domingo, 22 de septiembre de 2024

Francisco a los Movimientos Populares a 10 años del 1er. Encuentro en 2014 - 20sep2024


Francisco a los Movimientos Populares: No se callen, siempre en paz, construyendo comunidades, insistiendo por Tierra, Techo y Trabajo

21 DE SEPTIEMBRE DE 2024 VIRGINIA BONARD PORTADA, VATICANO



Ayer, 20 de septiembre de 2024, el Papa Francisco estuvo personalmente visitando el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral (DSDHI) en el marco del Simposio del décimo aniversario del primer Encuentro Mundial de los Movimientos Populares (EMMP), que tuvo lugar en el Vaticano en 2014.

En su discurso —habló en español y por momentos retomó su estilo bien porteño, por ejemplo, utilizó el voseo para dirigirse a sus interlocutores— el Papa le habló a los representantes de los movimientos populares sobre variedad de temas que abarcaron desde las consecuencias negativas de la globalización para los pobres de nuestro mundo, pasando por la imprescindibilidad de levantar a los tirados-descartados de las sociedades hasta la avaricia y acumulación de bienes sin fin que termina inexorablemente cuando llega la hora de la muerte. Y se expresó apartado de ideologías, como él mismo se ocupó de subrayar.

El núcleo del mensaje concreto del Papa a los movimientos sociales fue que no dejen de protestar, de expresarse, de estar al frente de los reclamos de los pueblos y siempre de la mano de la paz: “Ustedes tienen que ayudar a los políticos para que no se entreguen a los cocodrilos, para que no se arrodillen ante la estatua de oro por miedo al horno, ustedes tienen que ser custodios de la justicia social. Tienen que estar ahí para recordarles al servicio de quién están, ustedes tienen que estar ahí como la viuda del Evangelio insistiendo, insistiendo, rompiendo la paciencia para que hagan justicia. Esa es una táctica que nos enseñó Jesús. Seguramente encontrarán otras tácticas pero siempre dentro de la no violencia. Por favor, trabajen siempre por la paz. La guerra es un crimen”. Los considera evangélicamente “levadura que hace bien” y se los dijo hacia el final de su cálida y cercana intervención.


¿Qué dijo Francisco, sobre qué habló?
Valores de los movimientos populares


“Tierra, Techo y Trabajo son derechos sagrados (…). La misión de ustedes es trascendente, si el pueblo pobre no se resigna, el pueblo se organiza, persevera en la construcción comunitaria cotidiana y a la vez lucha contra las estructuras de injusticia social. Más tarde o más temprano las cosas cambiarán para bien. Como ven nada de ideología aquí, nada: el pueblo.”

“El aporte más lindo de ustedes: ustedes no se achican, ustedes van al frente. Tampoco trazan planes en el aire: una de las cosas que me gusta es que no escriben documentos ideológicos, no se la pasan de conferencia en conferencia, jarabe de pico*, ¿no?”

“De la acción comunitaria de los pobres de la tierra depende, no solo su propio futuro sino también el de toda la humanidad (…) Sé que esto molesta, pero es verdad.”

Sin ideologías

“Algún hermano me ha dicho “padre, usted habla mucho de los pobres y poco de la clase media…”. Puede ser cierto. Y por eso le pido perdón porque la Iglesia es para todos, pero no puede sustraerse de la centralidad de los pobres en el Evangelio. Y esto no es comunismo es Evangelio puro. No es el Papa sino Jesús que los pone al centro, en ese lugar, es una cuestión de nuestra fe y no se puede negociar. Si vos no aceptás eso, no sos cristiano.”

Sobre la distribución de la riqueza y una anécdota de su abuela

También criticó la mala distribución de la riqueza en el planeta, le pidió a la política que garantizara salarios justos y derechos sociales adecuados y trajo a colación una anécdota de su abuela —en varios momentos la evocará como testimonio y con buen humor durante su exposición— en la que denunció pedido de sobornos en el gobierno argentino:

“Me contaba un emprendedor internacional que estaba haciendo en Argentina inversiones de extensión de eso que ellos llevaban adelante, que trabajan muy bien y hay un buen acuerdo. Fue a presentarle al ministro el nuevo plan de nuevas extensiones y el ministro lo atendió muy bien y le dijo: ‘déjemelo y ya lo van a llamar’. Al día siguiente lo llamó el secretario del ministro y le dijo: ‘mire, usted dentro de dos días puede pasar así ya le entregamos el permiso y todo’. Pasó, le entregó todos los papeles, la firma… cuando se estaba por levantar le dijo: ‘¿y para nosotros cuánto?’. Y para nosotros cuánto… la coima… el diablo entra por el bolsillo, no se olviden”.

En otro tramo, Francisco pidió a los billlonarios que compartan sus riquezas con sus hermanos basado en el concepto del destino universal de los bienes, y, aunque reconoció que él “no tiene la bola de cristal, esas son estafas”, “sí veo una cosa que me preocupa: que avanza una forma perversa de ver la realidad, una forma que exalta la acumulación de riquezas como si fuera una virtud”, “y es un vicio”, “Jesús no acumulaba sino que multiplicaba y sus discípulos distribuían”.

“El grito de los excluidos también puede despertar las conciencias adormecidas de tantos dirigentes políticos que son, en definitiva, los que deben hacer cumplir los derechos económicos, sociales y culturales que ya están consagrados por la Constitución, por las leyes, pero no se cumplen.”


Sobre la justicia social

“La justicia social es una expresión creada por la Iglesia y es inseparable de la compasión. Dios tiene tres atributos: cercanía, misericordia y compasión. Si nosotros queremos hacer una cosa de tipo social, por ejemplo, tenemos que ir con estos tres atributos.”

Sobre la limosna fraterna

“Cuando yo confieso —Dios me dio la gracia de perdonar, en mis 53 años de cura nunca negué una absolución— le pregunto si da limosna a quien se lo puedo preguntar, si es gente adulta, me dice que sí. Y cuando vos das limosna, ¿mirás a los ojos a quien le das la limosna, tocás la mano o hacés así? (hace gesto de sacar rapidito la mano) No saben contestar. Dan la limosna pero no tienen esa compasión que es carnal, que es fraterna, que es honda.”

Señaló la “meritocracia” como parte de la “cultura del ganador que es un aspecto de la cultura del descarte”: “Nadie meritorio o sin méritos tiene derecho a mirar de arriba a abajo al otro como si no valiera nada. Esa actitud altanera es lo contrario de la compasión. Regodearse en la propia supremacía frente a quien está peor. Y esto no pasa solo con los más ricos ya que mucha gente cae en esa tentación de nuestro tiempo”.

Sobre Argentina

Se refirió a la violencia vivida en frente al Congreso en Buenos Aires —su ciudad natal— hace unos días: “Me hicieron ver una represión, lo filmado de una represión, hace una semana, un poco menos quizás. Obreros, gente que pedía por sus derechos en la calle y la policía la rechazaba con una cosa que es lo más caro que hay: ese gas pimienta de primera calidad. Y no tenían derecho a reclamar lo suyo porque eran revoltosos, comunistas, no, no, no… y el gobierno se puso firme y en vez de pagar justicia social pagó el gas pimienta, le convenía… Téngalo en cuenta eso”.

Sobre los tirados: “¿Acaso yo soy el guardián de mi hermano?”

“Nosotros levantemos al caído siempre, siempre. Solamente una vez en la vida, solamente en una situación se puede mirar a una persona de arriba a abajo: para ayudarla a levantarse. Nunca en otra situación, siempre de frente.”

Amor y darwinismo social

“Con el velo negro del desamor caemos siempre en una forma de darwinismo social. ¿Y saben qué es eso del darwinismo social? Es la ley del más fuerte que justifica primero la indiferencia, después la crueldad y finalmente el exterminio. Eso viene siempre del maligno. (…) La justicia social y la ecología integral solo se entienden a partir del amor. (…) Sin el amor no somos nada.”

Comunidades que salvan

“Que la luz de cada experiencia comunitaria y concreta irradie su luz para que la humanidad toda pueda cruzar las oscuras quebradas y retomar el camino concreto.”

Los cocodrilos de Timor Oriental y el colonialismo

“Hace poco advertí a los de Timor de unos cocodrilos que vienen desde Australia y dicen que tienen la mordida más fuerte de todos los que muerden. Y es curioso: estos, cuando van a la playa, caminan como los canguros, con la fuerza de la cola pegan los saltos y entonces les advertí: ‘Tengan cuidado con los cocodrilos que quieren cambiarles la cultura, morderles la historia, hacerles olvidar lo que son’. El colonialismo cultural, el colonialismo ideológico y material van siempre juntos devorando la riqueza material y cultural de los pueblos. Yo pienso en algunas experiencias de mi país donde el colonialismo se llama litio y se explota a tanta gente.”









Sobre los políticos, otros y las conveniencias

“La cobardía lleva a muchos políticos a cambiar sus convicciones por su conveniencia. Cuando te ungen la mano, ¿no? [hace gesto de una mano sobre la otra, como untando] ¿En cuánto voy prendido? (…) Renegar los ideales nobles y generosos para servir al dios dinero o al poder es una gran apostasía. No solo sucede con los dirigentes políticos sino con actores sociales, sindicales, artistas, intelectuales… también con los curas.

Dicen que las sotanas tienen unos bolsillos enormes… [risas].”

Buena madera

“Para descubrir de qué madera está hecho un dirigente –y cuando hablo de dirigente hablo en el sentido genérico de la palabra, también un cura, un obispo– no hay que escuchar tanto lo que él dice, hay que ver lo que hace. La realidad siempre es superior a la idea. Vos podrás dar muy buenas ideas pero la realidad tuya, ¿cuál es?”

