la Universidad de Oxford, que llevan los jesuitas en el ‘Campion Hall’”.

Presentar los rostros concretos

Sobre el documento ha señalado: “Este posicionamiento que presentamos a ustedes es un esfuerzo de dar rostros, dar voces, de presentar los testimonios vivos de hombres y mujeres en el territorio, para que además de los posicionamientos políticos científicos, y en clave espiritual eclesial, ellos puedan revelar historias concretas”.

“Ya hay muchas instancias haciendo una gran labor tanto de la sociedad civil como de la Iglesia, para visibilizar la situación de crisis climática que estamos viviendo, pensamos que nuestra contribución más importante es presentar las historias, los rostros concretos tanto del impacto que están recibiendo estas poblaciones más vulnerables”, ha dicho.

Por ahora “esta red seguirá trabajando en clave de articulación, sumando al proceso del ‘Sínodo sobre sinodalidad’ para que no queden fuera las voces de estos territorios de la periferia en la conversión de nuestra Iglesia, pero sobre todo tratando de contribuir en este importantísimo espacio de la COP-26”.

Documento en español:

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Los santos de la "puerta de al lado"



Los santos de la "puerta de al lado"

01.11.2019

Religión Digital



Comenzamos el mes de noviembre con la fiesta de todos los santos. Pero, ¿es posible hablar de santidad en este siglo XXI? ¿A alguien le interesa ser santo hoy? En algunos sectores el lenguaje de la santidad sigue utilizándose y algunas personas se preocupan por ser santas. Pero no es la conversación más cotidiana, ni el interés de la mayoría. Eso sí, a la gente del S.XXI le interesa la felicidad, la busca y no deja de tener planes y proyectos, aunque abunden las dificultades. ¿Será que esta búsqueda de felicidad tiene algo que ver con la santidad o es totalmente ajena a ella?

Todo depende de cómo concibamos la santidad. Si santo es separarse de este mundo y buscar una perfección personal, lo más seguro es que no interesa a muchos. Pero si nos apropiamos de la llamada a la santidad que hizo el Vaticano II "para todos" (y no sólo para la vida consagrada o para el ministerio ordenado), la propuesta puede ir muy de la mano de quien busca la felicidad y el sentido de su vida.


El Papa Francisco en su Exhortación Gaudete et Exultate (2016) retoma el tema y, sobre todo, lo centra en lo más importante: la perfección en el amor. Como en la mayoría de sus escritos, vuelve a enfatizar en la importancia del "pueblo de Dios", porque somos llamados a la santidad como pueblo, en comunidad. Por razones históricas la experiencia comunitaria de los orígenes se fue privatizando y hasta el día de hoy muchas personas cultivan ese tipo de espiritualidad y, lo que es preocupante, algunos de los nuevos movimientos laicales también van por esa línea, añadiendo además un rigorismo moral exagerado. No es ese el horizonte de Vaticano II.

Pero bien, el Papa habla de "los santos de la puerta de al lado" que son los varones y mujeres del pueblo de Dios: "los padres que crían con tanto amor a sus hijos, los hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a su casa, los enfermos, las religiosas ancianas que siguen sonriendo (…) son aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios" (n.7). También el Papa dice que la santidad excede los límites de la iglesia católica porque el Espíritu suscita signos de su presencia, que ayudan a los mismos discípulos de Cristo" (n. 9).


Señala dos peligros para la santidad valiéndose de dos herejías antiguas: el gnosticismo y el pelagianismo. La santidad no es una doctrina que se aprende (gnosticismo) pero tampoco es una perfección humana que se consigue a fuerza de voluntad (pelagianismo). La santidad es don de Dios que se acoge y ella da fruto en nuestra vida.

La santidad es la "perfección en el amor", y el Papa profundiza esta afirmación refiriéndose a dos textos imprescindibles de la vida cristiana. Las bienaventuranzas (Mt 5) que son el plan de vida del creyente y el juicio final (Mt 25), en el que la única condición para poder entrar al reino del Padre es reconocer al Señor en el hambriento, en el sediento, etc. "porque todo lo que hiciste con uno de estos más pequeños, a mí me lo hiciste". Es otra manera de explicar lo que Juan, en su primera carta dice claramente: "quien no ama al prójimo a quien ve, no puede amar a quien no ve" (4, 20).

