lunes, 21 de noviembre de 2011

MPF 2012/ADV-NAV: TEJIENDO NUEVAS ALIANZAS PARA LA VIDA



MISIÓN POR LA FRATERNIDAD 2012
TIEMPO DE ADVIENTO Y NAVIDAD

Tejiendo nuevas alianzas para la vida
Yo he venido para que tengan vida y la tengan en plenitud. (Jn 10, 10)


PRESENTACIÓN

En este ambiente de espera y preparación que es el tiempo de Adviento, presentamos estas propuestas de reflexión y acción que alimenten el trabajo realizado por la paz y la justicia en nuestro país. Mirar la realidad que estamos viviendo puede ser muy doloroso, puede ser “chocante”, y sin embargo necesario, para no caer en el grave pecado de la indiferencia.

Como mencionó Emilio Álvarez Icaza en una conferencia en el marco de la Jornada Teológica del Norte (Cd.de México. 5-8 octubre del 2011), al escuchar los testimonios de la realidad en el norte y sur del país: “Tenemos testimonios que nos hacen pensar que no hay corazón para tanto dolor”. Ese dolor nos mantiene con fuerza para proclamar más que nunca la esperanza. Tenemos esperanza y tenemos confianza en mujeres, hombres, niñas, niños y jóvenes que hacen posible un mundo diferente cada día con su trabajo, con su sonrisa, con su voz levantada en las calles, con su abrazo, con su saludo y su vida plena de testimonio de vida.

La violencia y la muerte no son la única palabra en nuestro país ahora necesitado de profetas y de valientes que abandonen la silla frente al televisor para salir a la calle, para poner una pancarta en su ventana, para salir a solidarizarse con los familiares de las víctimas, para exigir a las autoridades que hagan bien su trabajo y para atreverse a decir que se puede vivir de otra manera.

Es necesario hacer alianzas con quienes nos confrontan en las plazas venciendo su dolor para decir que todavía se tiene fe en Dios y en la humanidad.

La lógica es mantener la esperanza en los hechos. Recordemos esas palabras de Mateo 11, 12. “Al reino de Dios se le hace violencia y los violentos lo arrebatan”, no hay que ceder terreno. El reino no cede terreno. En este estado de cosas en que el monstruo consume todo, y amenaza con comer la esperanza, el reino no cede[1].

Seguimos en la esperanza tejiendo poco a poquito nuestro mantel para la mesa del banquete con todas y todos, para un banquete de paz, justicia, calidad de vida, cuidado a la creación y comunidad humana. ¿Será esto posible? Al menos es nuestra esperanza que vamos haciendo posible con pequeños signos: los migrantes ven respetada su dignidad de personas en varios albergues, las mujeres reciben apoyo frente a la violencia, los familiares de las víctimas son arropados con solidaridad de muchas personas, las niñas y niños ven posible vivir sus derechos, la tierra es defendida y llamada “Madre”, la salud es atendida sin ser vista como negocio, las comunidades macroecuménicas se encuentran en el diálogo e intereses comunes, el diálogo interreligioso es posible en muchos espacios, la participación ciudadana va más allá del voto y el ejemplo de nuestras comunidades indígenas nos hace pensar que se puede hacer frente al sistema.

A estos signos queremos sumarnos con esta propuesta de Misión por la Fraternidad 2012, que tiene como lema: “TEJIENDO NUEVAS ALIANZAS PARA LA VIDA”. La reflexión se apoya en las palabras de Jesús que resuenan también como promesa desde nuestro contexto nacional: He venido para que tengan vida y la tengan en plenitud.” (Jn 10, 10)

Para que esa vida fuera posible, Jesús, en los años que dedicó a proclamar el Reino, hizo alianzas: con el Padre, con su pueblo, con personas (Los Doce, Magdalena, Martha y María, mujeres que le seguían y apoyaban, José de Arimatea, Juan Bautista) y con algunos grupos emergentes de su tiempo (enfermos, pecadores, mujeres, niñas y niños, pobres). También aprovechó signos que se estaban dando en su contexto y desencadenó un movimiento al que se unieron e hicieron alianza otras y otros que buscaban la paz y la justicia. He ahí el sentido de la propuesta: ¿Con quiénes hacer hoy alianza para una vida nueva donde sean mayormente posibles los signos del Reino?