Sus temas de máxima preocupación

“El narcotráfico, la prostitución infantil, la trata de personas, la violencia brutal en los barrios y todas las formas de criminalidad organizada crecen, están creciendo. (…) Las apuestas on line y el mal uso de las redes.”

Impuestos y justicia intergeneracional

Luego de denunciar que hay quienes no pagan sus impuestos volvió sobre la distribución de la riqueza: “Toda fortuna es producto del trabajo de muchas personas y muchas generaciones, de inversión pública en conocimientos científicos y del desarrollo estatal de infraestructura. Todas las ‘maravillas’ que hoy tenemos son en parte fruto del ingenio empresario, pero también de la más humilde madre de familia que crió a los hijos de sus obreros. Por eso, además de necesario, es justo que se distribuyan los frutos de tanto esfuerzo intergeneracional y colectivo entre todos los integrantes de la sociedad”.


Camino de sueños

“Que todos los trabajadores tengan derechos,

todas las familias techo,

todos los campesinos tierra,

todos los niños educación,

todos los jóvenes futuro,

todos los ancianos una buena jubilación,

todas las mujeres igualdad de derechos,

todos los pueblos soberanía,

todos los indígenas territorio,

todos los migrantes acogida,

todas las etnias respeto,

todas los credos libertad,

todas las regiones paz,

todos los ecosistemas protección.”


Este Simposio llevó por título “Plantando bandera frente a la deshumanización” y estuvo organizado por el Encuentro Mundial de Movimientos Populares (EMMP) y el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral (DSDHI).

https://adn.celam.org/26076-2/ 

Reviva este Simposio completo

* En el diccionario de lunfardo (argot porteño), jarabe de pico popularmente indica palabras sin sustancia, promesas que no se han de cumplir, chamuyo (palabrerío) de entretenimiento, palabras vanas.

Sigue toda la información sobre el Sínodo 2021-2024 aquí https://bit.ly/3RguCLO

Participa en los cursos y diplomados del Centro de Formación Cebitepal https://bit.ly/cebitepal_24

martes, 17 de septiembre de 2024

Tiempo de la Creación 2024

 Tiempo de la Creación 2024


El tema para 2024 es Esperanzar y actuar con la Creación

En la carta del apóstol Pablo a los Romanos, la imagen bíblica representa a la Tierra como una madre que gime como si estuviera dando a luz (Rom 8,22). Francisco de Asís lo entendió así cuando se refirió a la Tierra como nuestra hermana y nuestra madre en su Cántico de las criaturas. Los tiempos que vivimos demuestran que no nos relacionamos con la Tierra como un don de nuestro Creador, sino como un recurso para utilizar.

Y, sin embargo, existe la esperanza y la expectativa de un futuro mejor. Esperar en el contexto bíblico no significa quedarse quieto y callado, sino gemir, clamar y luchar activamente por una nueva vida en medio de las dificultades. Al igual que en el parto, pasamos por un período de intenso dolor, pero surge una nueva vida.


El símbolo para 2024 es: Las primicias de la esperanza (Rom 8:23-25)

La esperanza es un instrumento que nos permite superar la ley natural de la decadencia. La esperanza nos la ha dado Dios como protección y resguardo contra la futilidad. Sólo a través de la esperanza podemos realizar el don de la libertad en plenitud. Libertad para actuar no sólo para lograr el disfrute y la prosperidad, sino para alcanzar la etapa en la que somos libres y responsables. La libertad y la responsabilidad nos permiten hacer del mundo un lugar mejor. Sólo cuando trabajamos juntos con la Creación pueden nacer las primicias de la esperanza.

Para profundizar en la reflexión teológica que guía el tema y el símbolo del 2024, encuentra más información aquí.


Comunidad en redes sociales del #TdlC

Comparte tus actividades

Tu acción representa las primicias de la esperanza, un signo del Espíritu que actúa entre nosotros. Estaremos agradecidos de poder celebrar este momento contigo.

Comparte fotos de tus eventos en redes sociales utilizando el hashtag #TiempoDeLaCreación


Descarga la Guía de Celebración


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[INVITACIÓN A PARTICIPAR DE PARTE DE PASTORAL VERDE]

1 de septiembre del 2024

Estimados sacerdotes,
Nos dirigimos a ustedes con el fin de invitarlos a unirse a la celebración del “Tiempo de la Creación”, que hemos iniciado hoy 1 de septiembre al 4 de octubre del presente año.

Durante este período se nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con la creación y a tomar medidas para escuchar, cuidar y proteger nuestra casa común. Les

pedimos que se unan a nosotros en esta celebración, que busca fomentar una

espiritualidad que reconozca la interconexión entre la fe y la protección del medio

ambiente.




El lema del Tiempo de la Creación de este año es "Esperanzar y actuar con la

creación". Esperamos que puedan incorporar elementos de reflexión y oración por el

Tiempo de la Creación en sus celebraciones litúrgicas, y actividades ecológicas en su

pastoral.

En la liga http://seasonofcreation.org/es pueden encontrar material.




Agradecemos su compromiso con el cuidado planetario, y su liderazgo en nuestra

comunidad.




Atentamente,

Pastoral Verde Arquidiocesana

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ORACIONES

Oraciones de intercesión: “Esperanzar
y actuar con la Creación”

Dios de la tierra, el mar y el cielo:
Creador de todo lo que se ve y lo que no se ve.
Abre nuestros corazones al ritmo de la Creación en el oleaje del océano, los movimientos del aire y el viento, el aliento de todos los seres vivos.
Abre nuestros ojos a la frágil belleza de la biodiversidad de la que formamos parte.
Abramos nuestros oídos a los sonidos de la vida que nos rodea.
Abre nuestras mentes a la conciencia de nuestra profunda relación con toda tu Creación.
Dios Creador:
Que podamos esperanzar y actuar con la Creación.
Dios de Luz, Vida y Amor:
Ayúdanos a buscar y encontrar tu presencia en toda la Creación.
Ayúdanos a comprender las raíces de la crisis ecológica y danos la sabiduría para vivir con
resiliencia en armonía con tu Creación.
Mantennos firmes en la fe de que el don de la vida en toda su plenitud es para toda la Creación.
Ayúdanos a mantener la esperanza de que tu reino de amor se manifiesta en nuestro amor
común por ti, por nosotros mismos y por nuestro prójimo, tanto humano como no humano.
Dios Creador::

Que podamos esperanzar y actuar con la Creación.
Dios de la verdad y la justicia:
Llénanos de tu espíritu de compasión para que podamos vivir y actuar con y en solidaridad
con la Creación.
Guíanos por caminos de rectitud que nos ayuden a pisar suavemente la tierra y a navegar
suavemente por el mar.
Danos sabiduría y valor para reconocer nuestro papel en el mal de la explotación y extracción
sistémicas y para decir la verdad al poder.
Danos fuerza de corazón y de brazo para ser agentes de la conversión ecológica que el mundo
necesita tan desesperadamente:
Dios Creador:

Que podamos esperanzar y actuar con la Creación.
Amén.
(Rev. James Bhagwan, Conferencia de Iglesias del Pacífico)


Addendum 3: Puntos de discusión para profundizar en la reflexión

Las distintas dimensiones de la esperanza:

• La esperanza cristiana no es superficial, es concreta. Nuestra esperanza está
arraigada en el carácter, las promesas y las acciones de Dios.

• Necesidades de metanoia, conversión ecológica y reconciliación con la Tierra. El
Espíritu es quien guía nuestra conversión, conduciéndonos más profundamente
en la comprensión de ser una familia cósmica.

• Repara la relación deteriorada entre los seres humanos y la Tierra, las criaturas
humanas y otras criaturas, los seres humanos y Dios. Reparación y arrepentimiento.

• Para cambiar el sistema, debemos cambiar nuestra mentalidad.

• Lo importante para nosotros es escuchar las voces que claman y gimen, las
comunidades que están perdiendo tierras y medios de vida debido al cambio
climático, las especies y ecosistemas que se están extinguiendo, las víctimas de
las industrias extractivas y de combustibles fósiles.

• La esperanza activa en nuestras comunidades cristianas se manifiesta en el cuidado
de la Creación, escuchando la voz de los pobres, oyendo los clamores de la Tierra.

• La esperanza nos inspira a actuar; porque tenemos esperanza podemos actuar
y ver así lo que esperamos. Estamos dispuestos a actuar porque tenemos esperanza.

• La acción colectiva crea una esperanza arraigada para los que sufren de ansiedad
climática, abrumados por el hecho de que el tiempo se está acabando. La esperanza cristiana alimenta la acción transformadora.

• La transformación lleva tiempo, tenemos que ser pacientes. La esperanza también es un proceso, requiere paciencia.

• La esperanza es fe en las cosas que no vemos, es saber que mañana será mejor porque Cristo resucitó, venció todo mal, la vida vence todas las cosas.

• La esperanza activa es un valor no monetario que tiene el poder de cambiar el mundo.


SANTA HILDEGARDA

🇩🇪🌹🕊 SANTA HILDEGARDA DE BINGEN, virgen y doctora de la Iglesia.

17 de septiembre.


Hildegarda nació en 1098 en Bermesheim. Fue educada por Jutta von Spontheim, que vivía en la abadía de Disidoberg en Rheinpfalz donde dirigía la comunidad femenina local. Tras la muerte de Jutta en 1136, Hildegarda tomó las riendas de la abadía y diez años después traslada la comunidad a Rupertsberg, cerca de Bingen. En este lugar, Hildegarda trabajó durante treinta años. A pesar de los problemas de salud, realiza muchos viajes a altos representantes eclesiales y políticos. Testimonió la Palabra del Señor y fue promotora de la fe cristiana. La abadesa fue muy respetado por el Papa y los obispos, reyes y príncipes, pero, ante todo, fue una persona referente para el pueblo y una de las personas más estimadas de la Iglesia del siglo XII.