En la exhortación el Papa hace una larga explicación de cada una de las Bienaventuranzas porque, en verdad, daría mucha riqueza a la vida cristiana, centrarse más en ellas y no solamente en los 10 mandamientos, como normalmente se acostumbra.

La santidad es "ser pobres de espíritu" -según el evangelio de Mateo- que significa alcanzar la libertad interior, pero también vivir una existencia austera y despojada -como dice Lucas- al referirse a "Felices los pobres" (Lc 6,20)

La santidad es "ser manso, para poseer la tierra" a diferencia del orgullo que se cultiva en la sociedad. Los discípulos de Cristo están llamados a la mansedumbre -fruto del espíritu-, propio de quien deposita toda su confianza en Dios.

La santidad es "saber llorar con los demás", compartir el sufrimiento ajeno y afrontar las situaciones dolorosas. No dejarse llevar por la indiferencia sino solidarizarse con el sufrimiento del mundo para transformarlo.

La santidad es "tener hambre y sed de justicia", porque estas necesidades básicas han de ser cubiertas para todo ser humano y es un clamor que los profetas ya hacían desde antiguo: "Buscad la justicia, socorred al oprimido, proteged el derecho del huérfano, defended a la viuda" (Is 1,17).

La santidad es "ser misericordiosos" (Lc 6,36-38) mucho más diciente que el "ser perfectos" del evangelista Mateo (5, 48) porque nos remite a ese servicio incondicional hacia los demás como Dios mismo lo hace con cada uno de nosotros.

La santidad es tener "un corazón limpio para poder ver a Dios" que significa tener un corazón sencillo, sin doblez, auténtico, transparente.

La santidad es "trabajar por la paz" que supone el no excluir a nadie. Más aún, se nos llama a ser artesanos de la paz porque esta no se da fácilmente, no significa ausencia de conflicto, sino construcción continua de la búsqueda de consenso, de armonía, de posibilidad de vida para todos.

La santidad es "ser perseguidos a causa de la justicia" porque el reino de Dios reclama una sociedad justa y en paz y esto no se puede hacer sin una gran dosis de entrega personal para contrarrestar todos los obstáculos a la justicia que nacen de los intereses personales y los egoísmos grupales que, una y otra vez, retrasan la plenitud del reino.

En definitiva, cada una de las bienaventuranzas merece una reflexión detenida que permite entender la profundidad de la propuesta del reino. Pero, como lo propone el Papa, en definitiva "el gran protocolo por el que seremos juzgados" (Mt 25) es el de la misericordia que tuvimos con los demás viendo en ellos al mismo Cristo que sufre y reclama nuestro amor.

Los "santos de la puerta de al lado" son todos los varones y mujeres que día a día construyen la vida social y ponen todo de su parte para sembrar el bien, el perdón, la justicia y la paz. A esta santidad estamos todos llamados. No decaigamos en el deseo de formar también parte de estos "santos de la puerta de al lado".



Imagen tomada de: https://www.slideshare.net/norithramosvela/el-llamado-a-la-santidad


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75.html 

lunes, 25 de octubre de 2021

50 años de la Teología de la liberación - Gustavo Gutiérrez - 2021


50 años de la Teología de la liberación


Contraviniendo la Ley de la gravedad, aquí la economía cuando chorrea, chorrea hacia arriba. Sé que no somos mucho de respetar las leyes, pero al menos la de Newton habría que respetarla”.

R.P. Gustavo Gutiérrez, 2010, en entrevista para PuntoEdu 173.




Publicación fundacional

El padre Gustavo Gutiérrez publicó, en 1971, Teología de la liberación. Perspectivas, que inició una corriente renovadora que enriqueció el concepto de lo que representa una teología, poniendo el foco en “la opción preferencial por los pobres”. 

