martes, 24 de diciembre de 2019

¿Qué es verdad y qué es ficción en la película “Los dos papas”?

¿Qué es verdad y qué es ficción en la película “Los dos papas”?


Peter Mountain/Photoshot/East News
Łukasz Kobeszko | Dic 21, 2019

La última película de Fernando Meirelles ya al principio informa a los espectadores que se basó en hechos reales. Sin embargo, esta declaración no debe entenderse literalmente, y la película misma debe ser percibida como un documental ficticio. Echemos un vistazo a lo que es cierto en “Los dos Papas” y lo que es la pura creación de sus autores

El estreno en los cines de una de las películas más importantes relacionadas con temas católicos en 2019 ya se ha celebrado. La obra del director de cine Fernando Meirelles y del guionista Anthony McCarten (creador de las historias Bohemian Rapsody, Dark Time y Theory of Everything, entre otras) regresa al inesperado final del pontificado de Benedicto XVI.
La abdicación del Papa en febrero de 2013 fue un evento sin precedentes en la Iglesia Católica durante siglos. Tanto entonces como hoy causa una serie de controversias, preguntas y teorías de conspiración. El deseo de enfrentar estas dudas fue probablemente un factor importante en la creación de la película.
Si los creadores salieron ilesos de esta tarea, sigue siendo una pregunta abierta. Sin embargo, al tratar de responderla, debemos tener en cuenta lo que en la trama de la película coincide con la realidad, qué sólo puede ser probable, y qué eventos son una ficción completa.

Funeral del Papa y dos cónclaves

“Los dos Papas” se centra en el duelo de actuación de Anthony Hopkins (Benedicto XVI) y Jonathan Pryce (cardenal Jorge Bergoglio y Francisco). La parte principal de la historia tiene lugar en el verano de 2012, cuando el Papa Benedicto XVI celebra el séptimo año de su pontificado. En reminiscencias más cercanas, la historia se remonta a abril de 2005: el funeral de Juan Pablo II y el cónclave que comenzó el 18 de abril de 2005.
En su segundo día fue elegido el Papa Benedicto XVI. En la película, también vemos el anuncio público de la abdicación de Benedicto XVI durante el consistorio en el Vaticano el 11 de febrero de 2013, y otro cónclave del 12 al 13 de marzo de 2013, que terminó con la elección de Francisco.
Todos estos eventos, como el curso del cónclave, e incluso los posibles perfiles de los llamados Papabili, o posibles candidatos a la dignidad del obispo de Roma de 2005 y 2013, fueron representados fielmente en la película.
Con la precisión de una crónica se mantuvo en términos de pequeños detalles, por ejemplo, las mangas de suéter negro que sobresalen debajo de la sotana papal de Benedicto XVI durante la primera bendición desde el balcón de la Basílica de San Pedro el 19 de abril de 2005, o la primera bendición de Francisco el 13 de marzo de 2013, durante el cual apareció sin la capa roja y zapatos papales, y con su cruz episcopal en el pecho. Es verdadero también, el contenido del breve saludo que Francisco dio en italiano comenzando con el famoso “¡Buenas noches!”

La trama argentina y el sacerdote Maciel

En las reminiscencias más lejanas de la película aparecen recuerdos de la juventud del papa actual, que data de mediados de la década de 1950. En este punto, los autores de la película probablemente se guiaron por los hallazgos de la biografía de “Francisco. Vida y revolución” por Elisabetta Piqué (publicado en Polonia en 2016).   
Ella indica que antes de unirse al noviciado jesuita, el futuro papa salía con una chica con la que podía incluso planear un matrimonio. Finalmente lo renunció, siguiendo una vocación sacerdotal escuchada en una iglesia que encontró por casualidad andando por la calle y la que fue confirmada durante la confesión con un sacerdote de turno en el confesionario.
La historia también muestra el trabajo del joven Jorge Bergoglio confirmada en las biografías, de antes de unirse al seminario, en el laboratorio químico. Su superior inmediata fue la figura de la paraguaya Esther Ballestrino. La mujer que había seguido siendo amiga del padre Bergoglio durante años se, convirtió en víctima de la sangrienta dictadura militar del general Jorge Videli, quien gobernó Argentina en la segunda mitad de los años setenta y principios de los ochenta.
La escena representada en la película, cuando el futuro papa la ayuda a esconderse y lleva los libros de literatura de izquierdas al maletero de su automóvil (que por su tenencia se aplicaban severas represalias en aquel momento en Argentina) corresponde a la realidad. Así como se mostró posteriormente el trágico destino de Ballestrino, asesinada por el régimen.
Los motivos relacionados con la “guerra sucia” argentina (represión masiva de la dictadura militar contra la oposición y los estudiantes) constituyen una parte importante de la parte retrospectiva de la trama de “Los dos papas”.
Los creadores han demostrado que éstas podrían haber sido una fuente de remordimientos para el cardenal Bergoglio ya en 2012. En la película, en una conversación con Benedicto XVI, admitió que, como provincial de los jesuitas argentinos (desempeñó esta función en 1973-79), podría haber tomado medidas insuficientes para defender a varios miembros de su congregación religiosa que fueron blanco de una junta militar.
Se trata de los personajes reales que se muestran en la película, padres Orlando Yorio y Franz Jalics, realizando misiones jesuitas en favelas cerca de Buenos Aires. Fueron secuestrados por escuadrones de la muerte militares y torturados.
El guión sugiere que el padre Bergoglio ordenó el cierre de la misión y expulsó a ambos jesuitas de la congregación. Es real la secuencia de los acontecimientos, que se muestra en una serie de fuentes biográficas y confirma que los clérigos primero fueron arrestados y luego obligados a emigrar y expulsados de la orden, lo que, sin embargo, finalmente les salvó la vida. 
La película muestra sinceramente los esfuerzos que el padre Bergoglio hizo para salvar a los clérigos y a todos los perseguidos al contactar a miembros de la junta militar en este asunto.
La escena representada en la película no contradice la situación real, ya que el padre Jalics después de muchos años celebra misa con el futuro Papa y ambos se dan la señal de paz. Auténtico es también lo mencionado en la película cuando el Cardenal Bergoglio le dice a Benedicto XVI que el segundo de los jesuitas, que finalmente abandonó la congregación, acusó al futuro papa por el resto de su vida de que lo había protegido insuficientemente de la represión.