Ya desde joven, Hildegarda tubo visiones que aumentaron con el paso de los años. Escribió estas experiencias en innumerables documentos -con la ayuda de un “secretario”, porque no dominaba muy bien el latín. Sus escritos son considerados como las primeras obras místicas alemanas. Los documentos de Hildegarda sobre la salud, las ciencias naturales, el cosmos, cuestiones éticas y de teología son un patrimonio importante de la cultura medieval.


El 17 de septiembre de 1179 Hildegarda fallece en Rupertsberg, donde fue sepultada. Las reliquias se trasladaron al convento de Eibingen en Ruedesheim, un convento que había fundado en 1148.


Aunque la historia de su canonización es compleja, diversas ramas de la Iglesia la han reconocido como santa durante siglos. El 10 de mayo de 2012 Benedicto XVI extendió a toda la Iglesia su culto litúrgico y el 7 de octubre de 2012, durante la misa de apertura de la XIII Asamblea general ordinaria del sínodo de los obispos, el papa Benedicto XVI le otorgó el título de doctora de la Iglesia junto a San Juan de Ávila.


jueves, 11 de julio de 2024

Instrumento de trabajo previo a 2da. parte de Sínodo de la S - X Pikasa

Me parece que el 'instrumentum laboris' está algo vacío de evangelio" Sínodo de la sinodalidad

En una línea, la alforja de este “sínodo” va medio llena, con un buen estudio de la tradición y de la actualidad de la Iglesia, con nueces verdes para pelar (aunque nos ensucien las manos) y otras maduras para saborear y hacer camino juntos.
en otra línea, la alforja me parece algo vacía de evangelio, como la higuera estéril que Jesús encontró y “condenó” entrando en Jerusalén
Esta voluntad de escucha… de la Iglesia resulta esencial: Escuchar a los pobres, escuchar a las mujeres… Pero sólo puede haber voluntad de escucha si hay capacidad de palabra… Varón y mujer se definen en la Iglesia por su capacidad de palabra. No puede haber en ellas unos que escuchan (oyentes de la palabra) y otros que hablar. Si no pueden hablar y escuchar todos, no no hay palabra, no hay Iglesia
Me viene la impresión que nos hallamos ante un texto de clérigos varones que utilizan la “ola sinodal” de este momento para  insistir más en sus ventajas clericales
Se ha dado en cierta Iglesia una obsesión por escuchar, por vigilar… iglesias donde la inquisición se ha situado por encima de la fraternidad. Quiero en la Iglesia “ministros oficiales”, al servicio de la comunión de todos, en libertad, no de la inquisición 

Como diré mañana o pasado, comentando Evangelio del Dom 14.7.29 (Mc 6, 7-13) , Jesús mandó a sus discípulos al mundo de dos en dos (varones y o mujeres), sin alforja ni dinero, sin más “instrumento” de trabajo que su propia vida, a cuerpo, expulsando “demonios”, creando humanidad.
 

 INTRODUCCIÓN
El documento está bien organizado y escrito, conforme al estilo vaticano, aunque con elementos que yo llamaría “americanos”, propios de los medios de comunicación actuales. Consta de una introducción, de un fundamento teórico y de tres partes:

Parte I – Relaciones. En Cristo y en el Espíritu: la iniciación cristiana. Para el Pueblo de Dios: carismas y ministerios. Con los ministros ordenados: al servicio de la armonía. Entre las Iglesias y en el mundo: la concreción de la comunión

Parte II – Itinerarios. Una formación integral y compartida. Discernimiento eclesial para la misión. La articulación de los procesos de toma de decision
 
  Muchas cosas se pueden decir de este instrumento de trabajo (Quis, quid, ubi, quibus auxiliis, cur, quomodo, quando: ¿Quién dice, qué, donde, con qué medios, por qué, cómo, cuándo…).   En otras palabras, imitando su lenguaje final en inglés: who is who: ¿Quién es quién en cada caso, en cada circunstancia, con qué saberes, medios o posibilidades cuenta.  

Num 5. ¿Qué es la sinodalidad? La sinodalidad puede entenderse como el caminar de los cristianos con Cristo y hacia el Reino, junto con toda la humanidad; orientada a la misión, la sinodalidad comporta reunirse en asamblea en los diversos niveles de la vida eclesial, la escucha recíproca, el diálogo, el discernimiento comunitario, la creación del consenso como expresión del hacerse presente el Cristo vivo en el Espíritu y el asumir una corresponsabilidad diferenciada» (IdS 1h).

Bien me parece este número, en la línea de una “sociología” de la acción comunicativa, como la de J. Habermas (o de un tipo de parlamentarismo político moderno). Pero hay que insistir más en el hecho de que la sinodalidad mesiánica nace de la elección de los pobres, excluidos, víctimas y enfermos… y en el hecho de que por defenderla y poner en práctica condenaron a muerte a Jesús los que se creían defensores de la sinodalidad  del templo de Jerusalén y del imperio de Roma.

8.- La sinodalidad no supone en modo alguno la devaluación de la autoridad particular y de la tarea específica que Cristo mismo confía a los pastores: los obispos con los presbíteros, sus colaboradores, y el Romano Pontífice como «principio y fundamento perpetuo y visible de unidad así de los Obispos como de la multitud de los fieles» (LG 23). Por el contrario, ofrece «el marco interpretativo más adecuado para comprender el mismo ministerio jerárquico»
 
Presentación del Instrumentum Laboris
La autoridad sinodal se vincula así con el misterio jerárquico, pero sin precisar la forma, ni el modo concreto de hacerlo, algo que está pendiente en la Iglesia romana desde el Concilio de Basilea, siglo XV d.C. La respuesta que ofrece el Instrumentum laboris, citando unas palabras del Papa Francisco, son “desiderativas”, están bien dichas, pero no resuelven el tema. Se necesitaran años y años para plantearlo y resolverlo.

10.- La unidad como armonía en las diferencias.10. El dinamismo de la comunión eclesial y, por tanto, de la vida sinodal de la Iglesia encuentra su propio modelo y realización en la liturgia eucarística. En ella, la comunión de los fieles (communio fidelium) es al mismo tiempo la comunión de las Iglesias (communio Ecclesiarum), que se manifiesta en la comunión de los obispos (communio episcoporum), en razón del antiquísimo principio según el cual «la Iglesia está en el obispo y el obispo está en la Iglesia» (San Cipriano, Carta 66.8).

También estas palabras son un wishful thinking, un pensamiento desiderativo, que es valioso, pero que debe ser muy precisado. La eucaristía no es sólo una liturgia, sino esencia de la iglesia, con el sentido sacerdotal de toda vocación cristiana, con sus elementos económicos, sociales y de comunión mutua de todos los creyentes (celebrantes). Se puede y deben decir así las cosas, pero dichas sólo así no resuelven las cosas, nos hacen creer que somos lo que no somos.

14.- En este sentido, el primer cambio que debe realizarse es un cambio de mentalidad: una conversión a una visión de relacionalidad, interdependencia y reciprocidad entre mujeres y hombres, que son hermanas y hermanos en Cristo, con vistas a la misión común. …

16.- De las aportaciones de las Conferencias Episcopales se desprenden solicitudes concretas que deben someterse al examen de la segunda sesión, entre ellas:  a) la promoción de espacios de diálogo en la Iglesia, para que las mujeres puedan compartir experiencias, carismas, competencias, intuiciones espirituales, teológicas y pastorales para el bien de toda la Iglesia; b) una participación más amplia de las mujeres en los procesos de discernimiento eclesial y en todas las etapas de los procesos de toma de decisiones (elaboración y toma de decisiones; d) un mayor reconocimiento y un firme apoyo a la vida y a los carismas de las mujeres consagradas y a su empleo en puestos de responsabilidad; e) el acceso de las mujeres a cargos de responsabilidad en seminarios, institutos y facultades de teología; f) un incremento en el número de mujeres que desempeñan el papel de juez en los procesos canónicos.

Tengo la impresión de que el Instrumentum Laboris tiene “vergüenza” de un tipo de discriminación “oficial” de las mujeres….En esa línea, lo que se dice de las “mujeres jueces” en procesos canónicos, dicho así, es lamentable. Y es lamentable lo que se dice de las “mujeres consagradas”

No acabo de entender por qué se dice esto especial de las mujeres… Según el NT todo lo que se dice de los seres humanos se aplica por igual a varones y mujeres…. Tengo la impresión de que el Instrumentum Laboris tiene “vergüenza” de un tipo de discriminación “oficial” de las mujeres….En esa línea, lo que se dice de las “mujeres jueces” en procesos canónicos, dicho así, es lamentable. Y es lamentable lo que se dice de las “mujeres consagradas”. O el tema se plantea de raíz, desde la igualdad esencial de todos los creyentes bautizados o no se plantea. No se trata de que las mujeres “compartan”, colaboren, accedan… O son o no son cristianas, todo lo demás son paños calientes y excusas.

20.-  La forma sinodal de vivir las relaciones es un testimonio social que responde a la profunda necesidad humana de ser acogidos y sentirse reconocidos dentro de una comunidad concreta. Es un reto para el creciente aislamiento de las personas y el individualismo cultural, que incluso la Iglesia ha absorbido a menudo, y nos llama al cuidado mutuo, a la interdependencia y a la corresponsabilidad en favor del bien común. Pero también plantea un reto a un comunitarismo social exagerado que asfixia a las personas y no les permite ser sujetos libres de su propio desarrollo. La voluntad de escuchar a todos, especialmente a los pobres, que promueve el estilo de vida sinodal, contrasta fuertemente con un mundo en el que la concentración de poder excluye a los pobres, a los marginados y a las minorías. La concreción del proceso sinodal ha mostrado hasta qué punto la Iglesia misma necesita crecer en esta dimensión, éste es el objeto del trabajo del grupo de estudio n. 2.

