Creo en las comunidades eclesiales de base (CEBs)
Adital
20100308
1. Las CEBs me enseñaron a ser obispo"
En 1997 celebrando los 25 años de las CEBs y de mi ordenación sacerdotal me atreví a afirmar en esa asamblea de más de 300 personas que las CEBs me habían hecho misionero sacerdote. Aunque uno exprese lo que siente, le queda la duda de ser un tanto exagerado, de haberse pasado un pelín. Parece que no me extralimité, porque diez años más tarde, conmemorando el 35 aniversario de las CEBs, Mons. Carlos Mª Ariz cmf en la eucaristía oficiada en la catedral de Colón dijo con todo aplomo y sinceridad: "las comunidades eclesiales de base me enseñaron a ser obispo". Los presentes nos quedamos boquiabiertos. Sabíamos del cariño y la comunión existente entre las CEBs y el "hermano obispo", pero desconocíamos esa hermandad y maternidad ministerial.
2. Un modelo de iglesia latinoamericano reconocido universalmente
Desde Medellín (1968) a Aparecida (2007), pasando por Puebla y Santo Domingo, se ha mantenido en todos los documentos del episcopado latinoamericano este modelo de Iglesia inserto entre los pobres y sencillos. De los obispos de Panamá citamos nada más una resolución de 1983: "Optamos por la promoción de las CEBs para que dentro de las parroquias, y de la diócesis, integren la estructura básica de la Iglesia en Panamá, comunidad de comunidades". De América Latina traemos una frase del cardenal de Brasil Mons. Aloisus Lorscheider: "Las Cebs son la mejor manera de de vivir el evangelio". Y terminamos con una intuición del cardenal Kim: "Las Cebs son la única alternativa para el futuro de la misión en Corea". También acreditan esta manera de ser y sentirse iglesia los documentos papales: E. nuntiandi nº58, Redentoris missio nº51 y C. laici nº26. No conozco otro modelo de Iglesia, no digo movimiento, propuesto tan ampliamente como las CEBs.
3. Una zona misionera dura y bella
Desde Medellín (1968) a Aparecida (2007), pasando por Puebla y Santo Domingo, se ha mantenido en todos los documentos del episcopado latinoamericano este modelo de Iglesia inserto entre los pobres y sencillos. De los obispos de Panamá citamos nada más una resolución de 1983: "Optamos por la promoción de las CEBs para que dentro de las parroquias, y de la diócesis, integren la estructura básica de la Iglesia en Panamá, comunidad de comunidades". De América Latina traemos una frase del cardenal de Brasil Mons. Aloisus Lorscheider: "Las Cebs son la mejor manera de de vivir el evangelio". Y terminamos con una intuición del cardenal Kim: "Las Cebs son la única alternativa para el futuro de la misión en Corea". También acreditan esta manera de ser y sentirse iglesia los documentos papales: E. nuntiandi nº58, Redentoris missio nº51 y C. laici nº26. No conozco otro modelo de Iglesia, no digo movimiento, propuesto tan ampliamente como las CEBs.
3. Una zona misionera dura y bella
He tenido el privilegio de nacer y crecer con las CEBs en el Vicariato apostólico de Darién, república de Panamá. Este comprendía, en aquellos tiempos de 1972, la provincia de Darién, la intendencia de San Blas y Colón. Dentro de esta última provincia, además de la capital, había tres grandes zonas: la Costa Arriba, la Costa Abajo-Lago y la Transistmica. La mayor parte de mi vida la pasé entre las CEBs de los 115 pueblos de la zona Costa Abajo-Lago. Las giras misioneras permanentes y prolongadas a través de los ríos, el mar, la selva y el lago eran sumamente arriesgadas y fatigosas, no aptas para timoratos ni endebles. Sé que significa pasar hambre, agotamiento y mal dormir en tablas encorvadas. Las Cebs nacieron en la pobreza e inseguridad de la gente y de los misioneros. En contraste, se podía contemplar la belleza de los crepúsculos y amaneceres sobre la jungla o el Caribe; son de tal calibre que, al recordarlos, quedo tan embelesado como entonces. Sin duda, una tierra dura y linda.