El desafío será seguir nuestros esfuerzos desde las pequeñas comunidades y unirlos con quienes tienen proyectos más amplios, continuar la reflexión comprometida y hacer alianzas con quienes trabajan por la paz y la justicia. Esto último requiere que llevemos a cabo tareas de análisis comunitario desde la fe y también un discernimiento cristiano que tiene de frente la realidad de los 50 mil muertos en la guerra contra el crimen, 10 mil desaparecidos, cientos de migrantes asesinados, desapariciones y muerte de cientos de mujeres en Cd. Juárez y el Edo. de México y muchas niñas y niños a quienes no se les hace justicia frente al abuso, explotación laboral y muerte (49 niños de la Guardería ABC sin resolver) y el clamor de nuestra Tierra ante la contaminación y la destrucción masiva.

Este discernimiento no debe olvidar por supuesto, menos que nunca, todos los signos de esperanza que tenemos pues esos son los hilos para tejer este mantel desde una nueva perspectiva ecuménica. Por lo mismo, los materiales hacen el esfuerzo de vincular la reflexión tanto católica como de otras Iglesias Cristianas de Tradición Protestante.

Que la reflexión de Guadalupe, Adviento, Navidad y Epifanía nos renueven el compromiso, entusiasmo y solidaridad por el bien de todas y todos. ¡Mucho ánimo, es posible abrir caminos de esperanza!


LES DESEAMOS FELICES FIESTAS
Equipo de Servicio de la Misión por la Fraternidad





INTRODUCCIÓN


TEJIENDO NUEVAS ALIANZAS PARA LA VIDA, es una propuesta que Misión por la Fraternidad hace para este año, teniendo como tema marco las Alianzas de Jesús.

En el caso de Jesús, descubrimos que no trabajó solo, sino que buscó personas con quiénes unirse para proclamar el reino. Hizo alianza con el pueblo, hizo alianzas con los más sencillos y humildes y con quienes buscaban la vida. Y, por supuesto, hizo alianza con su Padre. ¿Con quiénes hacemos alianzas nosotros?

Los hilos con los que iremos tejiendo nuestras alianzas son las acciones que realizamos y que simbólicamente van tejiendo un mantel para la mesa del banquete. Los hilos, son los signos del reino que vamos haciendo posibles en cada grupo y comunidad. Son hilos de muchos colores, como diferentes son nuestros trabajos. Esos hilos representan también las alianzas que hizo Jesús: por la Paz, por la Seguridad Humana (justicia y respeto a la dignidad de la persona), por la Solidaridad y por el Bien Común.

Por lo tanto, los temas de este año nos proponen continuar y/o empezar:
  1. Tejiendo alianzas por la paz
  2. Tejiendo alianzas por la seguridad humana
  3. Tejiendo alianzas por la solidaridad
  4. Tejiendo alianzas por el bien común
  5. Tejiendo alianzas para la acción

En la urgencia que nos presenta la realidad no olvidemos concretizar al menos un compromiso comunitario. Cada hilo nos anima a sumarnos a acciones que ya están marchando, sin embargo, cada grupo o comunidad sabrá mejor lo que es posible realizar. Hagamos el esfuerzo de incluir a todas y todos en la reflexión, algunos temas incluso, como el de Navidad y Epifanía, incluyen dinámicas para que las niñas y niños participen, no olvidemos su voz, ya que generalmente son los que más acuden a las celebraciones de este tiempo.




LAS ALIANZAS DE JESÚS


El Dios de Jesús hace alianza con su pueblo
Jesús se acerca al Jordán (Bautismo), busca a Dios. Se manifiesta humilde y, junto con otras gentes, pide recibir el bautismo de Juan. Jesús se pone ante Dios en una total disponibilidad.

