El Cardenal Felipe Arizmendi: “El Concilio Vaticano II es totalmente fiel a Jesús”
Bogotá D. C. 03 de septiembre 2021
ADN Celam.- El Cardenal Felipe Arizmendi, obispo emérito de la diócesis de San Cristóbal de las Casas (México), está al frente del II Simposio virtual de Teología India, que el Centro Bíblico Teológico Pastoral para América Latina y el Caribe (Cebitepal) prepara como antesala al VII Simposio sobre Espíritu Santo y pueblos originarios.
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En entrevista con ADN Celam, el purpurado hizo un análisis a profundidad sobre las implicaciones de la inculturación del Evangelio, el estatus de la Teología India en el continente y las tensiones en torno al Concilio Vaticano II.
¿Qué puede adelantarnos de este simposio: de qué trata, cómo inscribirse, quienes pueden participar?
“Desde hace dos años, tenemos programado el VII Simposio de Teología India, a realizarse en Panamá, sobre el Espíritu Santo y los pueblos originarios. Por la pandemia, por segundo año consecutivo tuvimos que suspender el Simposio presencial y organizamos dos virtuales, el año pasado y ahora del 20 al 24 de septiembre.
Se trata de escuchar la sabiduría de los pueblos originarios, descubrir allí la presencia del Espíritu Santo en sus múltiples manifestaciones, y seguir acompañando a estos pueblos hasta su plenitud en Cristo. Pueden participar los ya convocados a Panamá y otras personas a quienes el tema interese. Se pueden inscribir con el Cebitepal del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam)”.
¿Cuál es el estatus de la Teología India en el continente, incluidas las poblaciones no amazónicas?
“Se han realizado seis simposios: El primero, en Bogotá, en 1997; el segundo, en Riobamba, Ecuador, en 2002. Estos dos primeros fueron para empezar un diálogo en el CELAM e ir clarificando lo que se entiende por este término.
A partir del tercero, en Guatemala, en 2006, abordamos temas fundamentales de nuestra fe, como Cristo y los pueblos originarios. El cuarto, fue en Lima, en 2011, sobre Teología de la creación en los pueblos originarios y en la fe católica.
El quinto, en San Cristóbal de Las Casas, en 2014, sobre Revelación de Dios y pueblos originarios. El sexto, en Asunción, Paraguay, sobre Trinidad, familia y pueblos originarios. El séptimo, programado para 2022 en Panamá, sobre Espíritu Santo y pueblos originarios”.
Es un proceso de diálogo intraeclesial, que se acompaña desde el Celam y de acuerdo con la Congregación para la Doctrina de la Fe, para escuchar lo que el Espíritu dice a la Iglesia desde estos pueblos”.
¿Qué tanto atenta contra la Santa Doctrina la inculturación del Evangelio, sobre todo a quienes califican de herejía esta inculturación?
“La Santa Doctrina es el camino de Jesús y de la Virgen María. Jesús hizo la opción de no encarnarse en la cultura hebrea, latina o griega, sino en la aramea, menospreciada en su propio país. Pidió a sus apóstoles ir a todas las culturas del mundo, y no encerrarse en una sola.
La Virgen María, en todas sus apariciones, se comunica en el idioma y la cultura del lugar. En el Tepeyac, no le habló a Juan Diego en arameo, que ella hablaba, sino en náhuatl, idioma y cultura de este pueblo mesoamericano. Por tanto, es contrario a la sana doctrina no seguir este camino de Jesús y de la Virgen María”.
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¿Entonces qué es inculturar el Evangelio?
“El Evangelio, que es la vida y la predicación de Jesús, que se hizo en arameo, los cuatro evangelistas lo inculturaron en diversos ambientes. Los cuatro evangelios nos comparten a Jesús, pero cada cual con su propio estilo y según los diferentes destinatarios. Los evangelistas ya inculturaron el Evangelio.
Hoy, inculturar el Evangelio es compartirlo a las diferentes culturas, tomando en cuenta su propia cultura, sin traicionar el Evangelio fundante, que es Jesús. Por tanto, cada cultura asume y transmite el mismo Evangelio según sus propias categorías. Esta diversidad no es contraria a la unidad eclesial, como los cuatro Evangelios no rompen la unidad en torno a Jesús”.
A propósito de quienes siguen fieles a la misa tridentina, niegan el Concilio Vaticano II, ¿cómo lograr llegar a dialogar con estos sectores a sabiendas que somos hijos de una misma Iglesia?
“Con amor, con respeto, tomando en cuenta la educación que recibieron. No son malos, sino que les inculcaron una forma de celebrar la Misa y de concebir su fe católica. Cuando les escuchamos con amor y les tratamos de hacer ver que el Concilio es totalmente fiel a Jesús, las cosas pueden cambiar.
Pero cuando se cierran y no aceptan los cambios del Concilio, se pueden convertir en secta, lo cual sería lamentable. Pero, aún con ellos, debe prevalecer el amor fraterno”.
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