50 años de la Teología de la liberación
Contraviniendo la Ley de la gravedad, aquí la economía cuando chorrea, chorrea hacia arriba. Sé que no somos mucho de respetar las leyes, pero al menos la de Newton habría que respetarla”.
R.P. Gustavo Gutiérrez, 2010, en entrevista para PuntoEdu 173.
El padre Gustavo Gutiérrez publicó, en 1971, Teología de la liberación. Perspectivas, que inició una corriente renovadora que enriqueció el concepto de lo que representa una teología, poniendo el foco en “la opción preferencial por los pobres”.
FRAGMENTO
"La teología de la liberación nos propone, tal vez, no tanto un nuevo tema para la reflexión, cuanto una nueva manera de hacer teología. La teología como una reflexión crítica de la praxis histórica es así una teología liberadora, una teología de la transformación liberadora de la historia de la humanidad y, por ende, también, de la porción de ella –reunida en ecclesia- que confiesa abiertamente a Cristo. Una teología que no se limita a pensar el mundo, sino que busca situarse como un momento del proceso a través del cual el mundo es transformado: abriéndose -en la protesta ante la dignidad humana pisoteada, en la lucha contra el despojo de la inmensa mayoría de los hombres, en el amor que libera, en la construcción de una nueva sociedad, justa y fraternal- al don del reino de Dios”.
Gustavo Gutiérrez, Teología de la liberación. Perspectivas
Vínculo permanente con Roma
En sus primeros años, la teología de la liberación fue cuestionada por los sectores más conservadores de la Iglesia. Incluso algunos piensan que el padre Gustavo Gutiérrez había sido excluido o sancionado, lo cual nunca ocurrió. El padre Gustavo siempre formó parte de la Iglesia, que, como toda institución, cuenta con representantes de diversas vertientes de pensamiento.
Iglesia que estaba en renovación
Dos eventos previos que influyeron en la teología de la liberación fueron el Concilio Vaticano II, que entre 1962 y 1965 reunió a representantes de la iglesia universal, y la conferencia de Medellín de 1968, de enorme impacto entre los miembros del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).
Reformas del Concilio Vaticano II
El Concilio acercó la Iglesia católica a los fieles de a pie y a los pobres, e influyó en el activo desarrollo de un pensamiento teológico. Entre sus reformas más notorias están:
El Concilio marcó un retorno a las fuentes del Evangelio y abrió las ventanas de la Iglesia al mundo contemporáneo.
Abrió el diálogo y fomentó el ecumenismo con otras religiones. Nadie debería ser forzado a aceptar la religión católica.
Emprendió una reforma litúrgica significativa que implicó la celebración de la Eucaristía en los diversos idiomas y cara al pueblo.
Promovió el compromiso activo del laicado en la sociedad y la solidaridad con los pobres.
Vida y obra
Gustavo Gutiérrez nació en Lima el 8 de junio de 1928 y creció junto a dos hermanas menores. Una temprana osteomielitis le obligó a estudiar en casa y se convirtió en ávido lector. Esta vocación por el conocimiento cimentó su carrera académica.
Alternó cursos de Medicina en la UNMSM y de Letras en la PUCP por casi tres años hasta que, en 1950, los dejó para seguir su vocación sacerdotal, en la que completó diversos estudios.
Grados y títulos académicos
En su etapa como seminarista, viajó a Europa para formarse en varias especialidades:
1951: obtuvo el grado de bachiller en Filosofía por la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica).
1952 – 1955: se graduó en Psicología por la Universidad Católica de Lovaina. Obtuvo su título de licenciatura con la tesis “Sources et premiers développements de la notion de conflit psychique chez Freud”.
1955 – 1959: obtuvo la licenciatura en Teología por la Universidad Católica de Lyon (Francia).
Posgrados en teología
1959 – 1960: Universidad Gregoriana (Roma, Italia)
1962 – 1963: Instituto Católico de París (Francia)
1985: doctorado en Teología por la Universidad Católica de Lyon
Trayectoria pastoral Gustavo Gutiérrez se ordenó como sacerdote diocesano a los 31 años, e inició un largo e importante camino pastoral. En esta foto posterior, está junto al padre Jorge Álvarez Calderón -padrino de ordenación sacerdotal del actual arzobispo de Lima, monseñor Carlos Castillo- y al cardenal Juan Landázuri Rickets, quien era el arzobispo de Lima. En el año 2009, a los 81 años, se une a la Orden Dominica, a la que también perteneció fray Bartolomé de las Casas.