4. Con arroz pincho y mochila al hombro
Cuando me preguntan cómo nacieron las CEBs en la Costa Abajo-Lago, suelo decir: "con arroz pincho y mochila al hombro". Es decir, compartiendo con los cholos y playeros un arroz seco, sin aceite y sin condimento; aceptando su vida, el mejor de sus bienes; y, a la vez, caminando muchas horas con la mochila al hombro, por caminos de barro y lomas y bajo soles tropicales o aguaceros interminables. Fue posible el surgimiento de esta experiencia de fe profunda, comprometida y comunitaria internándose en lo profundo de la montaña y en lo hondo de las personas. Una historia de salvación que fue cuajando lenta y constantemente. Las Cebs se forjaron en una itenerancia geográfica, humana y teológica. Cuánto páramo y peligro para llegar a los seminarios de formación en los distintos centros donde se impartían los seminarios. Mujeres con niños desplazándose durante un día y más. Un proyecto del reino que se hizo marginalidad, periferia y osadía.
5. María y los rasgos que dan carácter a las CEBs.
En nuestra experiencia de 38 años laborando apostólicamente con las CEBs, manera singular de vivir la eclesialidad entre los laicos y sencillos, resaltaría los 10 rasgos más vividos. Sacramento y vida, Biblia y realidad, Fe y liberación, espiritualidad y compromiso, María y mujer-pueblo, evangelio y cultura, religiosidad popular y acompañamiento, ministerios y organización, universal y particular, clerical y laical. Es un conjunto de rasgos vivenciados desde el anuncio, la celebración, el servicio a los pobres y la comunión. Y cada uno de ellos conlleva todo un programa de aplicación pastoral. Es digno de resaltar, como claretianos y cordimarianos, la dimensión mariana de las CEBs. Más que un simple rasgo, es todo un paradigma, un horizonte azul impregnado de magníficas maternales. La acogida, el afecto y la ternura de nuestras CEBs dimanan de esa presencia familiar de María.
6. La Iglesia grande dentro de una Iglesia pequeña.
Mi identidad y pertenencia cristiana y eclesial se han alimentado y desarrollado dentro de la experiencia de fe celebrada y compartida en las CEBs. No dudo de la presencia de la iglesia pequeña en la Iglesia grande, los que desde aquí miran lo podrán atestiguar, yo si puedo confirmar que la iglesia universal se vive desde las CEBs, porque son iglesia, la más pequeña estructura eclesial. El Papa, los documentos del magisterio latinoamericano, la presencia del obispo y el equipo misionero, somos parte de su oración, caminar y cuestionamientos. Como sacerdote mi tarea es la de santificar, formar evangelizadores, y animar y fortalecer en la debilidad, el resto es de la comunidad. Las catequesis de infancia, pre-co-y poscomunión, así como de confirmación y adultos las llevan los ministerios de la evangelización. La celebraciones de la palabra como la dominical, novenas, posadas, velorios etc.. son propias de delegados. Todo lo que es organización: de la mujer, jóvenes, pastoral social, salud, por la tierra, la cultura... es decir, todo lo que abarca la dimensión del servicio al prójimo y a la sociedad, lo ejercen distintos ministerios de las CEBs. La coordinación en sectores dentro de la zona misionera y la preparación para los sacramentos del bautismo y matrimonio son otras tantas tareas que la CEBs asume.
7. Las comunidades eclesiales de base y el Vicariato de Darién
En nuestra experiencia de 38 años laborando apostólicamente con las CEBs, manera singular de vivir la eclesialidad entre los laicos y sencillos, resaltaría los 10 rasgos más vividos. Sacramento y vida, Biblia y realidad, Fe y liberación, espiritualidad y compromiso, María y mujer-pueblo, evangelio y cultura, religiosidad popular y acompañamiento, ministerios y organización, universal y particular, clerical y laical. Es un conjunto de rasgos vivenciados desde el anuncio, la celebración, el servicio a los pobres y la comunión. Y cada uno de ellos conlleva todo un programa de aplicación pastoral. Es digno de resaltar, como claretianos y cordimarianos, la dimensión mariana de las CEBs. Más que un simple rasgo, es todo un paradigma, un horizonte azul impregnado de magníficas maternales. La acogida, el afecto y la ternura de nuestras CEBs dimanan de esa presencia familiar de María.
