18.07.11 - Chile
Adital
El arzobispo
de Santiago, Ricardo Ezzatti, expresó, el pasado viernes (15), preocupación por
el desencanto con las instituciones y un eventual vacío del poder, pero dijo
que éstas deben estar al servicio de bien común y no sólo ser un reflejo del
poder.
"Las instituciones no son Dios, no
son algo que no puedan cambiar, pero la sociedad necesita de ellas. La
democracia necesita de instituciones que estén al servicio del bien común, que
no sean simplemente un reflejo del poder, porque ahí sería otra cosa, pero son
muy necesarias y creo que debemos cuidarlas mucho", declaró el religioso.
Ezzatti advirtió, asimismo, que el vacío
de poder que generaría la falta de instituciones "es muy peligroso porque
desde la perspectiva sicológica y sociológica invita a una regresión a formas
de experiencias humanas que no son de comunión, que no son de democracia y no
son de participación".
"Cuando yo miro la situación de
Chile en este momento, que se ha reflejado también en España o en los países
del Norte de África e Islámicos, pareciera que hay un gran descontento de las
instituciones y un desencanto también de las instituciones", observó el
arzobispo en dialogo con la agencia ADITAL antes de encabezar una
misa de clausura de las Jornadas Teológicas del Cono Sur y Brasil en la
Universidad Católica Silva Henríquez, en Santiago.
El Arzobispo admitió que la crisis
institucional afecta a también a la Iglesia "que por naturaleza está
llamada a ser reflejo de la Trinidad y está llamada a construir comunión con
Dios y entre la misma humanidad".
"Evidentemente la Iglesia tiene que
estar sacudiéndose constantemente las estructuras que ya no sirven para el
anuncio. Frente a ello a veces también esta estructura de pecado que siempre
tiene que sacudir de sus hombros", aseveró.
"Naturalmente esto está sujeto a la
sacramentalidad de la Iglesia, lo que se ve de ella. Yo estoy diciéndole a mis
hermanos sacerdotes y obispos que necesitamos descubrir, profundizar, una nueva
significatividad de la Iglesia, no porque la significatividad teológica haya
perdido fuerza, sino porque la visibilidad de esta significatividad requiere
una atención muy especial justamente porque las personas por las cuales la
iglesia vive y para las cuales vive, son diferentes y necesitan captar el signo
y dar este signo que es uno que invita a la comunidad a la participación, que
invita a crear el pueblo de Dios", sostuvo.
Ezzatti elogió la realización de las
Jornadas Teológicas afirmando que "siempre en la vida de la Iglesia la
reflexión es básica y fundamental porque nos permite tomarle el pulso a la
realidad y tomarle el pulso al mensaje que la Iglesia está llamada a anunciar a
lasociedad de tal manera que este mensaje llegue al corazón y a la mente de las
personas a las cuales es dirigida".
"Estos encuentros de reflexión son
siempre un estímulo, un mensaje de conciencia, y siempre una luz en el
camino", subrayó.
"Todos los tiemposson buenos para
hacer una reflexión teológica porque nos permiten descubrir la presencia de
Dios en la historia completa de los pueblos. Estas jornadas teológicasse dan a
50 años del Concilio, en el proceso de reflexión de la vida de la Iglesia en
América Latina, se dan en ese proceso de reflexión de una verdadera teología de
la liberación que se ha dado y se tiene que dar en el contexto de América
Latina y a pocos años del gran encuentro de Aparecida", concluyó.
*Por Orlando Milesi, periodista de
Agencia ANSA
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