Tareas desarrolladas
1965: participó en el Concilio Vaticano II como observador y colaborador del cardenal Juan Landázuri y de monseñor Larraín, presidente de la Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM).
1967-1978: se integró al equipo teológico-pastoral del CELAM.
1968: participó en la “Conferencia de Medellín”, uno de los eventos precursores de la teología de la liberación.
1960 - actualidad: es asesor de la Unión Nacional de Estudiantes Católicos (UNEC).
1974-1980: fue fundador y director del Instituto Bartolomé de las Casas.
1979: fue asesor de los obispos Helder Cámara, cardenal Aloysius Lorscheider, Leonidas Proaño y otros en la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, Puebla (México).
Cariño popular
Entre 1980 y el 2000, estuvo a cargo de la Iglesia Cristo Redentor, en el Rímac. Aquí, su querida parroquia celebra con él sus 70 años
Reconocimientos
El padre Gutiérrez es un autor prolífico: ha publicado decenas de artículos académicos y de divulgación, y numerosos libros que profundizan aspectos de la teología de la liberación, varios de los cuales han sido traducidos a distintos idiomas.
Por su trayectoria académica y pastoral, más de 30 universidades e instituciones, peruanas y extranjeras, le han otorgado el título de doctor honoris causa y otros reconocimientos.
Principales distinciones
1973: Religious Book Award of the Catholic Press Association, for Best Book in Theology, por Theology of Liberation
1993: caballero de la Legión de Honor, Gobierno Francés
1995: miembro de la Academia Peruana de la Lengua
2002: miembro honorario de la American Academy of Arts and Sciences, Estados Unidos
2003: Premio Príncipe de Asturias en Comunicación y Humanidades
2003: Medalla de Honor del Congreso de la República del Perú en el grado de Gran Cruz
2006: Medalla de la Defensoría del Pueblo del Perú
2009: magíster en Sagrada Teología, distinción otorgada por la Orden Dominica
2012: Premio Nacional de Cultura, Perú
2018: Palmas Magisteriales en grado de Amauta, Perú
Familia PUCP
En 1960, el padre Gutiérrez empezó a dictar en la PUCP, en nuestra Facultad de Letras y en la Facultad de Ciencias Sociales, y se retiró tras más de cuatro décadas, como profesor principal, en el año 2003. Sus exalumnos lo recuerdan como un gran maestro e intelectual. Por sus extraordinarios aportes, el 16 de diciembre del 2003 fue distinguido como profesor emérito de la PUCP.
Palabras del Dr. Lerner
"Padre Gustavo, reconocemos en usted su vocación de entrega al prójimo propia del sacerdote, de aquel que ofrece cuidado, del cura y, seguramente, es así como prefiere ser acogido. Justamente es de ese modo que le queremos; por ser bueno, sencillo, sabio y también por ser maestro. De allí nuestra profunda alegría al proclamarlo profesor emérito de esta casa de estudios, que se honra en contarlo entre uno de los suyos”.
Dr. Salomón Lerner Febres
Discurso del rector emérito de la PUCP durante la ceremonia de distinción como profesor emérito del padre Gutiérrez.
Lee AQUÍ el discurso completo.
Y en abril del 2010 recibió la medalla de honor Padre Jorge Dintilhac.
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Esta página es un pequeño homenaje a su amplia trayectoria pastoral, académica y, por sobre todo, humana. Agradecemos a los docentes Catalina Romero y Santiago Pedraglio por su colaboración en la elaboración de este espacio, y al Instituto Bartolomé de Las Casas por brindarnos algunas de las fotografías usadas.
Para celebrar este aniversario y profundizar desde diversos aspectos el aporte y la significación de este libro, nuestro Departamento de Teología, el Instituto Bartolomé de Las Casas y el Centro de Estudios y Publicaciones realizarán este evento: Del 25 al 29 de octubre de 2021
La pobreza es muerte temprana e injusta. La pobreza es destructora de personas y de familias. La pobreza nunca es buena, nunca. Como dice Hannah Arendt: 'El pobre es aquel que no tiene derecho a tener derechos'. Por eso, el compromiso con el pobre no puede evitar la denuncia de las causas de la pobreza”.
R.P. Gustavo Gutiérrez, 2017, entrevista en el diario El Mundo
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