6. La Iglesia grande dentro de una Iglesia pequeña.
Mi identidad y pertenencia cristiana y eclesial se han alimentado y desarrollado dentro de la experiencia de fe celebrada y compartida en las CEBs. No dudo de la presencia de la iglesia pequeña en la Iglesia grande, los que desde aquí miran lo podrán atestiguar, yo si puedo confirmar que la iglesia universal se vive desde las CEBs, porque son iglesia, la más pequeña estructura eclesial. El Papa, los documentos del magisterio latinoamericano, la presencia del obispo y el equipo misionero, somos parte de su oración, caminar y cuestionamientos. Como sacerdote mi tarea es la de santificar, formar evangelizadores, y animar y fortalecer en la debilidad, el resto es de la comunidad. Las catequesis de infancia, pre-co-y poscomunión, así como de confirmación y adultos las llevan los ministerios de la evangelización. La celebraciones de la palabra como la dominical, novenas, posadas, velorios etc.. son propias de delegados. Todo lo que es organización: de la mujer, jóvenes, pastoral social, salud, por la tierra, la cultura... es decir, todo lo que abarca la dimensión del servicio al prójimo y a la sociedad, lo ejercen distintos ministerios de las CEBs. La coordinación en sectores dentro de la zona misionera y la preparación para los sacramentos del bautismo y matrimonio son otras tantas tareas que la CEBs asume.
7. Las comunidades eclesiales de base y el Vicariato de Darién
Después de la Costa Abajo donde misioné durante 27 años en sus distintas 5 subzonas. Mi destino al Darién me dolió como arrancar un árbol viejo. Logré superarme, pero nunca había sentido tan profundamente que era de carne y hueso. Después de un año en Metetí, aterricé en Agua Fría. Aquí llevo cuatro años, dos años con otro claretiano. A falta de un proyecto pastoral, en colaboración con los evangelizadores existentes, nos pusimos manos a la obra en el 2006. El título de dicho proyecto dice:"Creación, formación y seguimiento de las Comunidades Eclesiales de Base", aprobado el 12 de enero de 2008 en la asamblea de la zona misionera de Agua Fría. En estos dos años vemos ya algunos frutos importantes de este plan pastoral. Nos va a costar más entre los indígenas, primero porque sólo son cinco de 30 comunidades y de dos etnias distintas (kunas y emberás), pero además está la barrera de la lengua.
8. Las CEBs son posibles en equipo y en misión compartida
Aunque me han pedido la experiencia personal de las CEBs, no puedo dejar a un lado el trabajo en equipo y en misión compartida. Si queremos CEBs en comunión profética, litúrgica y social, sólo es posible desde un equipo misionero de sacerdotes, religiosas (os), laicos y laicas. Yo he tenido el privilegio de trabajar siempre en equipo y con una misión compartida. El testimonio y la vida de los misioneros, su ayuda mutua, el acompañamiento y colaboración en la formación de ministerios y en la giras por las comunidades ha constituido una piedra angular en la construcción de las CEBs. Son los mismos laicos que después de 4 años de ausencia como equipo en la Costa Abajo-Lago, echan de menos ese método de evangelizar. La ausencia de religiosas y misioneros laicos en este momento en Agua Fría, no deja de ser un vacio importante para llevar a cabo el plan pastoral.
9. Creo en las Comunidades Eclesiales de Base
Hace años estaba de moda el "yo creo", no sé si alguien se me adelantó con este lema: "Yo creo en las Comunidades Eclesiales de Base", no estoy al tanto de todo lo que se publica. Quiero terminar esta reflexión sobre las CEBs haciendo hincapié en el título propuesto. Y digo "creo en las CEBs" por dos razones: una, por todo lo dicho en los números anteriores, y otra, por la cual las aceptarían más de cuatro involucionista. En los 28 años vividos bajo este modelo pastoral en la Costa Abajo-Lago, en ninguna de las 115 comunidades se instalaron los hermanos separados, que no estuvieran antes, a excepción de una porque inmigró la familia patriarcal completa. Y en esos pocos sitios donde estaban los evangélicos, en todos se instalaron las CEBs. En las comunidades de Agua Fría hay de una a tres iglesias por comunidad. Una pena no haber iniciado este proyecto 15 años antes. Con todo ya estamos presentes en dos de las comunidades donde sólo ellos estaban. Y seguimos.