Noticias falsas en la película “Los dos Papas”

El director y guionista repitieron al mismo tiempo las noticias falsas en la película que circularon por el mundo poco después de la elección de Francisco. En ese momento, aparecieron fotos en los medios de comunicación que mostraban al obispo y al sacerdote como papa otorgando la comunión al líder de la junta militar argentina, el general Videla.
Sin embargo, las imágenes mostraban a otro obispo argentino de los años setenta (el padre Bergoglio no era obispo en ese momento) y otro sacerdote diocesano. En la película, sin embargo, uno de los héroes acusa al padre Bergoglio de conceder la comunión al dictador.
En fin, los fragmentos de la trama argentina no corresponden con fuentes biográficas, lo que sugiere que después de la caída de la dictadura en 1983, el padre Bergoglio fue destituido de la función de un provincial jesuita.
La película sugirió que era un castigo por la supuesta cooperación con el régimen, y el propio padre Bergoglio se fue a una especie de “exilio” a una provincia lejana. Sin embargo, el jesuita terminó su mandato según lo prescrito por los estatutos de su congregación, y luego se convirtió en rector de la Facultad de Teología de la Universidad de San Miguel. En los años ochenta, también se quedó brevemente en Irlanda y Alemania Occidental.
Quizás estas tramas fueron resaltadas en el guión como una especie de equilibrio entre los personajes que en la película escuchan las confesiones de los demás y se presentan como personas que cometen errores, tienen dudas y caídas.
En este contexto, durante la confesión en la película de Benedicto XVI ante el cardenal Bergoglio aparece la historia del padre Marcial Maciel Degollado, fundador de la congregación de la Legión de Cristo, quien cometió los pecados de molestar sexualmente a sus protegidos y mantuvo relaciones ocultas con muchas mujeres. Benedicto XVI menciona su caso en la película como el pecado de omisión del Papa.
Sin embargo, a la luz de los documentos divulgados, el Vaticano conocía desde varias décadas las acusaciones contra el clérigo de México. Fue el propio Benedicto XVI, un año después del comienzo de su pontificado, quien retiró a Maciel del servicio sacramental y lo envió a la penitencia perpetua.

