martes, 6 de septiembre de 2011

Una nueva herramienta para evangelizar

UNA  NUEVA HERRAMIENTA
para evangelizar

Evangelizar puede resultar una tarea inusualmente dificultosa para quien es nuevo en el oficio. Más aún que todas las artes humanas, la evangelización, que es un arte divina, ha de ser aprendida a través del ejercicio. En realidad no es tan complicado como parece cuando se dispone de una herramienta adecuada.
En estos días acaba de ser publicado, por las Ediciones Paulinas, un libro, con el título “Discípulos y Misioneros según el Evangelio de San Lucas”, que no es otra cosa que un verdadero manual para aprender a evangelizar evangelizando. No es más que una ayuda que sirve para utilizar el mismo Evangelio como el instrumento más práctico para llevar una evangelización sistemática y plena.
Por supuesto uno lo puede aprovechar como lectura personal. Y esto aconseja el autor, el Pbro. Gian Claudio Beccarelli Ferrari: que uno lo adquiera y lo lea a solas para descubrir cómo evangelizó Jesús y cómo evangelizaron los Apóstoles. Luego, en un segundo momento, puede ser utilizado como una guía para conducir a un grupo de personas a la fe adulta.  Se puede aplicar a cualquier clase de personas, menos que a niños.
En el Evangelio de Lucas hallamos un itinerario sorprendente, una pedagogía sencilla, aunque maravillosa, por la que, partiendo desde cero, podemos sembrar en el corazón humano la Palabra de Dios y asistir al milagro de ver germinar y crecer en él una nueva vida por obra y gracia del Espíritu Santo. Avanzando paulatinamente en la escucha de la Palabra de Dios, hecha Buena Noticia, nos veremos introducidos progresivamente en los secretos más profundos de la vida de los hijos de Dios que aprenden de Jesucristo, el Primogénito, a cumplir cabalmente la voluntad del Padre.
“Discípulos y Misioneros según el Evangelio de Lucas” es un libro que ha nacido como fruto de la Formación Permanente que el Vicario Episcopal de Vida Consagrada ha ofrecido durante dos años a los Consagrados y Consagrados de la Arquidiócesis de Monterrey. Sigue siendo, pues, un buen subsidio para la formación permanente para Consagrados. Resulta eficaz para reavivar la propia espiritualidad y también para actualizarnos como agentes de pastoral. Después de haber disfrutado de su lectura, después de haberlo utilizado para crecer, a nivel espiritual, en su comunión con Jesucristo, podrá uno juzgar personalmente si vale la pena aconsejarlo a otros.

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