10. Un sueño y mis señas de identidad
Completo con el número 10 dándoles algunos datos sobre mi vida. Nací en Segovia, España, el 20 de mayo de 1945. Soy misionero claretiano desde 1963 y sacerdote desde 1972. Cumplo este año 38 años de misionero en América Latina, lo único que he querido ser en la vida. Mi ilusión al llegar al tercer mundo era trabajar en áreas difíciles por lo menos 40 años como los grandes misioneros, ya me estoy acercando, espero que Dios me de salud para lograr esta meta o pasarla. He tenido dificultades serias de todo tipo, pero como nos decían nuestras mayores: "cuando tengas tentaciones o peligros, agárrate al manto de la Virgen, que no falla". Así lo puedo certificar. Termino comunicándoles un sueño: estoy construyendo el sexto centro pastoral de mi vida en Agua Fría. No tengo ninguna ONG que lo respalde, pero cuento con los amigos y solidarios de esta misión del Vicariato Apostólico de Darién, ustedes entre ellos. Este centro de cursillos es esencial en la formación de los ministerios que constituyen las bases de las CEBs.
Mi e-mail: celsainz@yahoo.es.
Bendiciones y abrazos misioneros.
Aunque me han pedido la experiencia personal de las CEBs, no puedo dejar a un lado el trabajo en equipo y en misión compartida. Si queremos CEBs en comunión profética, litúrgica y social, sólo es posible desde un equipo misionero de sacerdotes, religiosas (os), laicos y laicas. Yo he tenido el privilegio de trabajar siempre en equipo y con una misión compartida. El testimonio y la vida de los misioneros, su ayuda mutua, el acompañamiento y colaboración en la formación de ministerios y en la giras por las comunidades ha constituido una piedra angular en la construcción de las CEBs. Son los mismos laicos que después de 4 años de ausencia como equipo en la Costa Abajo-Lago, echan de menos ese método de evangelizar. La ausencia de religiosas y misioneros laicos en este momento en Agua Fría, no deja de ser un vacio importante para llevar a cabo el plan pastoral.
9. Creo en las Comunidades Eclesiales de Base
Hace años estaba de moda el "yo creo", no sé si alguien se me adelantó con este lema: "Yo creo en las Comunidades Eclesiales de Base", no estoy al tanto de todo lo que se publica. Quiero terminar esta reflexión sobre las CEBs haciendo hincapié en el título propuesto. Y digo "creo en las CEBs" por dos razones: una, por todo lo dicho en los números anteriores, y otra, por la cual las aceptarían más de cuatro involucionista. En los 28 años vividos bajo este modelo pastoral en la Costa Abajo-Lago, en ninguna de las 115 comunidades se instalaron los hermanos separados, que no estuvieran antes, a excepción de una porque inmigró la familia patriarcal completa. Y en esos pocos sitios donde estaban los evangélicos, en todos se instalaron las CEBs. En las comunidades de Agua Fría hay de una a tres iglesias por comunidad. Una pena no haber iniciado este proyecto 15 años antes. Con todo ya estamos presentes en dos de las comunidades donde sólo ellos estaban. Y seguimos.
10. Un sueño y mis señas de identidad
Completo con el número 10 dándoles algunos datos sobre mi vida. Nací en Segovia, España, el 20 de mayo de 1945. Soy misionero claretiano desde 1963 y sacerdote desde 1972. Cumplo este año 38 años de misionero en América Latina, lo único que he querido ser en la vida. Mi ilusión al llegar al tercer mundo era trabajar en áreas difíciles por lo menos 40 años como los grandes misioneros, ya me estoy acercando, espero que Dios me de salud para lograr esta meta o pasarla. He tenido dificultades serias de todo tipo, pero como nos decían nuestras mayores: "cuando tengas tentaciones o peligros, agárrate al manto de la Virgen, que no falla". Así lo puedo certificar. Termino comunicándoles un sueño: estoy construyendo el sexto centro pastoral de mi vida en Agua Fría. No tengo ninguna ONG que lo respalde, pero cuento con los amigos y solidarios de esta misión del Vicariato Apostólico de Darién, ustedes entre ellos. Este centro de cursillos es esencial en la formación de los ministerios que constituyen las bases de las CEBs.
Mi e-mail: celsainz@yahoo.es.
Bendiciones y abrazos misioneros.
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