El Papa, con los participantes en el Sínodo de la Sinodalidad
El Papa, con los participantes en el Sínodo de la Sinodalidad ADN Celam
Esta voluntad de escucha… de la Iglesia resulta esencial: Escuchar a los pobres, escuchar a las mujeres… Pero sólo puede haber voluntad de escucha si hay capacidad de palabra… Varón y mujer se definen en la Iglesia por su capacidad de palabra. No puede haber en ellas unos que escuchan (oyentes de la palabra) y otros que hablar. Si no pueden hablar y escuchar todos, no no hay palabra, no hay Iglesia.

25. En este sentido, la asamblea eucarística manifiesta y alimenta la vida sinodal misionera de la Iglesia. En la participación de todos los cristianos, en la presencia de los diferentes ministerios y en la presidencia del obispo o del presbítero, se hace visible la comunidad cristiana, en la que se realiza una corresponsabilidad diferenciada de todos por la misión. La liturgia, como «cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente de donde mana toda su fuerza» (SC 10), es al mismo tiempo la fuente de la vida sinodal de la Iglesia y el prototipo de todo acontecimiento sinodal, haciendo aparecer «como en un espejo» el misterio de la Trinidad (1 Cor 13,12; cf. DV 7).

 Todo eso está muy bien, pero se convierte en “teoría” falsa… porque en el fondo se mantienen uno “ministerios distintos”, con superioridad de hecho de unos saberes sobre otros, en contra de lo que quiere y dice Pablo en 1 Cor 12-14. Los ministerios a los que aquí se alude tienen a convertirse en principio de poder, no de comunión.

29. Como expresión de la libertad del Espíritu a la hora de otorgar sus dones y como respuesta a las necesidades de las comunidades individuales, existe en la Iglesia una variedad de ministerios que pueden ser ejercidos por cualquier bautizado, hombre o mujer. Se trata de servicios no ocasionales, reconocidos por la comunidad y por quienes tienen la responsabilidad de dirigirla. Pueden denominarse ministerios bautismales, para indicar su raíz común (el bautismo) y distinguirlos de los ministerios ordenados, arraigados en el sacramento del orden. Encontramos, por ejemplo, hombres y mujeres que ejercen el ministerio de coordinar una pequeña comunidad eclesial, el ministerio de dirigir momentos de oración (en funerales o de otro tipo), el ministerio extraordinario de la comunión u otros servicios, no necesariamente de naturaleza litúrgica.

Me viene la impresión que nos hallamos ante un texto de clérigos varones que utilizan la “ola sinodal” de este momento para  insistir más en sus ventajas clericales

Posiblemente, mi visión del texto sea distorsionada, y eso se debe a que lo leo desde la Biblia, y no desde una estructura jerárquica de la Iglesia actual… Pero leyendo pasajes como éste me viene la impresión que nos hallamos ante un texto de clérigos varones que utilizan la “ola sinodal” de este momento para insistir más en sus ventajas clericales.   

29. El discernimiento de los carismas y ministerios es una acción propiamente eclesial: para reconocerlos y promoverlos, el obispo está obligado a escuchar la voz de cuantos están implicados: fieles, comunidades, órganos de participación. Para ello, deberán identificarse procedimientos adecuados para los diferentes contextos, procurando siempre alcanzar un consenso real sobre los criterios y los resultados del discernimiento. Las conclusiones del encuentro “Párrocos para el Sínodo” subrayan con fuerza estas necesidades.

Éste es uno de los casos en que es necesario poner sujeto a las frases. ¿Quién discierne los carismas y ministerios? Por mucho que me esfuerzo por situar bien el texto, no logro responder. Es como si se dijera: Es bueno que haya ciertas iniciativas sinodales en la Iglesia, pero, al fin, ellas han de ser reguladas (discernidas, valoradas) por la jerarquía.  Todos tranquilos. Época en la que las personas se desplazan de un lugar a otro con mayor facilidad.

El Papa, con algunas de las mujeres del Sínodo
El Papa, con algunas de las mujeres del Sínodo Vatican Media
33. El camino recorrido hasta ahora ha llevado a reconocer que una Iglesia sinodal es una Iglesia que escucha, capaz de acoger y acompañar, de ser percibida como hogar y familia. Se trata de una necesidad que se expresa en todos los continentes y afecta a las personas que, por diferentes razones, están o se sienten excluidas o al margen de la comunidad eclesial, o luchan por encontrar en ella el pleno reconocimiento de su dignidad y de sus dones. Esta falta de acogida les aleja, dificulta su camino de fe y de encuentro con el Señor y priva a la Iglesia de su contribución a la misión.

34. Por tanto, parece sumamente oportuno dar vida a un ministerio de escucha y de acompañamiento reconocido y posiblemente instituido, gracias al cual este rasgo característico de una Iglesia sinodal se pueda experimentar concretamente. Se necesita una “puerta abierta” de la comunidad, por la que pueda entrar la gente sin sentirse amenazada o juzgada.

Este es uno de los textos que me resulta más penoso… Me parece muy bien una Iglesia que escucha, pero si la escucha no se viven en fraternidad, libertad, igualdad… (si la escucha está reservada a un tipo de clero, ella se puede convertir en una inquisición tenebrosa… de tintes dictatoriales). Se ha dado en cierta Iglesia una obsesión por escuchar, por vigilar… iglesias donde la inquisición se ha situado por encima de la fraternidad. Quiero en la Iglesia “ministros oficiales”, al servicio de la comunión de todos, en libertad, no de la inquisición. El tema lo planteó con todo rigor el historiador Von Campenhausen. Kirchliches Amt und geistliche Vollmacht in den ersten drei Jahrhunderten, Tübingen 1953.

43. Según el Concilio, en virtud de la catolicidad de la Iglesia, «cada una de las partes colabora con sus dones propios con las restantes partes y con toda la Iglesia» (LG 13).

No sé si entiendo esta frase y otras muchas…  ¿Quién es el sujeto de “toda la Iglesia?  En un sentido se podría decir que es el “Espíritu Santo”. No sé si se puede decir que “toda la Iglesia” es la Iglesia de Roma, con el Papa como sujeto “representante” de toda la iglesia. No sé cómo plantear el tema del conciliarismo-sinodalidad de las iglesias en el siglo XV... Ni tampoco las afirmaciones del Vaticano II sobre la “potestad suprema” y la “infalibilidad”. Creo que no hay iglesias “por encima o fuera de sus partes.

57. Se requiere una atención especial a la promoción de la participación de las mujeres en los programas de formación, junto a seminaristas, sacerdotes, religiosos y laicos. También es de crucial importancia su acceso a los roles de docente y formador en las facultades e institutos teológicos y en los seminarios. También se sugiere ofrecer a los obispos, presbíteros y laicos una formación sobre las tareas que las mujeres ya pueden desempeñar en la Iglesia y promover una evaluación del uso real que se hace de estas oportunidades en todos los ámbitos de la vida eclesial: parroquias, diócesis, asociaciones de laicos, movimientos eclesiales, nuevas comunidades, vida consagrada, instituciones eclesiásticas, hasta la Curia Romana.  

Leo y releo este número y no sé cómo entenderlo… Parece que pone de relieve la participación de mujeres en la formación de los seminaristas (de los futuros sacerdotes), pero sin que ellas puedan acceder a los “ministerios ordenados”. No digo que sí ni que no, simplemente que no entiendo.

58. El discernimiento eclesial para la misión. Gracias a la guía del Espíritu, el Pueblo de Dios, en cuanto partícipe de la función profética de Cristo (cf. LG 12), «procura discernir en los acontecimientos, exigencias y deseos, de los cuales participa juntamente con sus contemporáneos, los signos verdaderos de la presencia o de los planes de Dios» (GS 11). Esta tarea eclesial de discernimiento se arraiga en el sensus fidei, animado por el Espíritu Santo, que puede describirse como ese “olfato” o capacidad instintiva del Pueblo de Dios, bajo la guía de los pastores (cf. LG 12), para «encontrar nuevos caminos que el Señor abre a la Iglesia» (Francisco, Discurso con ocasión de la conmemoración del 50 aniversario de la institución del Sínodo de los Obispos, 17 de octubre de 2015).

Me sigue pareciendo bien este número, pero tampoco lo entiendo. La Iglesia tiene una tarea esencial de discernimiento…Pero no sé quién es “sujeto” de esa tarea… ¿El Papa, el Papa con la curiadel  Vaticano….? El conjunto de los obispos… El discernimiento, lo mismo que la “escucha”, es una función esencial de la Iglesia, como sabe y dice Pablo en 1 Cor 12-14. Pero, según Pablo, la que escucha-entiende es la Iglesia entera (es decir, la comunidad local), que dialoga, que ora, que saca unas conclusiones, que decide (lo mismo que en Mt 18), pero fuera de eso no encuentro un “sujeto” Iglesia universal que escucha, discierne, decida, a no ser en forma sinodal de comunicación de todas las iglesias, en un tipo de “concilio” (en el que se incluye, según costumbre inmemorial romana el obispo de Roma con su Iglesia.

60. Precisamente dado que requiere que cada uno comparta su punto de vista en la perspectiva de la misión común, un proceso de discernimiento articula concretamente comunión, misión y participación. En otras palabras, es una forma de caminar juntos. Por eso es fundamental promover una amplia participación en los procesos de discernimiento, cuidando especialmente la implicación de quienes se encuentran en los márgenes de la comunidad cristiana y de la sociedad.

El tema sigue siendo el “anterior” ¿Quiénes son los discernidores, quién puede decir “nos ha parecido al Espíritu Santo y a nosotros…  (Hch 15). ¿Cómo entran en este discernimiento los pobres, los enfermos, las mujeres, los niños, los encarcelados de M 25,31-46.
 
