Medios de desinformación
05/02/2020
Con el ‘coronavirus’ hemos llegado a lo máximo. Las informaciones internacionales están controlada por menos de 10 agencias de prensa, la mayoría en Estados Unidos, financiadas por la industria militar norteamericana… En Ecuador los medios de comunicación opositores al gobierno han sido cerrados por el Estado: Radio Pichincha de la prefectura de Quito resiste a las presiones. Las demás radios opositoras brillan por su ausencia. Y ni hablar de la televisión basura que es pan cotidiano. ‘Telesur’ una cadena latinoamericana en Venezuela ha sido borrada de los ‘combos’ que ofrecen la TVCable. ¡Rafael Correa ha sido sacado de Facebook! Estamos en una dictadura disfrazada donde el presidente no tiene ni 10% de opiniones favorables. ¿Adónde van a parar los centenares de millones que recibe el gobierno del Fondo Monetario Internacional? Nos quedan las informaciones por internet, por ejemplo “RTenespañol” y, por celular, las redes sociales, con su lote de noticias falsas y de comentarios ‘basura’.
Lo que llena las pantallas en estas semanas es la epidemia del ‘coronavirus’, inventado en Inglaterra y cultivados en los laboratorios de los grandes países para preparar guerras químicas, tal como fue el caso de la vaca loca, también en Inglaterra, la gripe aviaria, el ébola… Logran meternos medio y mantenernos atentos al número de muertos y de contaminados que aumentan ‘peligrosamente’, mientras se silencia que 300,000 personas, sobre todo niños, mueren de hambre cada día (según información de la OMS, Organización Mundial de la Salud).
Curiosamente han desaparecido de nuestras pantallas las protestas juveniles en innumerables países de todos los continentes, cuando continúan en Chile, Colombia, Honduras, Puerto Rico, Brasil... por hablar sólo de nuestro continente. Nos desvían la atención de las destrucciones ambientales en crecimiento constante en la Amazonía. Siguen terribles los incendios en Australia, pero ¿quién informa que va a pasar lo mismo en otros países por el calentamiento global?
Las noticias del pedofilia en la Iglesia católica siguen bastantes presentes, para contrarrestar las denuncias del papa Francisco, por ejemplo, sobre el crimen de la producción de armas nucleares. El futbol y la chismografía de estrellas prefabricadas llenan también nuestras pantallas para hacernos olvidar la falta de empleo, la mala calidad de los centros de salud, los bajos salarios, los despidos… Se sigue hablando de las violentas protestas de los Indígenas cuando fueron pacíficas y donde fallecieron a lo menos 11 personas… para distraernos del fracasado diálogo del gobierno con la CONAIE y de la búsqueda de los responsables de los muertos.
Falacias y mentiras son nuestro pan cotidiano que crean individualismo, desinterés, desconfianza, racismo, agresividad… Destruyen poco a poco los valores que nos hacen dignos y grandes. Nos quieren controlar la mente y los pensamientos para que no analicemos de donde provienen tantas riquezas en manos de unos pocos y porque crecen las desigualdades y la pobreza en nuestro país. Nos quieren pasivos e ignorantes para que creamos en la bondad de un sistema montado sobre la corrupción, la traición y el despojo.
Más que nunca es en organizaciones que logramos construirnos en humanidad, fraternidad y justicia. “El Reino es de los valientes”, decía Jesús de Nazaret como también: “Si me han perseguido, también los perseguirán a ustedes”. Pero, “¡Ánimo: he vencido e mundo!” de la maldad y de la mentira. “¡Todo lo hago nuevo!” si se unen para seguirme. La solución y la felicidad están en las relaciones humanas, renovadas, constantes, activas, liberadoras. Nosotros, los pobres organizados y los que nos hacemos pobres con ellos, somos la solución.
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