Reuniones que no existieron y Vatileaks

El elemento central del guión de “Los dos Papas” – la reunión del cardenal Bergoglio y Benedicto XVI en la residencia papal de verano en Castel Gandolfo en el verano de 2012 es con gran certeza ficción cinematográfica.
En cualquier caso, no hay fuentes que confirmen el viaje del cardenal Bergoglio a Italia para encontrarse con el Papa y presentarle una solicitud por escrito de jubilación. El cardenal Bergoglio o cualquier otro jerarca no tendrían que realizar acciones tan complejas.
Las disposiciones del Código de Derecho Canónico indican el principio del retiro automático de obispos y cardenales a la edad de 75 años. Roma puede ejercer este derecho contra ellos, pero si el jerarca goza de buena salud, puede continuar sirviendo en la diócesis. El cardenal Bergoglio alcanzó la edad de jubilación en 2011, por lo que no fue necesario que fuera al Vaticano en 2012 con una solicitud de jubilación. Entonces, hasta que fue elegido papa en 2013, mantuvo la dignidad del arzobispo de Buenos Aires y, por supuesto, el capelo cardenalicio que recibió en 2001.
Tampoco hay razón para afirmar que Benedicto XVI quería, como muestra la película, entregar la oficina papal justo al cardenal Bergoglio. Esta trama se basó en el hecho ampliamente conocido de que el futuro Papa Francisco ya era uno de los Papabili en el cónclave en 2005. Benedicto XVI, quien finalmente renunció y voló del Vaticano a Castel Gandolfo el 28 de febrero de 2013, no influyó en el curso del cónclave en marzo, ni siquiera participó en él.
La película “Los dos Papas” muestra con sinceridad el estallido del escándalo de “Vatileaks” a principios de 2012: la filtración de documentos secretos de las inmediaciones del Papa, revelando una serie de irregularidades en el funcionamiento de las oficinas del Vaticano. Esto fue acompañado por el arresto del mayordomo papal Paolo Gabriele, recordado en la película.
La película indica claramente que los efectos del escándalo pueden haber influido en la decisión de abdicar del papa. Sin embargo, todavía nos estamos moviendo aquí en la esfera de las conjeturas, porque el propio Benedicto XVI no confirmó públicamente tales motivos para su decisión de febrero de 2013.
Por lo tanto, el director creó las conversaciones conjuntas entre Benedicto XVI y su sucesor en las salas y jardines de Castel Gandolfo. Sin embargo, se basaron en varios hechos, por ejemplo, que Benedicto XVI toca el piano y Francisco es fanático del fútbol y el tango. La película también recuerda acertadamente que en el estudio Abbey Road (en el que grabó el grupo Beatles, entre otros), se lanzó un álbum de música con la participación del Papa Benedicto.
Sin embargo, en el álbum “Música del Vaticano” lanzado en 2009, no se grabó ningún fragmento de la interpretación del Papa de la música al piano, como escuchamos en la película, sino a un Papa que recita fragmentos de oraciones y letanías en 5 idiomas diferentes.
En la película “Los dos Papas” son ficticias las conversaciones de Benedicto XVI y el cardenal Bergoglio en la Capilla Sixtina, además de reuniones posteriores del Papa pensionista y de Francisco en varias ocasiones, en un estilo divertido viendo un partido de fútbol de la final entre Alemania y Argentina en la Copa del Mundo en Brasil en 2014 mientras bebía cerveza. En los últimos minutos de la película, hay imágenes reales de una de las reuniones de dos papas que han tenido lugar desde 2013.

El elemento de la oposición que confunde

Finalmente, vale la pena prestar atención al elemento de la oposición que crea confusión en el guión de “Los dos Papas” que se construye entre los personajes interpretados por Anthony Hopkins y Jonathan Pryce.
El contexto de la reminiscencia del cónclave de 2005 y las largas conversaciones mantenidas en la película por ambos jerarcas en Castel Gandolfo sugiere que después de 2005, el cardenal Bergoglio fue el centro principal de una especie de “oposición” en la Iglesia al pontificado de Benedicto XVI. O incluso un crítico ferviente del pontificado del cardenal Joseph Ratzinger.
Este argumento no se basa en hechos reales. El arzobispo y cardenal argentino nunca criticó a Benedicto XVI, no lo acusó de conservadurismo ni se posicionó como el líder del ala reformista o liberal de la Iglesia. Ya hemos tenido la oportunidad de aprender las diferencias de mentalidad, estilo de comunicación y práctica pastoral de ambos Papas desde 2013, pero la película presenta aquí tesis demasiado radicales y divergentes.
A pesar de los comentarios anteriores, la obra de Meirelles y McCarten ciertamente puede contribuir al renovado interés de la audiencia masiva tanto en el carácter y la enseñanza del Papa Francisco, como en los ricos logros del pontificado de Benedicto XVI.


domingo, 10 de noviembre de 2019

Plataforma digital del Proyecto Global de Pastoral 2031+2033 | CEM - Mons. Rogelio

Plataforma digital del Proyecto Global de Pastoral 2031+2033

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Ciudad de México, a 6 de noviembre del 2019.


Prot. 137/19


Estimados Medios de Comunicación, los saludamos fraternamente.

En vísperas de la CVIII Asamblea Plenaria de la CEM con gran alegría queremos presentar a ustedes la plataforma digital de nuestro Proyecto Global de Pastoral 2031+2033. Ésta será un subsidio para que las diócesis, agentes de pastoral, catequistas, laicos, etc., puedan asumirlo y aplicarlo desde su realidad. Este micrositio quiere desencadenar todo un proceso que, recogiendo el bimilenario caminar de una Iglesia, hacia el encuentro de Jesucristo Redentor, bajo la mirada amorosa de Santa María de Guadalupe, con renovado entusiasmo, ante los importantes desafíos que esta nueva época nos plantea y las tendencias que se prevén, con lo más auténtico y sagrado de su misión evangelizadora.

Es por ello que durante la Asamblea Plenaria CVIII que se desarrollará del 11 al 15 de noviembre del 2019 en Casa Lago, Sede de la Conferencia del Episcopado Mexicano, trabajaremos 176 participantes, entre Arzobispos, Obispos y Administradores diocesanos de México, ofreciendo respuestas pastorales concretas, ante los graves desafíos de nuestra Iglesia en México, mirando e interpretando nuestra realidad con ojos y corazón de pastores, orientados por nuestro Proyecto Global de Pastoral, buscando ser fermento que fortalezca los valores en nuestro país, principalmente en tres temas que como Pastores hemos descubierto en nuestro caminar.