64. El discernimiento siempre tiene lugar “con los pies en la tierra”, es decir, dentro de un contexto concreto, cuyas complejidades y peculiaridades deben conocerse lo mejor posible. Por lo tanto, no podrá más que beneficiarse de la aportación que brota del análisis de las distintas ciencias humanas, sociales y administrativas pertinentes para el asunto en cuestión.

Ha habido y hay en la iglesia formas distintas de discernimiento… En la práctica antigua (ratificada en Occidente por la tradición de Santo Domingo de Guzmán), el sujeto de decisión y discernimiento es toda la comunidad… En la tradición “absolutista” (militar) de Ignacio de Loyola, el que discierne a solas es el superior (General de la Orden, Papa), de manera que no se puede decir “nos ha parecido al Espíritu Santo y a Nosotros. Este documento de trabajo no entra en esta cuestión fundamental y nos deja ante una nebulosa…

68. Las decisiones. Para favorecer su aplicación (la aplicación de la sinodalidad), parece oportuno reflexionar sobre la articulación de los procesos de toma de decisiones. Éste suele incluir una fase de elaboración o instrucción (decision-making, según la terminología inglesa utilizada también en otros idiomas), «mediante un trabajo común de discernimiento, consulta y cooperación» (CTI, n. 69), que informa y apoya la posterior toma de decisiones (decision-taking), que corresponde a la autoridad competente (por ejemplo, en una diócesis o eparquía, al obispo). No hay competencia ni contraste entre las dos fases, sino que, por su articulación, contribuyen a que las decisiones tomadas sean lo más conformes posible con la voluntad de Dios: «La elaboración es una competencia sinodal, la decisión es una responsabilidad ministerial» (ibíd.).

Si no entran las mujeres, esto no vale, si no está en el fondo el bien de los más pequeños, esto no vale. Este es el tema de fondo, no el tema de un sacerdocio jerárquico por encima de los “creyentes”

Éste me parece, en un sentido, el número central de este instrumento de trabajo… Éste es un tema que viene planteándose en la Iglesia desde el principio… y que se puso de relieve en los movimientos especializados de “acción católica” de hace un siglo, con procesos mejor o peor articulados de ver-juzgar-actuar de los grupos… Esos movimientos fueron en parte sofocados por una iglesia-jerarquía, pero iban y siguen yendo en una buena línea. Pongan de relieve estas palaras: (decision-making,   discernimiento, consulta y cooperación» (CTI, n. 69), toma de decisiones (decision-taking). Si no entran las mujeres, esto no vale, si no está en el fondo el bien de los más pequeños, esto no vale. Este es el tema de fondo, no el tema de un sacerdocio jerárquico por encima de los “creyentes” (un tema que es totalmente marginal en el conjunto de la Biblia, y en la Iglesia primitiva.

69. En muchos casos, la legislación vigente ya prescribe que, antes de tomar una decisión, la autoridad está obligada a realizar una consulta. Esta consulta eclesial no puede dejar de hacerse y va mucho más allá de la escucha, ya que compromete a la autoridad a no proceder como si no hubiera tenido lugar. La autoridad sigue siendo libre desde el punto de vista jurídico, ya que el dictamen consultivo no es vinculante, pero, si está de acuerdo, no se apartará de él sin una razón convincente (sine praevalenti ratione; CIC, c. 127, § 2, 2°). Si lo hiciera, se aislaría del grupo de los consultados, constituyendo una lesión al vínculo que los une.

Tampoco entiendo este número… Parece que al final la decisión compete a un tipo de jerarquía,  sin que la sinodalidad sea vinculante.

70. En una Iglesia sinodal, la competencia decisoria del obispo, del Colegio Episcopal y del Romano Pontífice es inalienable, ya que está arraigada en la estructura jerárquica de la Iglesia establecida por Cristo. Sin embargo, no es incondicional: no se puede ignorar una directriz que surja en el proceso consultivo como resultado de un discernimiento correcto, especialmente si lo llevan a cabo los organismos de participación de la Iglesia local. El objetivo del discernimiento eclesial sinodal no es hacer que los obispos obedezcan a la voz del Pueblo, subordinando los primeros al segundo, ni ofrecer a los obispos un expediente para hacer aceptables decisiones ya tomadas, sino conducir a una decisión compartida en obediencia al Espíritu Santo.

Estas palabras van quizá en la línea de una excusatio (justificatio no petita accusatio manifesta). Por lo menos tienen que ser muy matizadas.

72. Unos procesos de toma de decisiones sinodales sólidos requieren un nivel adecuado de transparencia. Del mismo modo, conviene subrayar la delicadeza de la tarea y la especial responsabilidad de quienes expresan su opinión en una consulta.

73. Una Iglesia sinodal necesita una cultura y una práctica de la transparencia y la rendición de cuentas (accountability, término inglés utilizado también en otras lenguas), indispensables para promover la confianza mutua necesaria para caminar juntos y ejercer la corresponsabilidad en la misión común. En la Iglesia, el ejercicio de la rendición de cuentas no responde en primer lugar a exigencias de carácter social y organizativo. Su fundamento se encuentra más bien en la naturaleza de la Iglesia como misterio de comunión.

Estas afirmaciones deben desarrollarse… (Seguiré comentando el tema desde Mc 6, próximo domingo)Me parece que el 'instrumentum laboris' está algo vacío de evangelio"
Sínodo de la sinodalidad
Sínodo de la sinodalidad
En una línea, la alforja de este “sínodo” va medio llena, con un buen estudio de la tradición y de la actualidad de la Iglesia, con nueces verdes para pelar (aunque nos ensucien las manos) y otras maduras para saborear y hacer camino juntos.
en otra línea, la alforja me parece algo vacía de evangelio, como la higuera estéril que Jesús encontró y “condenó” entrando en Jerusalén
Esta voluntad de escucha… de la Iglesia resulta esencial: Escuchar a los pobres, escuchar a las mujeres… Pero sólo puede haber voluntad de escucha si hay capacidad de palabra… Varón y mujer se definen en la Iglesia por su capacidad de palabra. No puede haber en ellas unos que escuchan (oyentes de la palabra) y otros que hablar. Si no pueden hablar y escuchar todos, no no hay palabra, no hay Iglesia
Me viene la impresión que nos hallamos ante un texto de clérigos varones que utilizan la “ola sinodal” de este momento para  insistir más en sus ventajas clericales
Se ha dado en cierta Iglesia una obsesión por escuchar, por vigilar… iglesias donde la inquisición se ha situado por encima de la fraternidad. Quiero en la Iglesia “ministros oficiales”, al servicio de la comunión de todos, en libertad, no de la inquisición
11.07.2024 Xabier Pikaza

Como diré mañana o pasado, comentando Evangelio del Dom 14.7.29 (Mc 6, 7-13) , Jesús mandó a sus discípulos al mundo de dos en dos (varones y o mujeres), sin alforja ni dinero, sin más “instrumento” de trabajo que su propia vida, a cuerpo, expulsando “demonios”, creando humanidad.

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Pero el “instrumento de trabajo” para el Sínodo de la Sinodalidad, publicado el pasado martes, manda a los sinodales católicos con “buena” alforja, unos dirán medio vacía, otro medio llena. Entraré mañana en el tema real, con Mc 6, 7-13). Hoy me limito a presentar y matizar (con cierta libertad) algunas afirmaciones de ese instrumento de trabajo

 INTRODUCCIÓN
El documento está bien organizado y escrito, conforme al estilo vaticano, aunque con elementos que yo llamaría “americanos”, propios de los medios de comunicación actuales. Consta de una introducción, de un fundamento teórico y de tres partes:

Parte I – Relaciones. En Cristo y en el Espíritu: la iniciación cristiana. Para el Pueblo de Dios: carismas y ministerios. Con los ministros ordenados: al servicio de la armonía. Entre las Iglesias y en el mundo: la concreción de la comunión

Parte II – Itinerarios. Una formación integral y compartida. Discernimiento eclesial para la misión. La articulación de los procesos de toma de decisiones. Transparencia, rendición de cuentas, evaluación.

Parte III – Lugares. Territorios que recorrer juntos- Iglesias locales en la Iglesia católica, una y única. Los vínculos que conforman la unidad de la Iglesia. El servicio a la unidad del Obispo de Roma… Con una conclusión: Conclusión - La Iglesia sinodal en el mundo

Instrumentum Laboris
Instrumentum Laboris
En una línea, la alforja de este “sínodo” va medio llena, con un buen estudio de la tradición y de la actualidad de la Iglesia, con nueces verdes para pelar (aunque nos ensucien las manos) y otras maduras para saborear y hacer camino juntos. Lean el documento mis lectores.   

Pero, en otra línea, la alforja me parece algo vacía de evangelio, como la higuera estéril que Jesús encontró y “condenó” entrando en Jerusalén (Mc 11). Muchas cosas se pueden decir de este instrumento de trabajo (Quis, quid, ubi, quibus auxiliis, cur, quomodo, quando: ¿Quién dice, qué, donde, con qué medios, por qué, cómo, cuándo…).   En otras palabras, imitando su lenguaje final en inglés: who is who: ¿Quién es quién en cada caso, en cada circunstancia, con qué saberes, medios o posibilidades cuenta.  

Num 5. ¿Qué es la sinodalidad? La sinodalidad puede entenderse como el caminar de los cristianos con Cristo y hacia el Reino, junto con toda la humanidad; orientada a la misión, la sinodalidad comporta reunirse en asamblea en los diversos niveles de la vida eclesial, la escucha recíproca, el diálogo, el discernimiento comunitario, la creación del consenso como expresión del hacerse presente el Cristo vivo en el Espíritu y el asumir una corresponsabilidad diferenciada» (IdS 1h).

