domingo, 17 de junio de 2012

9. OTRAS FORMAS DE PARTICIPACION

TEMA 9: OTRAS FORMAS DE PARTICIPACIÓN  CIUDADANA.


VER.

MOVIMIENTOS ALTERNATIVOS QUE SE ESTAN HACIENDO.
¿Conocemos algunas experiencias “exitosas” de solidaridad? ¿Conocemos experiencias de personas o grupos que estén haciendo cosas que nos alimentan la esperanza? ¿En qué consisten dichas experiencias?

INTRODUCCIÓN

En el país no todo está perdido, existen un sin número de experiencias locales que están alimentando la esperanza. Mujeres que apoyan a migrantes, personas que se preocupan por su comunidad, organizaciones que buscan alternativas de desarrollo comunitario, que están a favor del medio ambiente, en contra de los intereses de grandes empresas preocupadas sólo por generar ganancias, sin importarles las consecuencias ambientales, de los afectados; padres de familia demandando la aparición de sus hijos o justicia frente al asesinato de ellos; organizaciones defendiendo y promoviendo los derechos humanos, derechos de los pueblos indígenas, derechos de la mujeres, derechos de las niñas, niños y adolescentes.

Estos testimonios son necesarios socializarlos para alimentarnos la esperanza de que esta situación puede cambiar y como elementos provocadores para pensar nuevas formas de acción.

Podemos pensar en acciones a corto, mediano y largo plazo. A corto plazo, para este proceso electoral puede ser el que nos convirtamos en generadores de opinión pública. Qué quiere decir esto? Que nosotros mismos, con nuestra plática en los diferentes lugares donde estamos y con quien estamos, podemos estar “aventando” ideas, por ejemplo en el camión, en el microbús, en la tienda, en la carnicería, en los grupos de reflexión, en el puesto de tamales, podemos estar platicando sobre la importancia del voto, de votar con el candidato no registrado o promoviendo el voto útil. De la reflexión teológica que hagamos estarla comentando con nuestro vecinos, amigos, familiares, etc. Con esto estamos abonando a que la gente tenga otros elementos para la reflexión diferentes a los que da televisa o tv-azteca.

Otra acción ya casi inmediata es el participar como observador electoral. Sin importar nuestra decisión de votar o no, el ser observador puede ser una acción ciudadana muy importante, ya que también se está mandando el mensaje a los políticos, de que la propia ciudadanía está interesada en que se cuenten bien los votos, en que no existan irregularidades en las elecciones, de que los estamos vigilando. Otra forma de hacer esta vigilancia es la de anotarse como representante de partido, aunque esto también requiere su ejercicio de análisis porque puede prestarse a que nos identifiquen con un determinado partido político. Si como cristianos comprometidos hiciéramos una red de observadores, sería un ejercicio novedoso e interesante, ya que se mandaría el mensaje de que personas de fe están interesadas por la vida pública del país e interesadas en que la elección sea transparente, vigilada y haciendo que el voto se cuente bien y sea válido.

A corto y mediano plazo, existe mucho trabajo por hacer. Por un lado acercarnos de información y formación para ejercer nuestra calidad ciudadana.

Como ciudadanos tenemos varios derechos y facultades con las que podríamos estar controlando a nuestras autoridades y políticos.

Hacer uso del acceso a la información pública es un derecho y una herramienta ciudadana. Estar preguntando por el dinero que reciben las autoridades, cómo lo gastan, cómo lo comprueban, puede ser una forma de estarlos vigilando, de estarle diciendo que no están solos, que los estamos observando y que no se pueden despachar con la cuchara grande. Hace años la Academia Mexicana de Derechos Humanos junto con Alianza Cívica habían convocado a la Campaña de “Adopta un Diputado”, era una acción interesante y novedosa pero que no logró cuajar en la sociedad mexicana, tal vez porque no se tenía mucha información y no se alcanzaban a ver lo alcances de dicha acción. Ahora tenemos más información y mecanismos para acceder a información pública. Ahora existen más condiciones para que podamos hacer esto. Vigilar a nuestros diputados federales y locales. Conocer su trayectoria, qué han hecho, cuánto ganan, con quién se le ve cercano, qué tipo de leyes promueve, apoya y vota; qué tipo de leyes no. Y así como los diputados, también a los Senadores. De toda la información que se vaya recolectando, estarla socializando con nuestros vecinos y en algún momento exigirles cuentas a estos representantes populares.

