jueves, 13 de octubre de 2011

JTN: Vaticano II y la tradición latinoamericana de liberación (Marins)

VATICANO II Y LA TRADICIÓN LATINOAMERICANA DE LIBERACIÓN

José Marins*
5 de Octubre de 2011

Al hablar del impacto del Vaticano II en la Iglesia, me gustaría hacer un esquema sencillo que contiene 10 elementos positivos que han ayudado a la Iglesia y 3 errores estratégicos, aclarando que son errores estratégicos por los cuales estamos pagando el precio.

Cuando escuchamos acerca del VATICANO II podemos condensar dos opiniones más o menos generales que nos dan idea de la realidad de la Iglesia y del impacto que tuvo este Concilio verdaderamente ecuménico en nuestro mundo:

a.                      EL VATICANO II está sin ser inaugurado en la mayor parte de la Iglesia.
b.                      Y ya sufre traiciones graves en puntos importantes: La Iglesia local, la colegialidad episcopal, el ministerio en la Iglesia y la presencia de los laicos como sujeto.


DIEZ ELEMENTOS POSITIVOS

Teniendo estos dos puntos como telón  de fondo, podemos recorrer estos diez elementos positivos que nos ayudan a generar una visión de Iglesia:

1.      El VATICANO II ha sido un divisor de aguas, el más importante concilio de la historia de la Iglesia; a partir de él, reconocemos que  es otro modelo histórico de Iglesia el que se plantea y se genera, se realizó un concilio universal por primera vez.
2.      Fin de la contrarreforma católica, de hecho tocó y asumió 4 puntos a la reforma:
a.      La prioridad de la Gracia.
b.      La centralidad de Jesús.
c.       La libertad de conciencia
d.      La centralidad de la Palabra de Dios, más que el Magisterio
3.      En la Constitución Lumen Gentium se retoma la Colegialidad, reconociendo que la Iglesia tiene que reencontrarse en la misión comunitaria y la dispersión, el mundo moderno no permite una Iglesia piramidal sino una Iglesia en diáspora.
4.      La Iglesia Local, es pueblo de Dios que tiene a su servicio a los Ministros ordenados y no lo contrario.
5.      La Libertad religiosa, aún a pesar de no estar de acuerdo, se vio la necesidad del respeto por la expresión religiosa.
6.      La metodología, es la primera vez que se convoca a un Concilio Pastoral -no para condenar herejías- que parte de la vida y desde allí surge VER; JUZGAR; ACUAR.
7.      La posibilidad de generar espacios de colegialidad episcopal como lo fue Medellín.
8.      La Teología de la Liberación. El episcopado latinoamericano es el único que sale ya con un plan de trabajo y de asumir el proceso de VATICANO II. LG #26, #9 y #1. En la Constitución Lumen Gentium se habla de comunidades eclesiales pequeñas y pobres y en donde está presente Cristo (#26)
9.      Importancia y descubrimiento de los laicos/as en una nueva perspectiva, insistiendo en la línea de Paulo Freire, SER SUJETO.
10.  El Concilio desde el comienzo pide al mundo nos ayude a reflexionar sobre en qué podemos colaborar para ayudar a la humanidad. Surge el pobre como una referencia que la Iglesia no puede pasar de largo. EL pacto de las catacumbas.

TRES ERRORES PRACTICOS (no teológicos ni morales):

1.      Se propuso el espíritu del concilio en un tiempo con gente formada en una mentalidad de neo-cristiandad, el cual es válido pero sólo en un contexto de cristiandad. No se alcanzó a reestructurar el Ministerio ordenado en la Iglesia, quienes muchos siguieron en el mismo modelo de neocristiandad.
2.      No se pudo desarrollar de modo efectivo la Inculturación; fue un Concilio de voz fuertemente europea y muy poco latinoamericana y africana.
3.      Cuando terminó el Concilio se confió a la curia Romana la aplicación del Concilio pero fue muy conservador, de tal forma que mucho del Concilio se ha ido diluyendo. No hubo estructura de evaluación del proceso.

La Teología de la Liberación tiene como contexto el Concilio Vaticano II y se empezó a desarrollar por la preocupación de los obispos latinoamericanos de aquel tiempo, quienes veían la necesidad de hacer teología partiendo de la vida, y así, se empezó a desarrollar sobre todo a partir de Medellín cuyo documento fue escrito por los teólogos que habían asesorado a los Obispos Latinoamericanos en VATICANO II.
Entonces se refuerza el proceso de las Comunidades Eclesiales de Base quienes ya habían aparecieron antes del Concilio hacia 1958-1959 en Brasil, pero ya el libro de los Hechos de los Apóstoles hace referencia de ellas. La experiencia de las Cebs llevada a cabo por la renovación eclesial de Brasil permitió que llevaran al Concilio experiencia pastoral.
 
* José Marins participó en algunas sesiones del Concilio Vaticano II, posteriormente participó en Medellín y Puebla.

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