Bien me parece este número, en la línea de una “sociología” de la acción comunicativa, como la de J. Habermas (o de un tipo de parlamentarismo político moderno). Pero hay que insistir más en el hecho de que la sinodalidad mesiánica nace de la elección de los pobres, excluidos, víctimas y enfermos… y en el hecho de que por defenderla y poner en práctica condenaron a muerte a Jesús los que se creían defensores de la sinodalidad  del templo de Jerusalén y del imperio de Roma.

8.- La sinodalidad no supone en modo alguno la devaluación de la autoridad particular y de la tarea específica que Cristo mismo confía a los pastores: los obispos con los presbíteros, sus colaboradores, y el Romano Pontífice como «principio y fundamento perpetuo y visible de unidad así de los Obispos como de la multitud de los fieles» (LG 23). Por el contrario, ofrece «el marco interpretativo más adecuado para comprender el mismo ministerio jerárquico»

Presentación del Instrumentum Laboris
Presentación del Instrumentum Laboris
La autoridad sinodal se vincula así con el misterio jerárquico, pero sin precisar la forma, ni el modo concreto de hacerlo, algo que está pendiente en la Iglesia romana desde el Concilio de Basilea, siglo XV d.C. La respuesta que ofrece el Instrumentum laboris, citando unas palabras del Papa Francisco, son “desiderativas”, están bien dichas, pero no resuelven el tema. Se necesitaran años y años para plantearlo y resolverlo.

10.- La unidad como armonía en las diferencias.10. El dinamismo de la comunión eclesial y, por tanto, de la vida sinodal de la Iglesia encuentra su propio modelo y realización en la liturgia eucarística. En ella, la comunión de los fieles (communio fidelium) es al mismo tiempo la comunión de las Iglesias (communio Ecclesiarum), que se manifiesta en la comunión de los obispos (communio episcoporum), en razón del antiquísimo principio según el cual «la Iglesia está en el obispo y el obispo está en la Iglesia» (San Cipriano, Carta 66.8).

También estas palabras son un wishful thinking, un pensamiento desiderativo, que es valioso, pero que debe ser muy precisado. La eucaristía no es sólo una liturgia, sino esencia de la iglesia, con el sentido sacerdotal de toda vocación cristiana, con sus elementos económicos, sociales y de comunión mutua de todos los creyentes (celebrantes). Se puede y deben decir así las cosas, pero dichas sólo así no resuelven las cosas, nos hacen creer que somos lo que no somos.

14.- En este sentido, el primer cambio que debe realizarse es un cambio de mentalidad: una conversión a una visión de relacionalidad, interdependencia y reciprocidad entre mujeres y hombres, que son hermanas y hermanos en Cristo, con vistas a la misión común. …

16.- De las aportaciones de las Conferencias Episcopales se desprenden solicitudes concretas que deben someterse al examen de la segunda sesión, entre ellas:  a) la promoción de espacios de diálogo en la Iglesia, para que las mujeres puedan compartir experiencias, carismas, competencias, intuiciones espirituales, teológicas y pastorales para el bien de toda la Iglesia; b) una participación más amplia de las mujeres en los procesos de discernimiento eclesial y en todas las etapas de los procesos de toma de decisiones (elaboración y toma de decisiones; d) un mayor reconocimiento y un firme apoyo a la vida y a los carismas de las mujeres consagradas y a su empleo en puestos de responsabilidad; e) el acceso de las mujeres a cargos de responsabilidad en seminarios, institutos y facultades de teología; f) un incremento en el número de mujeres que desempeñan el papel de juez en los procesos canónicos.

Tengo la impresión de que el Instrumentum Laboris tiene “vergüenza” de un tipo de discriminación “oficial” de las mujeres….En esa línea, lo que se dice de las “mujeres jueces” en procesos canónicos, dicho así, es lamentable. Y es lamentable lo que se dice de las “mujeres consagradas”

No acabo de entender por qué se dice esto especial de las mujeres… Según el NT todo lo que se dice de los seres humanos se aplica por igual a varones y mujeres…. Tengo la impresión de que el Instrumentum Laboris tiene “vergüenza” de un tipo de discriminación “oficial” de las mujeres….En esa línea, lo que se dice de las “mujeres jueces” en procesos canónicos, dicho así, es lamentable. Y es lamentable lo que se dice de las “mujeres consagradas”. O el tema se plantea de raíz, desde la igualdad esencial de todos los creyentes bautizados o no se plantea. No se trata de que las mujeres “compartan”, colaboren, accedan… O son o no son cristianas, todo lo demás son paños calientes y excusas.

20.-  La forma sinodal de vivir las relaciones es un testimonio social que responde a la profunda necesidad humana de ser acogidos y sentirse reconocidos dentro de una comunidad concreta. Es un reto para el creciente aislamiento de las personas y el individualismo cultural, que incluso la Iglesia ha absorbido a menudo, y nos llama al cuidado mutuo, a la interdependencia y a la corresponsabilidad en favor del bien común. Pero también plantea un reto a un comunitarismo social exagerado que asfixia a las personas y no les permite ser sujetos libres de su propio desarrollo. La voluntad de escuchar a todos, especialmente a los pobres, que promueve el estilo de vida sinodal, contrasta fuertemente con un mundo en el que la concentración de poder excluye a los pobres, a los marginados y a las minorías. La concreción del proceso sinodal ha mostrado hasta qué punto la Iglesia misma necesita crecer en esta dimensión, éste es el objeto del trabajo del grupo de estudio n. 2.

El Papa, con los participantes en el Sínodo de la Sinodalidad
El Papa, con los participantes en el Sínodo de la Sinodalidad ADN Celam
Esta voluntad de escucha… de la Iglesia resulta esencial: Escuchar a los pobres, escuchar a las mujeres… Pero sólo puede haber voluntad de escucha si hay capacidad de palabra… Varón y mujer se definen en la Iglesia por su capacidad de palabra. No puede haber en ellas unos que escuchan (oyentes de la palabra) y otros que hablar. Si no pueden hablar y escuchar todos, no no hay palabra, no hay Iglesia.

25. En este sentido, la asamblea eucarística manifiesta y alimenta la vida sinodal misionera de la Iglesia. En la participación de todos los cristianos, en la presencia de los diferentes ministerios y en la presidencia del obispo o del presbítero, se hace visible la comunidad cristiana, en la que se realiza una corresponsabilidad diferenciada de todos por la misión. La liturgia, como «cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente de donde mana toda su fuerza» (SC 10), es al mismo tiempo la fuente de la vida sinodal de la Iglesia y el prototipo de todo acontecimiento sinodal, haciendo aparecer «como en un espejo» el misterio de la Trinidad (1 Cor 13,12; cf. DV 7).

 Todo eso está muy bien, pero se convierte en “teoría” falsa… porque en el fondo se mantienen uno “ministerios distintos”, con superioridad de hecho de unos sobere otros, en contra de lo que quiere y dice Pablo en 1 Cor 12-14. Los ministerios a los que aquí se alude tienen a convertirse en principio de poder, no de comunión.

29. Como expresión de la libertad del Espíritu a la hora de otorgar sus dones y como respuesta a las necesidades de las comunidades individuales, existe en la Iglesia una variedad de ministerios que pueden ser ejercidos por cualquier bautizado, hombre o mujer. Se trata de servicios no ocasionales, reconocidos por la comunidad y por quienes tienen la responsabilidad de dirigirla. Pueden denominarse ministerios bautismales, para indicar su raíz común (el bautismo) y distinguirlos de los ministerios ordenados, arraigados en el sacramento del orden. Encontramos, por ejemplo, hombres y mujeres que ejercen el ministerio de coordinar una pequeña comunidad eclesial, el ministerio de dirigir momentos de oración (en funerales o de otro tipo), el ministerio extraordinario de la comunión u otros servicios, no necesariamente de naturaleza litúrgica.

Me viene la impresión que nos hallamos ante un texto de clérigos varones que utilizan la “ola sinodal” de este momento para  insistir más en sus ventajas clericales

Posiblemente, mi visión del texto sea distorsionada, y eso se debe a que lo leo desde la Biblia, y no desde una estructura jerárquica de la Iglesia actual… Pero leyendo pasajes como éste me viene la impresión que nos hallamos ante un texto de clérigos varones que utilizan la “ola sinodal” de este momento para insistir más en sus ventajas clericales.   

29. El discernimiento de los carismas y ministerios es una acción propiamente eclesial:para reconocerlos y promoverlos, el obispo está obligado a escuchar la voz de cuantos están implicados: fieles, comunidades, órganos de participación. Para ello, deberán identificarse procedimientos adecuados para los diferentes contextos, procurando siempre alcanzar un consenso real sobre los criterios y los resultados del discernimiento. Las conclusiones del encuentro “Párrocos para el Sínodo” subrayan con fuerza estas necesidades.

Éste es uno de los casos en que es necesario poner sujeto a las frases. ¿Quién discierne los carismas y ministerios? Por mucho que me esfuerzo por situar bien el texto, no logro responder. Es como si se dijera: Es bueno que haya ciertas iniciativas sinodales en la Iglesia, pero, al fin, ellas han de ser reguladas (discernidas, valoradas) por la jerarquía.  Todos tranquilos. Época en la que las personas se desplazan de un lugar a otro con mayor facilidad.

El Papa, con algunas de las mujeres del Sínodo
El Papa, con algunas de las mujeres del Sínodo Vatican Media
33. El camino recorrido hasta ahora ha llevado a reconocer que una Iglesia sinodal es una Iglesia que escucha, capaz de acoger y acompañar, de ser percibida como hogar y familia. Se trata de una necesidad que se expresa en todos los continentes y afecta a las personas que, por diferentes razones, están o se sienten excluidas o al margen de la comunidad eclesial, o luchan por encontrar en ella el pleno reconocimiento de su dignidad y de sus dones. Esta falta de acogida les aleja, dificulta su camino de fe y de encuentro con el Señor y priva a la Iglesia de su contribución a la misión.

