martes, 3 de mayo de 2011

Adital - Entrevista a Guillermo Meléndez y Conrado San Jur

Adital - Entrevista a Guillermo Meléndez y Conrado San Jur
02.05.11 - América Latina y El Caribe
Entrevista a Guillermo Meléndez y Conrado San Jur
Adital Entrevista 29 abril 2011 – Jornadas Teológicas Centroamericanas y Caribeñas

FUENTES:
· Guillermo Meléndez del Departamento Ecuménico de Investigación (DEI), coordinador regional de Amerindia Centro América
· Conrado San Jur de la Coordinadora Nacional Cristiana -Héctor Gallego- de Panamá
Realizada por la Federación Guatemalteca de Escuelas Radiofónicas -FGER- www.fger.org

P. Guillermo, ¿cuéntenos qué podemos destacar de este primer proceso realizado en Guatemala?Guillermo Meléndez: Lo primero que debemos decir es que en septiembre del año pasado realizamos una reunión en la ciudad de Guatemala con la participación de delegados de los países de la región centroamericana. En esa reunión participaron los núcleos nacionales de Amerindia y con representación del coordinador de Amerindia del Caribe.
En esta reunión, fundamentalmente se definió la temática y la metodología de estas primeras jornadas, se barajaron algunos nombres de las personas que tendrían ponencias y de quienes daría sus testimonios, además de distribuir tareas. En ese momento también se hicieron una serie de sugerencias de cara a la implementación de las jornadas que estuvo a cargo de la red teológica que existe en Guatemala, de la cuál Amerindia Guatemala forma parte, además de otras instancias como el Comité Monseñor Gerardi; que son quienes han llevado a cabo toda la planificación e implementación de estas jornadas.
Gracias al trabajo tesonero de esta Red Teológica, es que ha sido posible la realización y sobre todo el éxito de esta jornada, desde el punto de vista de la participación que ha sido importante porque se trata de días laborales en los cuales las personas tienen distintos compromisos, y sin embargo, se ha contado con una participación nutrida, constante y activa de quienes han asistido. Pero las jornadas han concluido con muy buen suceso por esta organización que se hizo y por el apoyo brindado por varias instancias eclesiales.
Un acierto, importante, fue encuadrar las jornadas con la conmemoración del XIII aniversario del martirio de Monseñor Gerardi porque se permitió ligar las jornadas con una celebración muy importante, no sólo para los guatemaltecos sino para los grupos en una línea de cristianismo liberador o de iglesia de los pobres en la región.

P. Conrado, ¿qué aspectos importantes se destacan de estas ponencias?Conrado San Jur: Estuvo muy interesante que el hecho de que estas jornadas se hayan orientado en la metodología clásica del "ver, juzgar y actuar”, eso es sumamente importante y hasta novedoso porque se dedico un día a cada uno de estos estamentos o partes de este proceso metodológico. Hubo temas relevantes, la recuperación de la situación de la región centroamericana y caribeña. Hay que decir que hay un manejo de esa situación, mucho testimonio, mucho déficit en el cumplimiento de las condiciones de una vida digna para los pueblos –evidentemente para los sectores más marginados- en este caso los indígenas que responden a un alto nivel de presencia en la región centroamericana.
Ha llamado la atención la iluminación que se ha hecho sobre la perspectiva de la teología, de la espiritualidad cristiana en su diversidad. Nos ha servido mucho escuchar experiencias reales y concretas que hermanos y hermanas ha compartido de viva voz, entre ellas el martirio.
Pablo Richard (sacerdote católico y teólogo chileno) hay que decir que nos iluminó bastante con el análisis que hizo sobre el Vaticano II y cómo se fue viviendo a lo largo de estos años; del impacto que causo en la iglesia en general.
Otro tema que ha llamado la atención son las experiencias espirituales de la cultura maya, una ceremonia en la que participaron todas las personas presentes, también conocer la teología maya en la voz de Ernestina López. Todos estos elementos nos parecen sumamente importantes.
Dentro de las proyecciones a futuro, elementos para una nueva agenda de ahora en adelante, de ahí ha servido mucho los aportes de la presentación de una religiosa teóloga-médica, que nos ha parecido muy bueno, con muchos elementos a pensar para definir el camino que se debe seguir desde la perspectiva de la iglesia y de los movimiento sociales en general.

P. Guillermo y Conrado, ¿cuál es el camino que se va a recorrer luego de concluir las jornadas teológicas centroamericanas y caribeñas con sede en Guatemala?Guillermo Meléndez: Se ha cumplido bastante la finalidad fundamental perseguida con esto, sobre todo que las nuevas generaciones de religiosos y laicos entren en sintonía con la renovación que propone el Vaticano II y luego las conferencias del episcopado latinoamericano que siguieron; específicamente Medellín y Puebla.
Ahora para la región y para el sector de la iglesia de liberación, creo que ciertamente toda esta temática tratada, y sobre todo este aspecto de vivencias y de experiencias –más novedosos- y que han hecho más presente una serie de realidades como: la espiritualidad indígena, la situación de mujeres, el movimiento bíblico, pueblos como el caso de los garífunas, etc. Todo esto abre un abanico de retos de desafíos para tomar en las distintas instancias de la vida religiosa y de otras instancias laicales.

Conrado San Jur: Nos parece importante en las proyecciones en primer lugar, hay que generar un debate, hay que despertar la conciencia, la vida, la gente –su realidad a nivel de América Latina.
Creo que la ocasión del aniversario cincuenta del Vaticano II y de los años cuarenta de la teología de la liberación, que fueron propuesta revolucionarias –desde el punto de vista pastoral y teológico en el mundo y en América Latina concretamente; abrió un compás, llamando a una renovación radical de la vida y sus estructuras con el fin de que la gente disfrute de los derechos humanos.
Esto se debe llevar a un debate, no sólo en un nivel de grupos elitistas o profesionales, sino que sea a nivel de las bases. Diría también que este planteamiento hay que llevarlo a las organizaciones populares porque la iglesia no puede encerrarse a ser un mundo paralelo, debe ser un servicio al mundo, tiene que servirle, insertarse en el mundo.

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