En varios estados de la república y en el caso del DF se están instituyendo figuras para la participación ciudadana, es tarea nuestra hacer uso de dichos instrumentos, tanto en nuestra calidad de ciudadanos como personas de fe comprometidas por la construcción del reino en nuestro contexto; pueden ser herramientas útiles para nuestros proyectos.

Por las problemáticas que seguimos viviendo en el país el trabajo por la promoción y defensa de los derechos humanos sigue siendo una tarea urgente, y con el enfoque de derechos humanos integrales: civiles, políticos, económicos, sociales, culturales, ambientales, de hombres, mujeres, niñas, niños, adolescentes, adultos mayores, indígenas, discapacitados, jóvenes, etc.

Necesitamos una ley de participación ciudadana a nivel federal, con la que podamos poner más controles a los diputados, senadores, presidente de la república. Con la que podamos hacer que estos representantes populares no escuchen, podamos presentar propuestas, podamos exigirles cuentas y hasta podernos remover. Tener una ley Federal de Participación Ciudadana donde se instituyen el plebiscito, el referéndum, la iniciativa popular, el voto en blanco, la rendición de cuenta, la revocación de mandado, remoción de autoridad, la consulta ciudadana, entre muchas otras figuras para la participación ciudadana. Podemos generar una opinión pública a favor de esta iniciativa y estarla alimentando. Entre los políticos existe una estrategia para hacer que los Diputados sean reelectos, argumentando que con esto los diputados van a trabajar mejor, al estar motivados por la reelección harán cosas para que la ciudadanía los evalúe positivamente dándoles el voto para la reelección. Desde este lado ciudadano, les decimos, que tal vez sea real, pero junto con la reelección es necesaria esta ley de participación ciudadana federal para crear los mecanismos de control y de rendición de cuentas. Si la reelección va acompañada de mecanismos de control, entonces tal vez podríamos estar de acuerdo.

JUZGAR.

Mateo 11,5-15
¿Cuáles son los signos del Reino que nos anuncia el profeta?
¿Qué es lo que distingue a un profeta?
¿Qué signos del reino vemos en nuestro grupo, comunidad o país?

REFLEXIÓN

El profeta anuncia una serie de signos que devuelven la esperanza al pueblo de Dios. Estos signos son anunciados por un profeta al que distingue su voz, su forma de hablar, su modo de vestir…es decir, un profeta verdadero no se identificaron los signos del poder. Un profeta no habita en la casa de los reyes, ni quiere poder, no se corrompe. Juan anuncia una nueva etapa devolviendo al pueblo su esperanza. Este anuncio y este llamado no lo hace en los lugares oficiales (Templo), sino fuera de ellos, en el río.

Quizá los signos del reino puedan estar donde no pensamos: en casas de rehabilitación para drogadictos, en albergues de migrantes, en alguna sencilla casa que albergue a familiares de las víctimas, en una organización civil, en alguna cárcel, en la redacción de un periódico, en la selva…quizá tengamos que salir de los espacios oficiales y no ver a los profetas de nuestro tiempo como cañas movidas por el viento, sino como verdaderos mensajeros de parte de Dios.

ACTUAR.

¿Con quiénes hemos hecho alianzas solidarias? ¿Con quiénes nos podemos aliar?
¿Qué podemos hacer para estar cercanos a estos movimientos alternativos y esperanzadores?
¿Cómo podemos ser signos de esperanza en nuestra comunidad?


Rita Yadira y José Gerardo

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