34. Por tanto, parece sumamente oportuno dar vida a un ministerio de escucha y de acompañamiento reconocido y posiblemente instituido, gracias al cual este rasgo característico de una Iglesia sinodal se pueda experimentar concretamente. Se necesita una “puerta abierta” de la comunidad, por la que pueda entrar la gente sin sentirse amenazada o juzgada.

Este es uno de los textos que me resulta más penoso… Me parece muy bien una Iglesia que escucha, pero si la escucha no se viven en fraternidad, libertad, igualdad… (si la escucha está reservada a un tipo de clero, ella se puede convertir en una inquisición tenebrosa… de tintes dictatoriales). Se ha dado en cierta Iglesia una obsesión por escuchar, por vigilar… iglesias donde la inquisición se ha situado por encima de la fraternidad. Quiero en la Iglesia “ministros oficiales”, al servicio de la comunión de todos, en libertad, no de la inquisición. El tema lo planteó con todo rigor el historiador Von Campenhausen. Kirchliches Amt und geistliche Vollmacht in den ersten drei Jahrhunderten, Tübingen 1953.

43. Según el Concilio, en virtud de la catolicidad de la Iglesia, «cada una de las partes colabora con sus dones propios con las restantes partes y con toda la Iglesia» (LG 13).

No sé si entiendo esta frase y otras muchas…  ¿Quién es el sujeto de “toda la Iglesia?  En un sentido se podría decir que es el “Espíritu Santo”. No sé si se puede decir que “toda la Iglesia” es la Iglesia de Roma, con el Papa como sujeto “representante” de toda la iglesia. No sé cómo plantear el tema del conciliarismo-sinodalidad de las iglesias en el siglo XV... Ni tampoco las afirmaciones del Vaticano II sobre la “potestad suprema” y la “infalibilidad”. Creo que no hay iglesias “por encima o fuera de sus partes.

57. Se requiere una atención especial a la promoción de la participación de las mujeres en los programas de formación, junto a seminaristas, sacerdotes, religiosos y laicos. También es de crucial importancia su acceso a los roles de docente y formador en las facultades e institutos teológicos y en los seminarios. También se sugiere ofrecer a los obispos, presbíteros y laicos una formación sobre las tareas que las mujeres ya pueden desempeñar en la Iglesia y promover una evaluación del uso real que se hace de estas oportunidades en todos los ámbitos de la vida eclesial: parroquias, diócesis, asociaciones de laicos, movimientos eclesiales, nuevas comunidades, vida consagrada, instituciones eclesiásticas, hasta la Curia Romana.  

Leo y releo este número y no sé cómo entenderlo… Parece que pone de relieve la participación de mujeres en la formación de los seminaristas (de los futuros sacerdotes), pero sin que ellas puedan acceder a los “ministerios ordenados”. No digo que sí ni que no, simplemente que no entiendo.

58. El discernimiento eclesial para la misión. Gracias a la guía del Espíritu, el Pueblo de Dios, en cuanto partícipe de la función profética de Cristo (cf. LG 12), «procura discernir en los acontecimientos, exigencias y deseos, de los cuales participa juntamente con sus contemporáneos, los signos verdaderos de la presencia o de los planes de Dios» (GS 11). Esta tarea eclesial de discernimiento se arraiga en el sensus fidei, animado por el Espíritu Santo, que puede describirse como ese “olfato” o capacidad instintiva del Pueblo de Dios, bajo la guía de los pastores (cf. LG 12), para «encontrar nuevos caminos que el Señor abre a la Iglesia» (Francisco, Discurso con ocasión de la conmemoración del 50 aniversario de la institución del Sínodo de los Obispos, 17 de octubre de 2015).

Me sigue pareciendo bien este número, pero tampoco lo entiendo. La Iglesia tiene una tarea esencial de discernimiento…Pero no sé quién es “sujeto” de esa tarea… ¿El Papa, el Papa con la curiadel  Vaticano….? El conjunto de los obispos… El discernimiento, lo mismo que la “escucha”, es una función esencial de la Iglesia, como sabe y dice Pablo en 1 Cor 12-14. Pero, según Pablo, la que escucha-entiende es la Iglesia entera (es decir, la comunidad local), que dialoga, que ora, que saca unas conclusiones, que decide (lo mismo que en Mt 18), pero fuera de eso no encuentro un “sujeto” Iglesia universal que escucha, discierne, decida, a no ser en forma sinodal de comunicación de todas las iglesias, en un tipo de “concilio” (en el que se incluye, según costumbre inmemorial romana el obispo de Roma con su Iglesia.

60. Precisamente dado que requiere que cada uno comparta su punto de vista en la perspectiva de la misión común, un proceso de discernimiento articula concretamente comunión, misión y participación. En otras palabras, es una forma de caminar juntos. Por eso es fundamental promover una amplia participación en los procesos de discernimiento, cuidando especialmente la implicación de quienes se encuentran en los márgenes de la comunidad cristiana y de la sociedad.

El tema sigue siendo el “anterior” ¿Quiénes son los discernidores, quién puede decir “nos ha parecido al Espíritu Santo y a nosotros…  (Hch 15). ¿Cómo entran en este discernimiento los pobres, los enfermos, las mujeres, los niños, los encarcelados de M 25,31-46.

Sínodo de las mesas redondas
Sínodo de las mesas redondas
64. El discernimiento siempre tiene lugar “con los pies en la tierra”, es decir, dentro de un contexto concreto, cuyas complejidades y peculiaridades deben conocerse lo mejor posible. Por lo tanto, no podrá más que beneficiarse de la aportación que brota del análisis de las distintas ciencias humanas, sociales y administrativas pertinentes para el asunto en cuestión.

Ha habido y hay en la iglesia formas distintas de discernimiento… En la práctica antigua (ratificada en Occidente por la tradición de Santo Domingo de Guzmán), el sujeto de decisión y discernimiento es toda la comunidad… En la tradición “absolutista” (militar) de Ignacio de Loyola, el que discierne a solas es el superior (General de la Orden, Papa), de manera que no se puede decir “nos ha parecido al Espíritu Santo y a Nosotros. Este documento de trabajo no entra en esta cuestión fundamental y nos deja ante una nebulosa…

68. Las decisiones. Para favorecer su aplicación (la aplicación de la sinodalidad), parece oportuno reflexionar sobre la articulación de los procesos de toma de decisiones. Éste suele incluir una fase de elaboración o instrucción (decision-making, según la terminología inglesa utilizada también en otros idiomas), «mediante un trabajo común de discernimiento, consulta y cooperación» (CTI, n. 69), que informa y apoya la posterior toma de decisiones (decision-taking), que corresponde a la autoridad competente (por ejemplo, en una diócesis o eparquía, al obispo). No hay competencia ni contraste entre las dos fases, sino que, por su articulación, contribuyen a que las decisiones tomadas sean lo más conformes posible con la voluntad de Dios: «La elaboración es una competencia sinodal, la decisión es una responsabilidad ministerial» (ibíd.).

Si no entran las mujeres, esto no vale, si no está en el fondo el bien de los más pequeños, esto no vale. Este es el tema de fondo, no el tema de un sacerdocio jerárquico por encima de los “creyentes”

Éste me parece, en un sentido, el número central de este instrumento de trabajo… Éste es un tema que viene planteándose en la Iglesia desde el principio… y que se puso de relieve en los movimientos especializados de “acción católica” de hace un siglo, con procesos mejor o peor articulados de ver-juzgar-actuar de los grupos… Esos movimientos fueron en parte sofocados por una iglesia-jerarquía, pero iban y siguen yendo en una buena línea. Pongan de relieve estas palaras: (decision-making,   discernimiento, consulta y cooperación» (CTI, n. 69), toma de decisiones (decision-taking). Si no entran las mujeres, esto no vale, si no está en el fondo el bien de los más pequeños, esto no vale. Este es el tema de fondo, no el tema de un sacerdocio jerárquico por encima de los “creyentes” (un tema que es totalmente marginal en el conjunto de la Biblia, y en la Iglesia primitiva.

69. En muchos casos, la legislación vigente ya prescribe que, antes de tomar una decisión, la autoridad está obligada a realizar una consulta. Esta consulta eclesial no puede dejar de hacerse y va mucho más allá de la escucha, ya que compromete a la autoridad a no proceder como si no hubiera tenido lugar. La autoridad sigue siendo libre desde el punto de vista jurídico, ya que el dictamen consultivo no es vinculante, pero, si está de acuerdo, no se apartará de él sin una razón convincente (sine praevalenti ratione; CIC, c. 127, § 2, 2°). Si lo hiciera, se aislaría del grupo de los consultados, constituyendo una lesión al vínculo que los une.

Tampoco entiendo este número… Parece que al final la decisión compete a un tipo de jerarquía,  sin que la sinodalidad sea vinculante.

70. En una Iglesia sinodal, la competencia decisoria del obispo, del Colegio Episcopal y del Romano Pontífice es inalienable, ya que está arraigada en la estructura jerárquica de la Iglesia establecida por Cristo. Sin embargo, no es incondicional: no se puede ignorar una directriz que surja en el proceso consultivo como resultado de un discernimiento correcto, especialmente si lo llevan a cabo los organismos de participación de la Iglesia local. El objetivo del discernimiento eclesial sinodal no es hacer que los obispos obedezcan a la voz del Pueblo, subordinando los primeros al segundo, ni ofrecer a los obispos un expediente para hacer aceptables decisiones ya tomadas, sino conducir a una decisión compartida en obediencia al Espíritu Santo.

Estas palabras van quizá en la línea de una excusatio (justificatio no petita accusatio manifesta). Por lo menos tienen que ser muy matizadas.

72. Unos procesos de toma de decisiones sinodales sólidos requieren un nivel adecuado de transparencia. Del mismo modo, conviene subrayar la delicadeza de la tarea y la especial responsabilidad de quienes expresan su opinión en una consulta.