El primero tiene que ver con el Kerygmático-Místico, es decir, mirar a nuestra Iglesia en torno a la situación actual de nuestra catequesis y de la transmisión de la fe.

En segundo término, reconocemos el desafío Comunitario-Sinodal: Vemos la necesidad de ser Iglesia en salida, consciente de la misión que el Señor nos encomendó. Y establecer a la Parroquia, como la comunidad de comunidades, animando a los laicos (cfr. 75-77 PGP) en su comportamiento y en su compromiso de ser fermento en la sociedad.

Por último, un gran reto Ético-Moral, el cual requiere escrutar, a la luz del Espíritu, si la Iglesia en México ha sabido ser fermento que trastoca los valores humanos de la sociedad en la que está inserta, y qué necesita para enfrentar este desafío.

Todo ello sin dejar de atender las emergencias pastorales: los hermanos migrantes, los jóvenes, los sacerdotes y la protección a los menores; además de otros temas importantes, como la construcción de paz, la libertad religiosa, la reestructuración del CELAM, y el recién concluido Sínodo Panamazónico.

Encomendamos los trabajos de esta 108 Asamblea Plenaria del Episcopado Mexicano a la intercesión amorosa de Santa María de Guadalupe y de nuestro Patrono, san Rafael Guízar y Valencia, para que nos obtengan del Señor la sabiduría que procede de su Espíritu Santo, y así podamos descubrir los caminos que edificarán nuestra Iglesia y transformarán la realidad de violencia que vivimos, en otra de armonía, fraternidad y paz, todo ello con la fuerza del Evangelio. 



Mons. Rogelio Cabrera López
Arzobispo de Monterrey
Presidente de la CEM

Mons. Alfonso G. Miranda Guardiola
Obispo Auxiliar de Monterrey
Secretario General de la CEM

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jueves, 24 de octubre de 2019

Mensaje del Papa Francisco con motivo del Día Mundial de la Alimentación

Mensaje del Papa Francisco con motivo del Día Mundial de la Alimentación

A Su Excelencia el señor Qu Dongyu Director General de la FAO
La Jornada Mundial de la Alimentación se hace eco cada año del grito de tantos hermanos nuestros que siguen sufriendo las tragedias del hambre y la malnutrición. De hecho, a pesar de los esfuerzos realizados en las últimas décadas, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible sigue siendo un programa por realizar en muchas partes del mundo. Para responder a este grito de la humanidad, el tema propuesto este año por la FAO, “Nuestras acciones son nuestro futuro. Una alimentación sana para un mundo #HambreCero”, pone de relieve la distorsión del binomio alimento/nutrición. 
Vemos cómo la comida deja de ser medio de subsistencia para convertirse en cauce de destrucción personal. Así, frente a los 820 millones de personas hambrientas, tenemos al otro lado de la balanza casi 700 millones de personas con sobrepeso, víctimas de hábitos alimenticios inadecuados. Estos ya no son simplemente emblemas de la dieta de los “pueblos de opulencia” (cf. Pablo VI, Enc. Populorum Progressio, 3), sino que comienzan a habitar incluso en países de renta baja, donde se sigue comiendo poco y mal, copiando modelos alimenticios de las áreas desarrolladas. Por causa de la malnutrición, las patologías vinculadas a la opulencia pueden derivar tanto en un desequilibrio por “exceso”, cuyos resultados son a menudo la diabetes, enfermedades cardiovasculares y otras formas de enfermedades degenerativas, como en un desequilibrio por “defecto”, documentado por el creciente número de muertes por anorexia y bulimia. 
Es necesaria, por tanto, una conversión de nuestro modo de actuar, y la nutrición es un punto de partida importante. Vivimos gracias a los frutos de la creación (cf. Sal 65,10-14; 104,27-28) y estos no pueden reducirse a un simple objeto de uso y dominación. Por esta razón, los trastornos alimentarios sólo se pueden combatir cultivando estilos de vida inspirados en una visión agradecida de lo que se nos da, buscando la templanza, la moderación, la abstinencia, el dominio de sí y la solidaridad: virtudes que han acompañado la historia del hombre. Se trata de volver a la simplicidad y a la sobriedad, y vivir cada momento de la existencia con un espíritu atento a las necesidades del otro. Así, podremos cimentar nuestros vínculos en una fraternidad que busque el bien común y evite el individualismo y el egocentrismo, que sólo generan hambre y desigualdad social. Un estilo de vida que nos permitirá cultivar una relación saludable con nosotros mismos, con nuestros hermanos y con el entorno en el que vivimos. 
Para asimilar esta forma de vida la familia tiene un lugar principal, y por eso la FAO ha dedicado una atención especial a la tutela de la familia rural y a la promoción de la agricultura familiar. En el ámbito familiar, y gracias a la sensibilidad femenina y materna, se aprende a disfrutar el fruto de la tierra sin abusar de él y se descubren las mejores herramientas para difundir estilos de vida respetuosos del bien personal y colectivo. 
Por otro lado, la interdependencia actual de las naciones puede ayudar a dejar de lado los intereses particulares y favorecer la confianza y la relación de amistad entre los pueblos (cf. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 482). Espero que el tema de este año ayude a no olvidar que hay quienes todavía se alimentan de una manera poco saludable. Resulta cruel, injusto y paradójico que, hoy en día, haya alimentos para todos y, sin embargo, no todos tengan acceso a ellos, o que existan regiones del mundo en las que la comida se desperdicia, se desecha, se consume en exceso o se dedican alimentos a otros fines que no son alimenticios. Para salir de esa espiral, es necesario impulsar «instituciones económicas y cauces sociales que permitan a los más pobres acceder de manera regular a los recursos básicos» (Enc. Laudato si’, 109). 
La lucha contra el hambre y la desnutrición no cesará mientras prevalezca exclusivamente la lógica del mercado y se busque sólo la ganancia a toda costa, relegando los alimentos a un mero producto de comercio, sujeto a la especulación financiera y distorsionando su valor cultural, social y marcadamente simbólico. La primera preocupación ha de ser siempre la persona humana, especialmente quienes carecen de alimentos diarios y que a duras penas pueden ocuparse de las relaciones familiares y sociales (cf. Enc. Laudato si’, 112-113). Cuando se ponga a la persona humana en el lugar que le corresponde entonces las operaciones de ayuda humanitaria y los programas destinados al desarrollo tendrán una mayor incidencia y darán los resultados esperados. No podemos olvidar que lo que acumulamos y desperdiciamos es el pan de los pobres. 
Señor Director General: Estas son algunas reflexiones que deseo compartir con ustedes con motivo de esta Jornada, mientras pido a Dios que bendiga a cada uno de ustedes y que colme de frutos su trabajo, de modo que crezca constantemente la paz al servicio del progreso auténtico e integral de toda la familia humana. 
FRANCISCO 
Vaticano, 16 de octubre de 2019 