FRAGMENTO
"La teología de la liberación nos propone, tal vez, no tanto un nuevo tema para la reflexión, cuanto una nueva manera de hacer teología. La teología como una reflexión crítica de la praxis histórica es así una teología liberadora, una teología de la transformación liberadora de la historia de la humanidad y, por ende, también, de la porción de ella –reunida en ecclesia- que confiesa abiertamente a Cristo. Una teología que no se limita a pensar el mundo, sino que busca situarse como un momento del proceso a través del cual el mundo es transformado: abriéndose -en la protesta ante la dignidad humana pisoteada, en la lucha contra el despojo de la inmensa mayoría de los hombres, en el amor que libera, en la construcción de una nueva sociedad, justa y fraternal- al don del reino de Dios”.
Gustavo Gutiérrez, Teología de la liberación. Perspectivas

Vínculo permanente con Roma

En sus primeros años, la teología de la liberación fue cuestionada por los sectores más conservadores de la Iglesia. Incluso algunos piensan que el padre Gustavo Gutiérrez había sido excluido o sancionado, lo cual nunca ocurrió. El padre Gustavo siempre formó parte de la Iglesia, que, como toda institución, cuenta con representantes de diversas vertientes de pensamiento. 


Iglesia que estaba en renovación

Dos eventos previos que influyeron en la teología de la liberación fueron el Concilio Vaticano II, que entre 1962 y 1965 reunió a representantes de la iglesia universal, y la conferencia de Medellín de 1968, de enorme impacto entre los miembros del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).


Reformas del Concilio Vaticano II

El Concilio acercó la Iglesia católica a los fieles de a pie y a los pobres, e influyó en el activo desarrollo de un pensamiento teológico. Entre sus reformas más notorias están:
El Concilio marcó un retorno a las fuentes del Evangelio y abrió las ventanas de la Iglesia al mundo contemporáneo.
Abrió el diálogo y fomentó el ecumenismo con otras religiones. Nadie debería ser forzado a aceptar la religión católica. 
Emprendió una reforma litúrgica significativa que implicó la celebración de la Eucaristía en los diversos idiomas y cara al pueblo.
Promovió el  compromiso activo del laicado en la sociedad y la solidaridad con los pobres.

Vida y obra

Gustavo Gutiérrez nació en Lima el 8 de junio de 1928 y creció junto a dos hermanas menores. Una temprana osteomielitis le obligó a estudiar en casa y se convirtió en ávido lector. Esta vocación por el conocimiento cimentó su carrera académica.

Alternó cursos de Medicina en la UNMSM y de Letras en la PUCP por casi tres años hasta que, en 1950, los dejó para seguir su vocación sacerdotal, en la que completó diversos estudios.


Grados y títulos académicos


En su etapa como seminarista, viajó a Europa para formarse en varias especialidades:


1951: obtuvo el grado de bachiller en Filosofía por la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica).  


1952 – 1955: se graduó en Psicología por la Universidad Católica de Lovaina. Obtuvo su título de licenciatura con la tesis “Sources et premiers  développements de la notion de conflit psychique chez Freud”. 


1955 – 1959:  obtuvo la licenciatura en Teología por la Universidad Católica de Lyon (Francia).


Posgrados en teología


1959 – 1960: Universidad Gregoriana (Roma, Italia)


1962 – 1963: Instituto Católico de París (Francia)


1985: doctorado en Teología por la Universidad Católica de Lyon


Trayectoria pastoral

Gustavo Gutiérrez se ordenó como sacerdote diocesano a los 31 años, e inició un largo e importante camino pastoral. En esta foto posterior, está junto al padre Jorge Álvarez Calderón -padrino de ordenación sacerdotal del actual arzobispo de Lima, monseñor Carlos Castillo- y al cardenal Juan Landázuri Rickets, quien era el arzobispo de Lima. En el año 2009, a los 81 años, se une a la Orden Dominica, a la que también perteneció fray Bartolomé de las Casas. 


Tareas desarrolladas


1965: participó en el Concilio Vaticano II como observador y colaborador del cardenal Juan Landázuri y de monseñor Larraín, presidente de la Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM). 