73. Una Iglesia sinodal necesita una cultura y una práctica de la transparencia y la rendición de cuentas (accountability, término inglés utilizado también en otras lenguas), indispensables para promover la confianza mutua necesaria para caminar juntos y ejercer la corresponsabilidad en la misión común. En la Iglesia, el ejercicio de la rendición de cuentas no responde en primer lugar a exigencias de carácter social y organizativo. Su fundamento se encuentra más bien en la naturaleza de la Iglesia como misterio de comunión.

Estas afirmaciones deben desarrollarse… (Seguiré comentando el tema desde Mc 6, próximo domingo)

(Xabier Pikasa, fb)

lunes, 24 de junio de 2024

Rafael Luciani: "Ser tomados en cuenta ya es un avance en una iglesia que por lo general no escuchaba, ni hacía silencio" - ADN Celam


ADN Celam

Rafael Luciani: «Ser tomados en cuenta ya es un avance en una iglesia que por lo general no escuchaba, ni hacía silencio»

 22 DE JUNIO DE 2024  PAOLA CALDERÓN GÓMEZ  PORTADA

La sinodalidad es una propuesta desafiante que cuestiona las maneras de tejer las relaciones, implementar las acciones y ejercer la autoridad al interior de la Iglesia. Una invitación a salir de nosotros mismos y superar el individualismo que nos extingue e impide la posibilidad de considerar el valor del otro. Es un camino que implica discernimiento, conciencia y determinación para aportar desde nuestra condición de sujetos eclesiales al anhelado paso de los ideales a la realidad.

El Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño dispuesto a seguir aportando al camino sinodal, se dispone a vivir una semana de reflexión teológica que, en esta oportunidad, se ocupará de analizar la renovación de las Iglesias locales con perspectiva sinodal. Las actividades se efectuarán del 24 al 28 de junio. Concluirán con la conmemoración pública de los 250 años del ingreso de la Teología Pastoral al currículo teológico.

Rafael Luciani, miembro del equipo de asesores teológicos del Celam y perito del sínodo, habla del evento y lo que ha significado este tiempo para la Iglesia universal que se dispone a vivir la segunda sesión de la XVI Asamblea General del Sínodo.

Investigación y buenas prácticas

¿Cuáles son los objetivos de este espacio de reflexión teológica que analizará la renovación de las Iglesias locales cómo un paso necesario para que la sinodalidad llegue hasta las bases?

Uno de los aportes que queremos hacer al proceso sinodal es cómo renovar la vida diocesana a través de las relaciones, para que sean más corresponsables y con estructuras que permitan una mayor participación.

Para eso, hemos usado como ejemplo, los consejos pastorales y lo hemos hecho a través de un estudio que se adelantó en América Latina, Italia y América del Norte. Esto tratando de ver buenas prácticas, es decir, los procedimientos que se hacen cuando una diócesis tiene un consejo pastoral; entendiendo que se trata de un órgano clave para implementar la sinodalidad en la Iglesia diocesana.

 

Pensando en estas experiencias… ¿Vivir la sinodalidad implica ejercer la autoridad de una manera distinta al interior de la iglesia?

Exactamente, porque una de las grandes riquezas de este proceso es haber enseñado cómo el ejercicio del ministerio ordenado tiene que darse al interno del pueblo de Dios; porque todos somos fieles, todos somos bautizados y esa horizontalidad de las relaciones, lleva a replantearnos un modelo de iglesia que no puede seguir siendo piramidal y debe pasar a ser circular y poliédrico.

Es decir, caracterizado por una comunión, pero en la diversidad, en donde todos podamos participar por igual en la misión de la Iglesia.

 

¿Quiénes estarán liderando las reflexiones?

Vienen algunos peritos del Sínodo. Entre ellos el P. Alphonse Borras, profesor emérito de derecho canónico de la universidad de Lovaina y teólogo belga. Gilles Routhier, vicedecano de la facultad de Teología y Ciencias Religiosas de la Universidad Laval en Québec. También estará la teóloga Birgit Weiler, además de los consultores del sínodo.

Entonces junto al P. Carlos Galli y Agenor Brighenti, vamos a ofrecer una serie de reflexiones que nos permitan analizar el tema de los consejos pastorales y la elección de los obispos.

 

Ampliar la mirada

En la agenda aparecen asuntos que superan las fronteras de América Latina, uno de ellos es el camino sinodal en Alemania. Cuáles son las expectativas sobre este tema que ha suscitado tantas y tan diversas posturas?

Si, creo que es importante que cada iglesia local sea reconocida en su propia historia. En Alemania, desde los años 70 se han celebrado sínodos que vienen desarrollando una teología del ministerio ordenado y de la Iglesia ministerial en general.

Eso los llevó durante años a una reflexión que permitió a laicos que estudiaron teología coordinar parroquias y comunidades cristianas.

Hoy en día, ellos han hecho su proceso como Iglesia. Nuevamente, están reflexionando estos temas que para muchos parecen nuevos, cuando vienen de un desarrollo teológico que ya habia empezado luego del Concilio Vaticano II. Por eso, creo importante trabajar la reflexión de lo que se ha hecho en Alemania, lo que se está haciendo en la iglesia universal y también desde el aporte latinoamericano. Vamos a ofrecer las reflexiones de esos tres procesos sinodales.

 

Igualmente, se presentará el caso de Estados Unidos que tiene una experiencia pastoral con características propias, además de ser un territorio de acogida para millones de hispanos. En este caso, ¿Cuál será la propuesta?

Si, vienen dos personas especializadas en el tema. El P. Ernesto Palafox, especialista en pastoral y en el tema de parroquias. Él nos va a presentar el estudio que hizo en México. Luego está Hoffman Ospino quien lleva la pastoral hispana en Estados Unidos y quien nos va a presentar lo referente al desarrollo de los consejos pastorales en la unión americana. Esa realidad eclesial nos va a permitir tener una visión más amplia de la Iglesia.

América Latina, Europa y América del norte para encontrar buenas prácticas y avanzar en el tema de la renovación de la Iglesia local.

 

Las actividades concluirán con una jornada abierta al público… ¿Cómo está pensada?

La hemos pensado en clave de ministerialidad, porque cualquier Iglesia local está en el deber de pensar en cómo los ministerios sean cada más posibles, pero también diversos. Hace poco estuve en Paraguay y un obispo presentó el ministerio de la escucha algo que es hermoso, porque responde a su realidad y lo pudo hacer con las comunidades cristianas. El día que tenemos el congreso público busca que la Iglesia puede avanzar en la ministerialidad. Tendremos a la Dra. Serena Noceti quien ya es conocida en el Celam.

Ella va a trabajar el tema de la presencia de las mujeres en la Iglesia. Así, vamos a tener distintas reflexiones que creo ayudan a enmarcar el proceso sinodal en el contexto latinoamericano, para hacernos avanzar en un tema tan importante como es el de la ministerialidad.

 

La certeza del cambio

La Iglesia de América Latina y el Caribe se ha preocupado por hacer un aporte concreto al camino sinodal. Nos preparamos para la segunda sesión. Consciente del camino hecho… ¿Qué espera de esta segunda sesión del Sínodo?

Desde lo personal creo que se ha abierto un modo de proceder en la Iglesia que ha ayudado a empoderar a muchas personas con la palabra y ha sido un hermoso testimonio cuando he leído los informes en la etapa continental y las personas decían… "Es la primera vez que la Iglesia me consulta. Nunca, jamás, ni siquiera me habían tomado en cuenta".

Creo que esa experiencia de ser tomados en cuenta y ser escuchados ya es un avance en una iglesia que por lo general no escuchaba y no hacía silencio, iba directo a la palabra. Por otra parte, las asambleas de octubre 2023 y 2024 tienen una especial significación, porque en ese periodo trabajarán lo teológico, pastoral y canónico.

En este momento se han creado cinco comisiones que colaborarán con la redacción del Instrumentum Laboris y luego se crearán diez grupos de estudio que trabajarán hasta junio de 2025 en temas que son y necesitan mucha más profundidad teológica, pastoral y canónica. Creo que la expectativa es grande, pero también hay que ver que el proceso en cada continente es distinto. No podemos universalizar, cuando el diseño del proceso es desde las iglesias locales y por eso en el caso de América Latina, un tema que ha salido mucho es el referente a la colegialidad que nos ha caracterizado desde 1955 con la creación del Celam.

Hoy se pide renovar la colegialidad al interior de la sinodalidad; pero eso que para nosotros es común, en otros continentes, todavía es una emergencia, una práctica nueva. Entonces, el reto está en cómo cada continente puede hacer una reflexión y una recepción particular del proceso sinodal y que no sea universal; porque al final terminamos homogenizando la Iglesia y tendría el mismo rostro en todas partes, cuando no es así.

 

 

Hace poco el Instituto Teológico Aquinas de la Orden Dominica le confirió un doctorado honoris causa. ¿Cuál es su mensaje para los teólogos en formación respecto al momento que vive la Iglesia?

Mi experiencia como laico es ir descubriendo que la teología es una vocación, un ministerio, un servicio, que no es una profesión que se limita a dar un curso, publicar un artículo o un libro.

Creo que lo primero es entender que se trata de un ministerio, un servicio y luego desde ahí se hace la reflexión. En mi caso, siempre me ha atraído la figura del "pueblo de Dios" que para el Concilio fue central y para nosotros en América Latina constituye la clave de nuestra iglesia.

Eso hoy en día, con el camino sinodal me ha llevado a profundizarlo y a realizar una reflexión teológica que aporta desde ahí en mi propia vida, desde las comunidades y las iglesias locales como se hace en el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM) o desde las redes y la vida religiosa como sucede en la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos (CLAR).

Yo creo que es un servicio. La Iglesia y la academia son las dos dimensiones del ministerio teológico.

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