Luciani: que este sínodo represente un giro eclesiológico en continuidad Vaticano II

Luciani: que este sínodo represente un giro eclesiológico en continuidad Vaticano II

Rafael Luciani, teólogo venezolano y que participa en el Sínodo Especial para la Amazonía, subraya que las raíces de este evento sinodal las encontramos ya en el Concilio Vaticano II y en algunos documentos de las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano. Entrevista.
Manuel Cubías – Ciudad del vaticano
23 octubre 2019

¿Cuál es la novedad que el Sínodo ofrece a la Iglesia en la Amazonía?

Es el sínodo que luego del Concilio Vaticano II nos da la oportunidad de pensar la estructura ministerial de la Iglesia. Esto es un cambio inmenso, porque durante el segundo milenio hemos vivido un momento de uniformización de la Iglesia y, en este momento, estamos viviendo ese Kairós que ha explotado como dice el Papa Francisco, y que eso se verá representado ahora en una serie de ministerios nuevos que van a servir a la Iglesia universal, no solo en la región. Creo que es importante que este sínodo represente un giro eclesiológico en continuidad con el Concilio. El eje central, además del eje ecológico, es el eje ministerial que va a tener un gran impacto en la forma de ser y de hacer de la iglesia.

Las cuatro conversiones a las que está llamada la Iglesia. ¿Cómo las hace suyas el sínodo?

Hay cuatro ejes fundamentales que ahora veremos a la luz del documento que salga. Una es la conversión pastoral que el Papa Francisco introduce en la Evangelii gaudiun, pero que viene de Santo Domingo, y luego se retoma en Aparecida. Esta conversión nos invita al contacto directo con el pueblo de Dios, de todos nosotros desde la base trabajando juntos.
Luego viene la conversión sinodal, que es el momento en que estamos ahorita, cómo la Iglesia debe partir desde la base, en diálogo, en comunicación, en consulta y desde allí generar las estructuras y decisiones que puedan llevar a buen término las decisiones de la Iglesia. Es decir, una Iglesia sinodal no es solo una iglesia que hace sínodos, sino que es una Iglesia que toda su dimensión comunicativa y participativa se piensa desde la sinodalidad.
Luego viene la conversión ministerial que es el Kairós que estamos viviendo en este momento a través del sínodo para la Amazonía. Si queremos responder al momento actual que estamos viviendo, es necesario que la diaconía de la Iglesia, el servicio de la Iglesia en el mundo tiene que encontrar nuevas formas a través de las mujeres, a través de los hombres, que su servicio en las comunidades sea la prioridad, no se trata de una Iglesia centrada en el clero, sino en la comunidad. Y desde la comunidad se van reconociendo los servicios que se necesitan y la comunidad pasa a ser el centro que estructura la vida eclesial, aquello que llamaba Medellín, comunidad de comunidades.
La conversión ecológica es este llamado profético a recuperar las zonas que han sido afectadas, pero que no solo son un problema regional, sino que son un problema que preocupa a toda la tierra entera, a la madre tierra, a la hermana tierra y hoy podemos decir, a la tierra que es víctima de todos nosotros, no solo a través de las políticas de los gobiernos, sino también de la conciencia que debemos de tener a nivel personal y a nivel institucional por la creación.