La experiencia de Dios fue central y decisiva en la vida de Jesús. Dios se le manifiesta como su Padre y se siente lleno de su Espíritu.

Ahora Jesús manifiesta que Dios es el Padre de todos, que quiere para sus hijos e hijas una vida más digna, amable y dichosa para todos, todas.

Experimenta al Dios Amigo, cercano, liberador, preocupado por la felicidad de los pueblos.

Siente al Dios cercano que actúa en la vida, movido por su ternura hacia los que sufren. El Dios que actúa en el presente, del lado de las víctimas.

Se encuentra con el Dios de la Alianza: Yo seré tu Dios tú serás mi pueblo.

Dios se le manifiesta como nuestro mejor aliado en la búsqueda de nuestra felicidad, bienestar, salud, paz, el disfrute de la vida.

Tejiendo alianzas para la Vida digna del ser humano, de la comunidad
A raíz del encuentro de Jesús con el Padre, Jesús, se manifiesta como enviado a promover la justicia de Dios y su misericordia. Se siente empujado a liberar a la gente de miedos y esclavitudes que les impiden ver a Dios, como Amigo de la vida y de la felicidad de sus hijos e hijas.

Jesús empieza por manifestarse en Galilea, la región de los pobres, de los inconformes. Entre la gente sencilla, poco culta, que viven de su trabajo, pescadores, algún cobrador de impuestos, mujeres. Con ellos y ellas hace alianza, en eso de proponer una vida nueva, alternativa, diferente, basada en la ley del amor… Manifiesta el amor que comparte, el amor que reconoce la dignidad de cada persona, sin importar raza o condición social o religiosa, el amor que aliviana a los más vulnerables, necesitados, marginados, el amor que perdona.

Tejiendo alianzas para la Vida con los otros y las otras
Jesús, desde que empieza su vida de caminante, va dando buenas noticias, proponiendo una manera nueva de vivir y se da cuenta de que esa tarea no es para Él solo, busca alianzas, escoge a compañeros y luego se suman mujeres interesadas en la propuesta de Jesús.

Jesús da criterios de nuevas alianzas: Todo el que cumple la voluntad de mi Padre ése es mi hermano, mi hermana, mi madre. Son ellas y ellos las mejores aliadas, aliados.

El que no está contra nosotros está con nosotros en la búsqueda de la felicidad y la vida plenas de la gente.

Los y las que promuevan la justicia de Dios y su misericordia, los y las que buscan liberar a gentes de sus miedos y esclavitudes, los y las amigas, amigos de la vida y la felicidad de todos, todas las hijas, hijos de Dios. En ellos y ellas encontraremos aliados, aliadas, en la búsqueda del sueño de Dios: Que todos y todas sus hijas e hijos tengan la vida en abundancia, como lo manifestó Jesús.

Si algo desea el ser humano es vivir y vivir bien. Si algo busca Dios es que ese deseo se haga realidad. Dios es nuestro mejor aliado para buscar la felicidad.

Una Nueva alianza
Jesús vino a manifestar lo que a Dios le interesa: El bienestar, la salud, la convivencia, la paz, la familia, el disfrute de la vida.

Jesús no puede pensar en Dios sin pensar en su proyecto de transformar el mundo. Humanizar la vida, hacer realidad el reino de justicia entre los hombres y mujeres.

Dios quiere ver a sus hijos llenos de vida: Es el mensaje de las personas curadas por Jesús.

Todos los hombres y mujeres de buena voluntad que se identifiquen con esta manifestación de Dios, de Jesús, de su Espíritu, serán nuestros aliados y aliadas.

Jesús, antes de que le arrancaran la vida en la última cena, nos invita a esta Nueva Alianza.




[1] Comentario de Doris Mayol. Pastora Bautista en la Conferencia Paz y Derechos Humanos. Cd. de México octubre 2011.

FUENTE: MISION POR LA FRATERNIDAD 2012


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