1967-1978: se integró al equipo teológico-pastoral del CELAM.


1968: participó en la “Conferencia de Medellín”, uno de los eventos precursores de la teología de la liberación.    


1960 - actualidad: es asesor de la Unión Nacional de Estudiantes Católicos (UNEC). 


1974-1980: fue fundador y director del Instituto Bartolomé de las Casas.


1979: fue asesor de los obispos Helder Cámara, cardenal Aloysius Lorscheider, Leonidas Proaño y otros en la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, Puebla (México).




Cariño popular

Entre 1980 y el 2000, estuvo a cargo de la Iglesia Cristo Redentor, en el Rímac. Aquí, su querida parroquia celebra con él sus 70 años

Reconocimientos

El padre Gutiérrez es un autor prolífico: ha publicado decenas de artículos académicos y de divulgación, y numerosos libros que profundizan aspectos de la teología de la liberación, varios de los cuales han sido traducidos a distintos idiomas. 

Por su trayectoria académica y pastoral, más de 30 universidades e instituciones, peruanas y extranjeras, le han otorgado el título de doctor honoris causa y otros reconocimientos.


Principales distinciones


1973:  Religious Book Award of the Catholic Press Association, for Best Book in Theology, por Theology of Liberation 


1993:  caballero de la Legión de Honor, Gobierno Francés


1995:  miembro de la Academia Peruana de la Lengua        


2002:  miembro honorario de la American Academy of Arts and Sciences, Estados Unidos 


2003: Premio Príncipe de Asturias en Comunicación y Humanidades 


2003: Medalla de Honor del Congreso de la República del Perú en el grado de Gran Cruz  


2006: Medalla de la Defensoría del Pueblo del Perú 


2009: magíster en Sagrada Teología, distinción otorgada por la Orden Dominica


2012: Premio Nacional de Cultura, Perú  


2018: Palmas Magisteriales en grado de Amauta, Perú


Familia PUCP

En 1960, el padre Gutiérrez empezó a dictar en la PUCP, en nuestra Facultad de Letras y en la Facultad de Ciencias Sociales, y se retiró tras más de cuatro décadas, como profesor principal, en el año 2003. Sus exalumnos lo recuerdan como un gran maestro e intelectual. Por sus extraordinarios aportes, el 16 de diciembre del 2003 fue distinguido como profesor emérito de la PUCP.


Palabras del Dr. Lerner 


"Padre Gustavo, reconocemos en usted su vocación de entrega al prójimo propia del sacerdote, de aquel que ofrece cuidado, del cura y, seguramente, es así como prefiere ser acogido. Justamente es de ese modo que le queremos; por ser bueno, sencillo, sabio y también por ser maestro. De allí nuestra profunda alegría al proclamarlo profesor emérito de esta casa de estudios, que se honra en contarlo entre uno de los suyos”.


Dr. Salomón Lerner Febres


Discurso del rector emérito de la PUCP durante la ceremonia de distinción como profesor emérito del padre Gutiérrez.


Lee AQUÍ el discurso completo.


Y en abril del 2010 recibió la medalla de honor Padre Jorge Dintilhac. 


___________________

Esta página es un pequeño homenaje a su amplia trayectoria pastoral, académica y, por sobre todo, humana.

Agradecemos a los docentes Catalina Romero y Santiago Pedraglio por su colaboración en la elaboración de este espacio, y al Instituto Bartolomé de Las Casas por brindarnos algunas de las fotografías usadas.

Para celebrar este aniversario y profundizar desde diversos aspectos el aporte y la significación de este libro, nuestro Departamento de Teología, el Instituto Bartolomé de Las Casas y el Centro de Estudios y Publicaciones realizarán este evento:


La pobreza es muerte temprana e injusta. La pobreza es destructora de personas y de familias. La pobreza nunca es buena, nunca. Como dice Hannah Arendt: 'El pobre es aquel que no tiene derecho a tener derechos'. Por eso, el compromiso con el pobre no puede evitar la denuncia de las causas de la pobreza”.

R.P. Gustavo Gutiérrez, 2017, entrevista en el diario El Mundo



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