¿Hasta dónde puede llegar el Sínodo en cuanto al papel de las mujeres en la Iglesia?

Debe de llegar a la incorporación no de facto, que ya acontece, porque las mujeres son las que llevan nuestras comunidades en la mayoría de lugares en América Latina y en la Amazonía. El Paso es cómo hacer que esos sean ministerios instituidos, que implique un mandato del obispo y un reconocimiento de toda la comunidad. Hacia allá es donde camina el sínodo y eso lo vamos a ver pronto en nuevos ministerios que no son solo para las mujeres, sino para hombres y mujeres. Esto va a cambiar, este es el gran aporte del sínodo, un ministerio que sea para todos.

¿Y después del Sínodo, qué viene?

Ahora viene el trabajo más fuerte: la recepción del sínodo. Allí tenemos planteado a través del Grupo Iberoamericano de teología colaborando con la repam, celam y otros organismos y a través de las estructuras de universidades jesuitas también, como podemos impulsar este camino de ministerios, de conservación de la ecología y de una iglesia que tiene que responder a la actualidad.

Minería en Venezuela. Efectos en los pueblos originarios

La situación es dramática y conocida a través de las denuncias que se han hecho. Es una zona deforestada con fines extractivistas. Las personas son explotadas. Esto ha causado un impacto ambiental y cultural porque estamos hablando de culturas, de pueblos originarios que han vivido en esta zona y es su derecho estar allá. La iglesia a través de los vicariatos está presente, comunidades como los salesianos han hecho una fuerte presencia de acompañamiento y de acogida, pues muchas de estas comunidades están migrando hacia Brasil. Se separan de la familia. Ha habido muchos asesinatos por parte de fuerzas del gobierno y hay una situación muy delicada.

martes, 22 de octubre de 2019

El Pacto de las Catacumbas [Por la Casa Común]: un momento histórico

El Pacto de las Catacumbas [Por la Casa Común]: un momento histórico

Ayer, tuvo lugar un momento histórico: El Pacto de las Catacumbas por la Casa Común, en el que se asume el compromiso de trabajar por una Iglesia con rostro amazónico, pobre y servidora, profética y samaritana. Yesica Patiachi, del pueblo indígena Harakbut, Perú, da su testimonio
Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano
Ayer, se firmó el Pacto de las Catacumbas por la Casa Común, en el que se asume el compromiso de trabajar por una Iglesia con rostro amazónico, pobre y servidora, profética y samaritana.
En la firma de este compromiso estuvieron presentes unos 40 obispos, acompañados por otros padres sinodales, auditores, auditoras, peritos y peritas, así como algunos de los participantes del espacio «Amazonía: Casa Común». El acontecimiento, considerado como ‘un acto de amor cósmico’, tuvo lugar en las Catacumbas de Santa Domitila, en Roma, las mismas donde hace medio siglo se congregó un grupo de Padres Conciliares para afirmar su opción por los pobres a través de 13 compromisos que dieron forma al ‘Pacto de las Catatumbas’.
La Iglesia renueva, en el mismo lugar y con el mismo espíritu, el fuerte compromiso firmado el 16 de noviembre de 1965, pocos días antes del cierre del Concilio Vaticano II. Ese fue el día en que cuarenta y dos padres conciliares celebraron la Eucaristía en las Catacumbas de Domitila para pedirle a Dios la gracia de "ser fieles al espíritu de Jesús" al servicio de los pobres. Se firma el documento "Pacto por una Iglesia Sierva y Pobre": el compromiso asumido es el de colocar a los pobres en el centro del ministerio pastoral. Al texto, también llamado "Pacto de las Catacumbas", se unieron más de 500 padres del consejo.

Testimonio de Yesica Patiachi

Yesica Patiachi Tayori, docente bilingüe del pueblo indígena Harakbut, Perú, miembro de la Pastoral del Vicariata Apostólico de Puerto Maldonado estuvo presente y nos da su testimonio.  Afirma que antes de iniciar el sínodo había un desconocimiento y ahora Europa y el mundo sabe más la problemática de la Amazonía.  
Entre los cambios de estructuras que se están discutiendo Patiachi sugirió que el papel de la mujer es una respuesta a la falta de misioneros en la región, es necesario reconocer esta participación.
21 octubre 2019

[vcodina] 7 claves teológicas para el sínodo de la Amazonía (II)



7 claves teológicas para el sínodo de la Amazonía (II)

4 octubre 2019 · por Victor Codina · en América Latina, Ecología, Iglesia

Víctor Codina. [Esta publicación es la segunda parte del artículo “7 claves teológicas para el Sínodo de la Amazonía”. Para leer la primera, aquí].
5. Aportes de la Amazonía al mundo y a la Iglesia.
Es injusto considerar la Amazonía solamente como un conjunto de pueblos pobres que necesitan defensa y protección. Son pueblos diferentes, otros, con grandes riquezas humanas, culturales y espirituales, con una sabiduría milenaria y ancestral, anterior al cristianismo.
Como el indio Juan Diego que en pleno invierno ofrece rosas al obispo Juan de Zumárraga, la Amazonía ofrece a los obispos reunidos en sínodo y a la iglesia universal la riqueza de sus flores: la belleza de su naturaleza exuberante y de sus ríos, la propuesta del “buen vivir” y de la búsqueda de “la tierra sin males”, es decir, una vida en armonía con la naturaleza, con la comunidad y con Dios, una espiritualidad integral, el sentido de celebración y de fiesta, una tradicional sabiduría en el cuidado de la tierra, la salud y los remedios, un concepto de desarrollo y de progreso muy diferente del concepto moderno de progreso tecnocrático que acumula bienes en manos de pocos y destruye la naturaleza.
En un momento de crisis ecológica y humanitaria del planeta, la Amazonía nos ofrece alternativas, no para que reneguemos de los avances positivos del progreso moderno, sino para que aprendamos de ellos el sentirnos parte de la naturaleza, donde todo está conectado y merece respeto y así evitemos el caos de un posible desastre ecológico futuro planetario. No podemos hipotecar el futuro de las nuevas generaciones con nuestro desastroso concepto destructor del  llamado progreso moderno.
Esta valoración positiva de los pueblos amazónicos no debe conducirnos a la ingenuidad idealista del mito del “bon sauvage”, ni cerrar los ojos a las deficiencias y errores que afectan toda cultura humana, ni negar la necesidad de la gracia y la salvación de Cristo. Necesitamos siempre discernir, pero es indudable que antes de que llegasen los misioneros a la Amazonía, ya había llegado el Espíritu del Señor.
6. La eucaristía hace la Iglesia.
Solo después de haber hablado de la necesidad de defender la Amazonía de las amenazas que la destruyen, tiene lugar hablar de la eucaristía. Sin justicia no hay eucaristía, no es la cena del Señor (1 Cor 11.). Antes de ofrecer la ofrenda hay que reconciliarse con los hermanos (Mt 5,23-24). Por esto no deja de ser sospechoso que algunos sectores quieran reducir el sínodo de la Amazonía al tema de ministerios de hombres casados.
La afirmación de Henri de Lubac que resume la tradición patrística “la eucaristía hace la Iglesia, la Iglesia hace la eucaristía”, que Juan Pablo II recoge en Ecclesia de eucharistia, muestra la centralidad de la eucaristía en la vida cristiana, ya que, como dice el Vaticano II, la eucaristía es fuente y cumbre de toda vida cristiana (SC 10; PO 5).
Es necesario profundizar la importancia eclesial y vital de la eucaristía. Sin eucaristía la Iglesia languidece y muere.
La vida en abundancia que Jesús nos ofrece (Jn 10,10) no es solo el pan material con el que alimenta al pueblo hambriento que entusiasmado le quiere nombrar rey, sino el pan de vida de su cuerpo y sangre entregados por la vida del mundo (Jn 6).
La eucaristía posee una dimensión personal, comunitaria, eclesial y social, pero también cósmica, pues en ella la creación, pan y vino, se transfiguran y hacen presente al Señor resucitado y anticipan la escatología de los nuevos cielos y la nueva tierra del Reino.
Por todo ello no se puede privar durante años enteros a las comunidades sin eucaristía por falta de ministros y las grandes distancias, con el riesgo de que las comunidades devengan comunidades evangélicas de la Palabra o simplemente desparezcan.
De ahí la urgencia de dotar a las comunidades de ministros ordenados para la evangelización, el servicio y la celebración de los sacramentos, sobre todo la eucaristía.
La consulta a los pueblos amazónicos es clara: piden la ordenación de aquellas personas que la comunidad juzgue aptas para el ministerio, sean célibes o casadas, no solo ancianos. Son las comunidades las que deben elegir y proponer a sus ministros.
El celibato es un gran don y carisma que el Espíritu concede a algunos cristianos. Y es comprensible que la Iglesia latina lo exija a los candidatos al ministerio presbiteral por sus grandes beneficios. Pero no se puede anteponer una ley eclesiástica como es la del celibato obligatorio para el ministerio presbiteral en la Iglesia latina por encima del derecho divino a la eucaristía. Esto sería hacer de la ley del celibato una ideología, como lo pudo ser la circuncisión para los cristianos venidos de la gentilidad.
Hemos de recordar que el celibato no se exigía en la Iglesia primitiva y no fue obligatorio en la Iglesia latina hasta el siglo XIII. Tampoco es obligatorio en las Iglesias católicas orientales.
En todo caso siempre es posible la dispensa canónica de una ley eclesiástica en casos concretos, como aconteció cuando tanto Pío XII como Benedicto XVI ordenaron respectivamente a pastores luteranos y anglicanos casados que deseaban entrar en la Iglesia católica.
También habría que debatir el diaconado de las mujeres, como se pide en la consulta, que daría a la Iglesia un nuevo rostro femenino y reconocería litúrgicamente el servicio que ya ellas realizan en sus comunidades. Más allá de las diferentes opiniones teológicas sobre si hubo o no diaconado femenino sacramental en el pasado, el Papa tiene poder suficiente para poder instaurarlo por motivos pastorales.
También habría que discernir si no es posible adecuar la  materia y forma de los sacramentos, manteniendo se esencia (salva eorum substantia) al contexto amazónico, donde ni el pan de trigo ni el vino de uva son frutos de su tierra, donde seguramente la inmersión en el río es más expresiva que el bautismo por mera infusión de agua…
Finalmente, una sugerencia. En la liturgia eucarística hay dos epíclesis o invocaciones al Espíritu. En la primera se pide al Espíritu que el pan y el vino se conviertan sacramentalmente en el Cuerpo y la Sangre del Señor resucitado. En la segunda epíclesis se invoca al Espíritu para que la comunidad se convierta en el cuerpo eclesial del Señor.
¿No se podría pensar en una tercera epíclesis que, escuchando el clamor de los últimos, pidiese al Espíritu que en toda la creación, desde la eucaristía de la selva amazónica hasta el altar del mundo, se vaya realizando cada día más la plenitud del universo, la vida plena, los nuevos cielos y la nueva tierra, el foco desbordante del amor y vida de Dios al cosmos, el Cristo cósmico, la divinización de la humanidad y la bodas santas, la unificación de la creación con el Creador (LS 236)?
7. El Espíritu del Señor actúa desde los últimos.
Esta última clave seguramente es la más importante para comprender con profundidad las anteriores claves.
Hay que partir del hecho de que el Pueblo de Dios cree que quien lo conduce es el Espíritu del Señor que llena el universo (GS 11) y que toda la Iglesia, especialmente los pastores y teólogos, han de auscultar, discernir e interpretar, con la ayuda del Espíritu, las múltiples voces de nuestro tiempo (GS 44), para comprender los planes de Dios y de este modo la Verdad revelada pueda ser mejor percibida (GS 44).
Se trata de la teología de los signos de los tiempos, formulada por Juan XXIII en Pacem in terris y que el Vaticano II profundizó en Gaudium et spes. El Señor está presente, actúa y se manifiesta en la historia y geografía humana a través de acontecimientos y deseos profundos de la humanidad. La historia humana no es homogénea sino que hay momentos estelares, tiempos de gracia, kairós, que llaman a una conversión y cambio profundo hacia el Reino de Dios. Son lugares teológicos privilegiados, es decir momentos especiales para captar, profundizar y actualizar la única revelación de Jesucristo.
Pero a lo anterior se añade que este Espíritu que dirige la historia ordinariamente actúa desde abajo, desde los últimos (eschatoi) para que aparezca con más claridad; que no es la sabiduría o el poder humano quienes dirigen la historia hacia el Reino, sino el Espíritu, el que aleteaba desde el comienzo en el caos originario de la creación (Gn 1,2), el que suscitaba jueces y profetas en momentos de crisis del Pueblo de Israel, iluminaba a la madre de los macabeos en pleno martirio de sus hijos la fe en la resurrección (2 Mc 7,22-23), el que hace que mujeres estériles conciban hijos (Gn 11,30; 25,21;29,31;Lc 1,7.27) y una virgen engendre a Jesús (Lc 1, 35), el que derrama sus dones sobre el Mesías (Is 11,1-9), guía la vida y obra de Jesús y le resucita de entre los muertos. El Espíritu Creador y vivificante actúa desde abajo, desde los últimos para el bien de todos. Los pobres ocupan un lugar privilegiado en el Pueblo de Dios (EG 197-201).
Este Espíritu presente en el de profundis de la historia, que se manifiesta a través de los últimos, pobres, marginados y descartados, es el que ahora clama a través de los pueblos amazónicos, pidiendo justicia en su tierra, libertad para vivir su identidad y su cultura, para que se respete su territorio, la Madre tierra. Al grito de los pobres se une el grito de la tierra, es el Espíritu del Señor el clama a través de ellos.
Ya a través de estos últimos, descartados y amenazados, el Señor quiere hacernos escuchar su voz para que abandonemos caminos de muerte y nos convirtamos a una ecología integral y para que la Iglesia inicie nuevos caminos, sea una Iglesia de rostro amazónico, abierta a una reforma de sus comunidades, ministerios, liturgia, teología india, evangelización y misión. Y a través de la Amazonía, la salvación y la reforma se extienda a toda la Iglesia y a todo el planeta.
Los recientes y trágicos incendios forestales de la Amazonía han puesto de manifiesto la fragilidad de la región, la tragedia de sus habitantes y el riesgo para todo el planeta. El sínodo de la Amazonía reviste hoy una providencial actualidad. Pidamos al Señor que su Espíritu transforme los corazones y renueve la faz de la tierra.
Veni, Creator, Spiritus…!

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